Laminados por el acero chino
Trabajadores y empresarios de la siderurgia luchan contra una crisis importada de Asia y agravada en Espa?a por el precio de la energ¨ªa
El ruido de los trenes de laminaci¨®n y de los hornos ya no se siente en Sestao (Bizkaia), ni en Zum¨¢rraga (Gipuzkoa). Miles de familias que viv¨ªan al calor de los Altos Hornos de Sestao est¨¢n viendo c¨®mo se extingue su llama y su futuro. El baj¨ªsimo precio del acero chino, y el elevado coste de la electricidad y de la chatarra est¨¢ cerrando temporalmente las plantas vascas de las que sale el 30% de la producci¨®n espa?ola y poniendo en apuros a las del resto del Estado. Patronal y sindicatos coinciden en que si la UE no protege al sector con m¨¢s medidas antidumping y el Gobierno espa?ol no influye para bajar el precio de la electricidad, los cierres definitivos ser¨¢n un hecho en pocos meses. La puntilla puede llegar a finales de a?o si la Uni¨®n Europea le otorga a China la consideraci¨®n de una econom¨ªa de libre mercado al quedar inservibles las medidas de defensa contra lo que el sector denomina ¡°importaciones desleales¡± del gigante asi¨¢tico. Ahora el enemigo no est¨¢ dentro.
Las tradicionales batallas entre los sindicatos y los patronos han dado paso a una guerra en la que ambos comparten trinchera. El pasado 15 de febrero todos marcharon juntos por las calles de Bruselas, incluidos los europarlamentarios de los pa¨ªses afectados, para pedir a la UE que blinde al acero y a sus productos del dumping chino. ¡°Bueno, todos no, faltaba el exministro de Industria espa?ol, Jos¨¦ Manuel Soria¡±, critica un portavoz oficial del Gobierno vasco. ¡°La inacci¨®n del Gabinete de Mariano Rajoy es alarmante. Tiene en su mano influir en el precio de la energ¨ªa que penaliza doblemente a la industria espa?ola, pero no est¨¢. Han dejado solo al sector¡±, descalifica esta fuente del departamento vasco de Industria y Competitividad.
Espa?a no suscribi¨® la carta enviada por los ministros de los principales pa¨ªses comunitarios con una industria sider¨²rgica potente -Alemania, Francia, Luxemburgo, Italia, Polonia, B¨¦lgica y Reino Unido- a la Comisi¨®n Europea con la petici¨®n de que implanten medidas para paliar la competencia desleal generada por las importaciones de acero chino a precios de dumping. El panorama es muy dif¨ªcil. En Gran Breta?a, Tata Steel ya ha puesto a la venta su negocio que emplea a 15.000 personas. Italia puso en enero a la venta la planta sider¨²rgica del grupo Ilva, en Taranto, el complejo industrial dedicado al acero m¨¢s grande de Europa, aunque el origen de sus problemas fue medioambiental. El viernes se conoci¨® que la brasile?a Gerdau ha vendido la divisi¨®n en Espa?a dedicada a la producci¨®n de aceros especiales por 155 millones a Clerbil SL.
En el Pa¨ªs Vasco, que alberga la mitad de las plantas espa?olas, Arcelor Mittal tiene paradas las de Sestao y Zum¨¢rraga, y el resto de productores est¨¢n muy preocupados. Nervacero est¨¢ sufriendo por la ca¨ªda de precios y la subida de su materia prima, la chatarra, mientras que Sidenor Gerdau y Olarra, centradas en aceros especiales, aunque afectadas, van mejor. Tubos Reunidos y Tubacex que trabajan para el sector Oil&Gas sufren por el bajo precios del petr¨®leo. En Euskadi el sector del acero se agrupa en torno a 110 empresas que dan empleo a 15.000 personas, de las 60.000 que trabajan en el sector en el total de Espa?a. El pasado a?o las empresas vascas del sector facturaron 5.000 millones de euros -el 60% procedente de la exportaci¨®n-. En el caso de las acer¨ªas, el peso de Euskadi en Espa?a es algo superior.
