Fain¨¦ se afianza en el grupo
El paso de la presidencia de CaixaBank a la de la Fundaci¨®n supondr¨¢ afrontar grandes retos para el veterano banquero
Isidro Fain¨¦ (Manresa, 1942) anuncia hoy el abandono de la presidencia de CaixaBank, el tercer banco espa?ol. Este catal¨¢n, considerado uno de los ejecutivos m¨¢s influyentes de Espa?a, continuar¨¢ dirigiendo el imperio de La Caixa desde la presidencia de la Fundaci¨®n Bancaria, que es due?a del holding industrial Criteria (con participaciones en Gas Natural, Abertis, Suez, Saba, Cellnex, etc.) y propietaria del 47% de CaixaBank, que acumula recursos de clientes por 296.000 millones, adem¨¢s de participaciones en Telef¨®nica y Repsol. Con este movimiento, Fain¨¦ cumple con la normativa espa?ola (exige estar al frente del banco o de la Fundaci¨®n) y con las preferencias del Banco Central Europeo (BCE), que apuesta por ejecutivos m¨¢s j¨®venes: su sustituto, Jordi Gual, economista jefe del banco, tiene 59 a?os.
Fain¨¦, que entr¨® en La Caixa 1981, tom¨® las riendas de la entidad en 1999, cuando fue nombrado director general. En 2007 fue nombrado presidente ejecutivo, en lugar de Ricardo Fornesa. En los ¨²ltimos 17 a?os, la entidad se ha transformado completamente: el activo total se ha multiplicado 4,64 veces, hasta los 344.000 millones; el patrimonio ha crecido 5,2 veces; los clientes se han duplicado (hasta 13,8 millones), cuenta con 5.211 oficinas con 32.242 empleados. La obra social, una de los emblemas del grupo, ha pasado de tener un presupuesto de 139 millones a 500 millones, 3,6 veces m¨¢s. El beneficio ha sido m¨¢s variable, como producto de la crisis y las provisiones, ya que en 1999 gan¨® 728 millones frente a los 273 millones de marzo de 2016.
Fain¨¦ conoci¨® la banca antes de llegar a La Caixa. A punto de cumplir 74 a?os (el 10 de julio pr¨®ximo, lleva 52 a?os en el sector, lo que le convierte en el ejecutivo m¨¢s experto. Se incorpor¨® a La Caixa procedente de Bankuni¨®n, un banco industrial que quebr¨® en 1982. Antes estuvo en el Banco Atl¨¢ntico, una entidad en Paraguay y en la Banca Jover.
Cinco crisis vividas
Ha vivido la crisis del petr¨®leo de finales de los setenta, que desemboc¨® en las primeras quiebras bancarias de la democracia, la ca¨ªda de los bancos de Rumasa, la crisis econ¨®mica de los noventa, as¨ª como la de las puntocom en los 2000. Pero, sobre todo, ha pilotado la entidad durante la Gran Recesi¨®n que arranc¨® en 2007 y a¨²n no se ha cerrado. En Espa?a, la peor parte se la llevaron las cajas, agrupadas en la CECA, la Confederaci¨®n presidida por Fain¨¦. Este fue un cap¨ªtulo doloroso para este catal¨¢n que siempre ha defendido este modelo de banca social.
El Grupo La Caixa salv¨® el golpe inmobiliario gracias a la fortaleza de capital, que le permiti¨® realizar hasta cinco compras de bancos (alguna con ayudas p¨²blicas), as¨ª como por los grandes beneficios de su aseguradora y por los r¨¦ditos de las empresas participadas.
En 2011 cre¨® CaixaBank para adaptarse a la nueva normativa de la UE, banco que sali¨® a cotizar en julio de ese a?o. En 2014, Fain¨¦ vivi¨® un momento amargo por el enfrentamiento con Juan Mar¨ªa Nin, consejero delegado del banco, que fue cesado en julio de 2014. El sustituto fue Gonzalo Gort¨¢zar (Madrid, 1965), actual hombre de confianza de Fain¨¦ en el banco, procedente de Morgan Stanley, donde estuvo 16 a?os.
Fain¨¦ tiene un perfil de ejecutivo hecho a s¨ª mismo: empez¨® a trabajar a los 13 a?os y confiesa p¨²blicamente sus or¨ªgenes humildes recordando que ense?¨® a leer a su madre. Con su amplia experiencia, ahora afronta un reto dif¨ªcil: recuperar la rentabilidad, con un largo panorama de bajos tipos de inter¨¦s. Adem¨¢s, los m¨¢rgenes tambi¨¦n est¨¢n sufriendo por la competencia en los cr¨¦ditos, mientras deben seguir limpiando el balance del ladrillo contaminado y se adaptan a la digitalizaci¨®n del sector.
CaixaBank ha apostado por las oficinas y, al mismo tiempo, por la banca on line, lo que le ha subido los gastos. A medio plazo, creen que es una estrategia ganadora, pero el mercado le est¨¢ castigando porque espera un plan de cierre de sucursales y reducci¨®n de costes. Por si esto fuera poco, como admite Fain¨¦, la m¨²sica de fondo es la p¨¦rdida de prestigio de las entidades, otra dificultad m¨¢s.
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