La firma de servicios petroleros Halliburton abandona la compra de Baker Hughes
La Administraci¨®n de Barack Obama torpede¨® operaciones empresariales por valor de 400.000 millones de d¨®lares
La compa?¨ªa de servicios petroleros Halliburton opt¨® finalmente por abandonar la compra de Baker Hughes, tras los problemas que plante¨® la Administraci¨®n de Barack Obama a la operaci¨®n. Es la ¨²ltima gran corporaci¨®n estadounidense que se ve forzada a renunciar a un acuerdo multimillonario. Hace menos de un mes fue Pfizer la que tuvo que dejar caer la compra de Allergan. El valor de las operaciones frutadas bajo la presidencia del dem¨®crata ronda los 400.000 millones de d¨®lares (347.320 millones de euros).
La fusi¨®n de Halliburton, la segunda compa?¨ªa de la industria por detr¨¢s de Schlumberger, y Baker Hughes, la tercera, estaba valorada en 35.000 millones de d¨®lares (30.400 millones de euros). La operaci¨®n plante¨® dudas a los reguladores de varios pa¨ªses por el temor de que la uni¨®n da?ara la competencia. Pero qued¨® claro que las partes no podr¨ªan seguir adelante con la transacci¨®n cuando hace un mes el Departamento de Justicia inici¨® una acci¨®n legal para bloquearla.
Halliburton anunci¨® la compra de Baker Hughes en noviembre de 2014, cuando el precio del petr¨®leo entraba en barrena por el exceso de producci¨®n y la baja demanda. Las compa?¨ªas de servicios petroleros son las m¨¢s expuestas a las tensiones que vive la industria energ¨¦tica. Pero los reguladores consideran que la operaci¨®n habr¨ªa eliminado la competencia en 23 productos y servicios. Las condiciones impuestas hac¨ªan inviable la fusi¨®n en las condiciones actuales del mercado.
¡°La decisi¨®n de abandonar la transacci¨®n es una victoria para la econom¨ªa de EE UU y para todos los estadounidenses¡±, valor¨® la fiscal general, Loretta Lynch. Es el ¨²ltimo ejemplo del intervencionismo que defini¨® el doble mandato de Barack Obama tras el estallido de la crisis financiera. Entonces dej¨® claro a Wall Street que la estrategia de dar valor a los accionistas no se iba a hacer a expensas del consumidor ni de la creaci¨®n de empleo, y advirti¨® que ser¨ªa agresivo.
En esa batalla por preservar la competencia y proteger la econom¨ªa se opuso hace cinco a?os a que el operador AT&T adquiriera T-Mobile USA, en una operaci¨®n valorada en 39.000 millones (33.863 millones de euros). Tambi¨¦n en el sector de las telecomunicaciones forz¨® el a?o pasado que descarrilara la compra de Time Warner Cable por parte de Comcast, por 71.000 millones. El argumento en ambos casos es que estas operaciones iban a crear actores demasiado grandes, que iban a definir el juego.
Doble frente
El motivo del ataque a Pfizer fue diferente. La farmac¨¦utica dise?¨® la compra de la irlandesa Allergan, una operaci¨®n valorada en 190.000 millones, para trasladar su sede fiscal fuera de Estados Unidos y as¨ª reducir el pago de impuestos. Es lo que intent¨® hacer tambi¨¦n AbbVie con los 55.000 millones que ofreci¨® por Shire. En ambos casos la operaci¨®n se vio frustrada por el Tesoro de EE UU, que modific¨® las reglas para hacer estas transacciones m¨¢s costosas.
Este doble frente de ataque la Administraci¨®n Obama frustr¨® seis grandes fusiones valoradas en m¨¢s de 10.000 millones. Se podr¨ªa incluir tambi¨¦n la tentativa del operador del Nasdaq por el New York Stock Exchange. Tambi¨¦n se est¨¢ revisando con lupa la fusi¨®n de las cadenas Staples y Office Depot o entre las aseguradoras Anthem y Cigna. Tampoco gustan algunos t¨¦rminos planteados por Anheuser-Busch inBev para proceder a la adquisici¨®n de SABMiller.
Como se?alan los expertos, las agencias son ahora m¨¢s agresivas a la hora de imponer las condiciones que tienen que cumplir las empresas para preserva la competencia. Bajo el mandato del expresidente Bill Clinton cayeron dos grandes fusiones: Lockheed Martin y Northrop Grumman en el ¨¢mbito de la defensa y MCI WoldCom y Sprint en el de las telecomunicaciones. Esta mano dura, junto a las tensiones en el mercado, explica que las cancelaciones de fusiones crecieron un 63%.
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