?Cu¨¢ntos kilos de basura generamos al segundo?
En 2025 se producir¨¢n 6 millones de toneladas de residuos al d¨ªa, el doble del nivel actual
Basura generada en España Kilos
- En hogares
- En actividades económicas
- Total
Si usted ronda los 70 kilos, estimaci¨®n muy cercana a la media espa?ola, sepa que produce al a?o m¨¢s de seis veces su propio peso en basura. Seis veces en latas aplastadas, envases rotos, comida desperdiciada y aparatos electr¨®nicos estropeados, entre otros.
?C¨®mo est¨¢n calculadas las cifras del reloj?
Los cifra de generaci¨®n de basura que muestra el contador se ha calculado a partir de los ¨²ltimos datos ofrecidos por Eurostat, un informe recogido tambi¨¦n por el Ministerio de Medio Ambiente. Seg¨²n estas cifras, la basura generada en Espa?a en un a?o se desglosa en:
- Basura proveniente de los hogares: 21.224.000.000 kilos
- Basura proveniente de las actividades econ¨®micas: 97.338.000.000 kilos
- Basura total generada en Espa?a: 118.562.000.000 kilos
Estos totales se han dividido entre los segundos que tiene un a?o para simular la producci¨®n continuada de basura en las tres categor¨ªas mostradas.
As¨ª, el reloj muestra la cantidad de basura acumulada en proporci¨®n al d¨ªa del a?o en el que estamos.
Cada espa?ol genera unos 440 kilos de residuos en el hogar, y la suma de todos los hogares del pa¨ªs arroja unos 21 millones de toneladas de desperdicios al a?o. Estas magnitudes, si bien enormes, palidecen al ponerlas en la balanza planetaria: en el mundo se contabilizan al d¨ªa m¨¢s de 3,5 millones de toneladas de desechos, seg¨²n un informe del Banco Mundial. Al a?o la cifra se eleva a unos 1.300 millones de toneladas en total.
Si este fen¨®meno contin¨²a creciendo al ritmo actual, en 2025 se producir¨¢n unos seis millones de toneladas de residuos al d¨ªa, en base al estudio citado. Y en 2100, aunque muchas cosas pueden cambiar hasta entonces, se estima que la generaci¨®n llegue hasta los once millones de toneladas diarias. Una asfixiante avalancha de desechos de todos los tama?os y formas que conllevan un problema cada vez m¨¢s perentorio: la necesidad de espacio.
"Hace unos a?os visit¨¦ un municipio de S?o Paulo para inspeccionar c¨®mo se trataba all¨ª la basura", cuenta Graham Alabaster desde Ginebra, responsable de UNHABITAT, departamento dependiente de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud dedicado a la sostenibilidad y el medio ambiente. "Los vertederos estaban desbordados y el sitio alternativo m¨¢s cercano estaba a 50 kil¨®metros de distancia. Toda la gesti¨®n del vertido hab¨ªa sido privatizada y los operadores solo quer¨ªan maximizar la cantidad de residuos depositados. El resultado fue una acumulaci¨®n de materiales nocivos cuyo tratamiento cost¨® un mill¨®n de d¨®lares al mes".
En Espa?a el 60% de la basura va directa al vertedero, una tasa que dobla la media comunitaria. "Los residuos mal gestionados conllevan contaminaci¨®n, olores, molestias, mala imagen en las ciudades y contribuyen al efecto invernadero. De ah¨ª lo importante de convertir la basura en recurso y cerrar el c¨ªrculo lo m¨¢s pr¨®ximo a donde se genera. Esto evitar¨¢ efectos ambientales irreversibles", apunta Jos¨¦ Vicente L¨®pez ?lvarez, director de la c¨¢tedra de Medio Ambiente de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid, y a?ade: "La idea de vertido cero pasa por el concepto de residuo cero. Hay que cambiar los h¨¢bitos de consumo de la poblaci¨®n espa?ola para evitar el despilfarro".
"Se nos caducan los alimentos en el paquete y directamente los tiramos: la t¨ªpica lata que se queda en el armario. Entre el 5-8% de la basura son alimentos nuevos", incide Javier Agirre, director del IHOBE, sociedad p¨²blica del Gobierno vasco dedicada al desarrollo ambiental. "Hay que evitar ese despilfarro no s¨®lo a nivel dom¨¦stico, sino en mercados, grandes superficies y en hosteler¨ªa", se?ala L¨®pez ?lvarez. En septiembre de 2015 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprob¨® los objetivos de desarrollo sostenible para 2030, entre los que se incluye reducir a la mitad el desperdicio de comida por habitante en la venta al por menor.
