El primer trimestre, mejor de lo previsto
Muchas reformas esperan al pr¨®ximo Gobierno, entre ellas varias relacionadas con el mercado laboral
La ¨²ltima ha sido una semana fruct¨ªfera en cuanto a indicadores de la coyuntura espa?ola, no s¨®lo por la cantidad de informaci¨®n conocida, sino por lo que se deduce de ella: la econom¨ªa no parece acusar el empeoramiento del contexto internacional y la incertidumbre pol¨ªtica interna, y sigue creciendo al mismo ritmo que en la segunda mitad del pasado a?o. Muchos indicadores apuntan a una desacelaraci¨®n, pero otros la compensan. Seg¨²n el avance del crecimiento del PIB, este aument¨® en el primer trimestre un 0,8% sobre el trimestre anterior, lo mismo que en los dos trimestres precedentes. Esta tasa es superior en dos d¨¦cimas a la prevista por el consenso de Funcas y en una a la estimada recientemente por el Banco de Espa?a. Como referencia, el crecimiento en la zona euro fue del 0,6% y en los EE.UU., de s¨®lo una d¨¦cima.
La prueba del algod¨®n la constituye la evoluci¨®n del empleo. Ya la estad¨ªstica mensual de afiliados a la Seguridad Social nos vino a decir que el ritmo de crecimiento de este en el primer trimestre no se hab¨ªa resentido, y la EPA, conocida esta semana, lo ha corroborado. Es cierto que el dato original muestra un descenso de los ocupados de 64.600, pero esta cifra no nos indica nada sobre la tendencia del empleo. Nunca entender¨¦ por qu¨¦ en Espa?a siguen public¨¢ndose y analiz¨¢ndose los datos coyunturales sin corregir la estacionalidad. Al no hacerlo, uno escucha y lee las mayores banalidades posibles, una especie de torre de Babel que, m¨¢s que informar, desinforma y confunde al ciudadano. Pues bien, el dato importante no es el anterior, sino que el n¨²mero de ocupados, utilizando la serie desestacionalizada, ha aumentado en casi 160.000 personas. La tasa de crecimiento trimestral es del 0,9%, una d¨¦cima m¨¢s que la del trimestre anterior. Tomando un poco m¨¢s de perspectiva, en los ¨²ltimos cuatro trimestres el empleo ha acumulado un crecimiento del 3,3% (575.000 ocupados en t¨¦rminos absolutos). Y desde que este empez¨® a recuperarse, el aumento ha sido de 1,1 millones, cifra importante, pero que no supone todav¨ªa m¨¢s que el 30% del empleo perdido en los a?os de recesi¨®n.
Tanto la tasa trimestral como la interanual del empleo son muy similares al crecimiento del PIB, lo que, si bien es positivo porque mucha gente puede acceder a un puesto de trabajo, plantea muchas dudas acerca de la calidad de dicho crecimiento y del empleo que se est¨¢ creando (la productividad no avanza), que no es la que nos debe acercar al modelo econ¨®mico de las sociedades m¨¢s avanzadas. En este sentido, muchas reformas esperan al nuevo Gobierno tras las pr¨®ximas elecciones, entre ellas varias relacionadas con el mercado laboral. Ahora bien, en este ¨²ltimo caso debemos tener cuidado con lo que se hace (o deshace), pues cualquier reforma no deber¨ªa olvidar que la creaci¨®n de empleo es el objetivo n¨²mero uno en la actual coyuntura.
Nunca entender¨¦ por qu¨¦ en Espa?a siguen public¨¢ndose y analiz¨¢ndose los datos coyunturales sin corregir la estacionalidad
Ello es as¨ª porque, a pesar de que est¨¢ descendiendo a buen ritmo, la tasa de paro a¨²n se sit¨²a por encima del 20%. En el primer trimestre el n¨²mero de parados descendi¨® en 130.000 (el lector habr¨¢ o¨ªdo que aument¨® en 11.900, pero esta es la cifra original, la que no nos dice casi nada). La tasa de paro desestacionalizada descendi¨® seis d¨¦cimas porcentuales, hasta el 20,3% de la poblaci¨®n activa. En el ¨²ltimo a?o esta tasa se ha reducido 2,8 puntos, el ritmo m¨¢s r¨¢pido de la UE despu¨¦s del peque?o Chipre.
El paro descendi¨® menos de lo que creci¨® el empleo porque se produjo un aumento, tambi¨¦n sobre la serie desestacionalizada, de la poblaci¨®n activa. Sin embargo, la tendencia de esta es ligeramente descendente, de forma que en los ¨²ltimos cuatro trimestres ha ca¨ªdo un 0,3%. Ello no debe interpretarse como un efecto des¨¢nimo, sino que es consecuencia del descenso de la poblaci¨®n en edad de trabajar (16 a 64 a?os). De hecho, la tasa de actividad o de participaci¨®n referida a dicha poblaci¨®n, que se sit¨²a en el 75,5%, es ligeramente superior a la de un a?o antes.
?ngel Laborda es director de coyuntura de Funcas.
El consumo pulsa fuerte
Una de la causas de que el crecimiento de la econom¨ªa espa?ola mantenga el ritmo de avance de los trimestres anteriores es la fortaleza del consumo y del turismo exterior e interior.
Los indicadores de confianza de los consumidores muestran un deterioro en el primer trimestre (el dato de marzo vuelve a mejorar ligeramente), pero parece que ello no se ha plasmado en un descenso de su gasto real. No tenemos a¨²n el detalle de los componentes del PIB, pero los indicadores as¨ª lo atestiguan. Uno de ellos es el ?ndice de Comercio al por Menor, que, una vez corregidos los factores estacionales y de calendario laboral, aument¨® en marzo un 0,5% a precios constantes respecto a febrero. El conjunto del primer trimestre registra una tasa trimestral anualizada del 3,3%, s¨®lo unas d¨¦cimas menos de la tasa del trimestre anterior.
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