Las plantas vascas producen el 29% del total del acero, emplean a 4.500 personas y el pasado a?o su facturaci¨®n ascendi¨® a 1.700 millones. El sector sider¨²rgico vasco supone el 37% del PIB industrial de la comunidad aut¨®noma. ¡°En Sestao y en otras plantas se ha producido la tormenta perfecta. Imposible competir con los precios chinos, con una electricidad car¨ªsima y la materia prima, la chatarra, disparada¡±, explica Jos¨¦ Ram¨®n Manso. Entr¨® a trabajar a uno de los altos hornos de Sestao en 1976. Detr¨¢s de ¨¦l las explanadas de carga de camiones est¨¢n absolutamente vac¨ªas. Donde llegaron a trabajar 14.000 personas ahora quedan 335 y en ERE hasta final de a?o. ¡°Hay dos Europas¡±, explica el director de Comunicaci¨®n y Responsabilidad Corporativa de Arcelor Mittal, Alberto Carrero. ¡°Una, la afectada por el dumping chino que lucha para que la UE proteja sus productos, y otra que es mucho m¨¢s laxa a la hora de exigir la defensa del sector¡±. Ese es parte del problema, que no hay unanimidad en la contundencia de las medidas que se deben aplicar, lamenta.
Fuentes del sector critican que frente a la postura de Estados Unidos, que penaliza la bajada de precios de los productos chinos con aranceles inmediatos y con car¨¢cter retroactivo, la UE es un coladero por el que se filtra el acero asi¨¢tico. A finales de a?o la Organizaci¨®n Mundial del Comercio tendr¨¢ que decidir si otorga a China el estatus de econom¨ªa de mercado, al expirar el protocolo de adhesi¨®n que ha estado vigente durante los ¨²ltimos 15 a?os. La comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmstr?m, advirti¨® en el Parlamento europeo el pasado 2 de febrero de que, sin medidas paliativas ante el dumping chino, la UE podr¨ªa perder hasta 188.000 empleos en los sectores afectados. Hay quienes defienden, como Eurofer, que no solo el acero se ver¨ªa comprometido, sino otros muchos sectores hasta poner en peligro 3,5 millones de puestos de trabajo. Hasta ahora Europa ha interpuesto 15 medidas antidumping contra China, pero las exportaciones siguen avanzando.
Cierre hasta final de a?o
¡°Si sucede eso y a China se le quitan las barreras a la exportaci¨®n sin medidas paliativas estoy convencido de que las multinacionales del acero van a comenzar un proceso imparable de deslocalizaciones con las consecuencias econ¨®micas, laborales y sociales que eso puede tener¡±, explica Antonio R¨ªos. Responsable de la Federaci¨®n del Metal en UGT Euskadi, R¨ªos entr¨® a la extinta Altos Hornos de Vizcaya cuando garantizaba un empleo estable a unas 14.000 personas, las mismas que ahora tiene todo el sector en Euskadi. ?l, la segunda generaci¨®n de su familia, entr¨® con otros 1.600 estudiantes de maestr¨ªa cuando ten¨ªa 17 a?os. Ahora en la ACB son 335 en la plantilla, la planta est¨¢ cerrada hasta final de a?o, de momento y, lo que es peor, tienen la extra?a sensaci¨®n de enfrentarse a una crisis en la que tienen las manos y el futuro atados a la espalda.
I?aki Malda, l¨ªder de UGT en Avil¨¦s (Asturias), lamenta que lleguen a la costa espa?ola barcos de China sin cliente. Van cargados de bobinas y planchones gruesos y esperan ah¨ª a ¡°lo que les den¡±. ¡°Vas al barco, pujas y te lo llevas. Esto est¨¢ laminando nuestra industria¡±, sostiene Malda. Hace menos de dos a?os se pagaban entre 120 y 140 euros por una tonelada de mineral de hierro, ahora est¨¢ en 20 euros, y podr¨ªa bajar a 13 euros. Sin embargo, el mercado de la chatarra est¨¢ disparado. La direcci¨®n del segundo productor privado europeo de productos largos, la catalana Celsa Group lo tiene claro: ¡°China no es una econom¨ªa de mercado¡± y si Europa le da esa consideraci¨®n dejar¨ªan de tener valor los actuales c¨¢lculos para fijar los aranceles antidumping. ¡°Quedar¨ªan inservibles los actuales instrumentos de defensa comercial frente a las importaciones desleales procedente de China¡±. Creen como el resto de miembros de la patronal del metal que ser¨ªa el principio del fin del sector como ahora lo conocemos. ¡°Importar acero barato de pa¨ªses que no mantienen los elevados est¨¢ndares ambientales y sociales que mantenemos en Europa supone importar CO2 y exportar puestos de trabajo".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.