Alabaster centra el origen de estos problemas en el lugar donde vivir¨¢ el 70% de la poblaci¨®n mundial en 20 a?os: las ciudades.
El foco en la ciudad
"Hay un escaso inter¨¦s en fabricar productos que duren y un gran aumento del empaquetado, sobre todo en las urbes", explica Alabaster. "El estilo de vida de muchos pa¨ªses ha evolucionado hacia una sociedad pura de consumo".
Un modelo econ¨®mico que alcanza su cenit en las ciudades, tanto en las consolidadas de las naciones ricas como en las que emergen de forma descontrolada en los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo. En estos fren¨¦ticos n¨²cleos de fabricaci¨®n y consumo anida buena parte del problema. La basura generada en ellos es suficiente para llenar una fila de camiones de 5.000 kil¨®metros, y en los pr¨®ximos 10 a?os, seg¨²n datos del Banco Mundial, la producci¨®n de desperdicios pasar¨¢ de 680 millones de toneladas al a?o a 2.200 millones.
La quema de basura, un problema para la salud
"Al a?o mueren 3,7 millones de personas por la contaminaci¨®n del aire", afirma Mar¨ªa Neira, directora de salud p¨²blica de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud. "La quema incontrolada de residuos contribuye en gran medida a la insalubridad del aire que respiramos".
La inhalaci¨®n de este aire t¨®xico provoca, entre otras, enfermedades cardiovasculares y neuronales, c¨¢ncer de pulm¨®n e infartos cerebrales. "En la combusti¨®n incompleta de los desechos se producen part¨ªculas nocivas que entran en los pulmones y en la circulaci¨®n, y que acaban penetrando en la cadena alimentaria", explica Neira. "Estas pr¨¢cticas son muy comunes en pa¨ªses como Nigeria, en zonas urbanas del sudeste asi¨¢tico y del Pac¨ªfico este. Tambi¨¦n en las grandes urbes emergentes sin planificaci¨®n urbana".
La basura tiene "un impacto tremendo en la salud": "Hay que mejorar, junto a las compa?¨ªas, la retirada de productos. Hay much¨ªsimos ni?os que siguen recogiendo bater¨ªas de plomo y que desarrollan enfermedades cognitivas y neuronales por el simple contacto con esta basura electr¨®nica", dice Neira. "El problema es que haya un mercado para estos residuos".
En la ¨²ltima Asamblea Mundial de la Salud se aprob¨® un plan global sobre basura y salud. Las claves: apuntar al desarrollo urbano sostenible y saludable y planificar "con cabeza y recursos", afirma Neira.
En la misma direcci¨®n apunta Agirre: "Una relaci¨®n bastante probada es que a mayor nivel de vida de una sociedad o pa¨ªs mayor nivel de generaci¨®n de residuos", explica. Solo en los pa¨ªses de la OCDE se generan 572 millones de toneladas de basura al a?o, el 44% de la generaci¨®n global. Seg¨²n el Banco Mundial, adem¨¢s, el 46,7% de los desechos provienen de los pa¨ªses de renta alta.
"Se habla que no tenemos un planeta B como alternativa al agotamiento de los recursos naturales de la Tierra. Los problemas siguen siendo muchos, pero hay uno esencial que no debemos olvidar: la poblaci¨®n mundial crece a un ritmo elevado y los recursos son limitados", recuerda L¨®pez ?lvarez.?Alabaster advierte de que no se puede esperar para actuar: "Solo se centra la atenci¨®n medi¨¢tica cuando hay un brote de alguna enfermedad derivada de la acumulaci¨®n de la basura, como por ejemplo lo que sucedi¨® en N¨¢poles hace unos a?os".
Tras la Cumbre de Par¨ªs sobre el clima de 2015 se concluy¨® que, si no se toman medidas, el planeta podr¨ªa colapsar en 2050. No habr¨ªa suficientes alimentos ni agua potable para mantener a toda la poblaci¨®n mundial. Pero la soluci¨®n "est¨¢ ah¨ª": "Innovaci¨®n, sostenibilidad ambiental y concienciaci¨®n: los residuos son recursos y, por tanto, materiales", apostilla L¨®pez ?lvarez. O dicho de otra manera por Agirre: "Deber¨ªamos emular a la naturaleza. Deber¨ªamos poder producir residuos y luego reciclarlos aliment¨¢ndonos de ellos".
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