El contradi¨®s del d¨¦ficit

1.El fracaso en la lucha contra el d¨¦ficit p¨²blico (5% del PIB en 2015, sin tener en cuenta las ayudas al sector financiero) es el ¨¦xito en el crecimiento econ¨®mico (3,2% en 2015). Espa?a es uno de los pa¨ªses que m¨¢s creci¨® el pasado ejercicio y el segundo en porcentaje de d¨¦ficit p¨²blico de la eurozona, tan s¨®lo superada por Grecia. Esta es la gran paradoja: que para crecer y crear empleo ha sido preciso que el d¨¦ficit fuese superior al previsto. La teor¨ªa de la austeridad expansiva (los recortes de hoy son el crecimiento de ma?ana) ha manifestado nuevamente su obsolescencia. O como dijo el premio Nobel de Econom¨ªa, Robert Lucas (muy alejado de las ideas de Keynes), ¡°en la trinchera todos somos keynesianos¡±.

2. Si en 2015, con un crecimiento del PIB del 3,2% s¨®lo se logr¨® reducir el d¨¦ficit en ocho d¨¦cimas (alrededor de 8.000 millones de euros) ?c¨®mo se van a conseguir recortar 14.000 millones de euros (del 5% al 3,6%) con un crecimiento mucho menor, de tan s¨®lo un 2,7% del PIB? ?Y en 2017, en que con un crecimiento previsto del 2,4% se tienen que ajustar otros 12.000 millones de euros (para pasar del 3,6% del PIB al 2,4%)? ?Es esto l¨®gico? Parece un contradi¨®s, a no ser que se pretenda estrangular a la sociedad hasta unos niveles l¨ªmite. ?Qu¨¦ credibilidad tienen los n¨²meros presentados por Luis de Guindos en el Congreso? (se agradece su presencia), ?c¨®mo es posible que a la vez que se negocia con Bruselas una extensi¨®n en el tiempo de los objetivos de este d¨¦ficit se anuncie que se devuelve media paga extraordinaria a los funcionarios ¡ª500 millones de euros¡ª si no es bajo una mirada estrictamente electoralista? ?Desfachatez o banalidad?

3. Los desequilibrios macroecon¨®micos espa?oles se manifiestan tambi¨¦n en otros n¨²meros. Seg¨²n Eurostat, la oficina de Estad¨ªsticas de la Comisi¨®n Europea, la presi¨®n fiscal en nuestro pa¨ªs es m¨¢s de ocho puntos menor que la media de la eurozona (del 38,2% frente al 46,6% del PIB). Adem¨¢s, el gasto p¨²blico espa?ol tambi¨¦n est¨¢ por debajo de la media del grupo de los pa¨ªses del euro: 43,3% frente al 48,6% del PIB. Se ingresa menos y se gasta menos. La convergencia real est¨¢ muy lejos.

Hace 70 a?os que muri¨® Keynes. Pero lo importante es que hace 80 que se public¨® su Teor¨ªa general del empleo, el inter¨¦s y el dinero. En esta coyuntura falta una nueva teor¨ªa general. La importancia del genial economista de Cambridge estriba no s¨®lo en su condici¨®n de progenitor de las pol¨ªticas de est¨ªmulo, sino en proporcionar una teor¨ªa general que explica c¨®mo caen las econom¨ªas en recesi¨®n e indica las pol¨ªticas e instituciones necesarias para mantenerse fuera de ellas. No hay salida a las crisis mayores del capitalismo (como la Gran Depresi¨®n) si no es activando el papel de la demanda mundial a trav¨¦s de la actuaci¨®n de los Gobiernos. Se manifiesta en contra de los economistas y los pol¨ªticos ortodoxos que miran hacia otro lado mientras cae la actividad econ¨®mica porque creen que ello act¨²a como el aceite de ricino y depura los excesos, independientemente de los sufrimientos que genera. Las depresiones y las recesiones no son el s¨ªntoma de que el capitalismo est¨¦ enfermo sino de que es inestable por naturaleza. Las ca¨ªdas deben verse como cat¨¢strofes provocadas por las pol¨ªticas del hombre, no como la aparici¨®n de Dios o de la naturaleza.

En su Teor¨ªa general escribe Keynes: ¡°La dificultad no radica en las nuevas ideas sino en escaparse de las viejas que, para quienes hemos recibido la formaci¨®n m¨¢s convencional, se ramifican hasta alcanzar cada esquina de nuestras mentes¡±. C¨®mo no acordarse de ello cuando se aprecian los disparates de la pol¨ªtica fiscal.