Negacionistas de la desigualdad
El debate se centra en las pol¨ªticas distributivas necesarias para corregir la gran inequidad
Un debate ideol¨®gico ha llegado: c¨®mo combatir la creciente desigualdad que ha puesto a Espa?a en los primeros lugares de la clasificaci¨®n de inequidad en el continente europeo. ?Es preciso concentrarse en el crecimiento econ¨®mico y, a trav¨¦s de ¨¦l, en la mejora del mercado de trabajo (m¨¢s empleos y de mejor calidad), o las ra¨ªces estructurales del problema en nuestro pa¨ªs hacen que, aun disminuyendo el paro, se mantendr¨ªan niveles de desigualdad insoportables y habr¨ªa que modificar la estructura salarial, tocar las rentas del capital y cambiar los sistemas de prestaciones? Los acad¨¦micos se han puesto a discutirlo.
Los negacionistas de la desigualdad en Espa?a son los mismos que los del cambio clim¨¢tico. De ellos se trata solo de saber qui¨¦n los financia. El debate es otro, aunque apenas haya llegado al mundo de la pol¨ªtica porque la derecha ni lo menciona. Sin embargo, la desigualdad se ha colado en el centro de la pol¨¦mica en Occidente y en todas las opciones pol¨ªticas, dejando de ser un argumento casi exclusivo de los socialdem¨®cratas. Economistas como Piketty, Stiglitz, Atkinson, Zucman, S¨¢ez... e instituciones como la OCDE o el FMI la han situado en el coraz¨®n de las caracter¨ªsticas del sistema capitalista actual.
Dos estudios publicados en Fedea, una f¨¢brica de ideas en cuyo patronato est¨¢n las principales empresas del Ibex 35, son significativos de ese debate. El primero, del catedr¨¢tico Luis Ayala, uno de los mejores expertos en temas de desigualdad, es de los que defienden que para que Espa?a recupere el bienestar social perdido por d¨¦cadas de inequidad se precisa no solo de crecimiento econ¨®mico y creaci¨®n de empleo (durante la larga etapa de bonanza en la que el paro registr¨® sus tasas m¨¢s bajas los indicadores de desigualdad apenas variaron), sino modificar los rasgos b¨¢sicos del modelo distributivo: bajos salarios, rentas del capital, limitaciones del sistema de prestaciones sociales para moderar la dispersi¨®n del sistema de prestaciones sociales, etc¨¦tera.
Los negacionistas de la desigualdad en Espa?a son los mismos que los del cambio clim¨¢tico. De ellos se trata solo de saber qui¨¦n los financia
El texto de Ayala ha sido criticado por el director de Fedea, ?ngel de la Fuente y por Jorge Onrubia, que piensan que el primero da un ¡°mensaje demasiado alarmista¡±; y una ¡°imagen demasiado sombr¨ªa de una Espa?a que est¨¢ entre los pa¨ªses m¨¢s desiguales de nuestro entorno y que ha perdido en pocos a?os todo lo avanzado en esta materia durante las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas¡±. De la Fuente y Onrubia concluyen que la prioridad es la creaci¨®n de empleo (en otro estudio, Rafael Domenech, del BBVA, dice que la tasa de desempleo explica casi un 80% de las variaciones en la desigualdad) y mejorar su calidad con el fin de reducir la desigualdad en las rentas primarias ¡ªlo que entre otras cosas pasar¨ªa por resolver el grave problema que supone la dualidad del mercado de trabajo¡ª, as¨ª como pol¨ªticas activas que permitan integrar el mayor n¨²mero posible de personas al mercado laboral, para lo que podr¨ªa ser necesaria una subida de impuestos.
Convendr¨ªa que este debate se agrandara con otras aportaciones, ya que hay coincidencia entre unos y otros en lo que dice el FMI: la desigualdad puede socavar el progreso social, causar la inestabilidad pol¨ªtica y econ¨®mica que reduce la inversi¨®n, y rebajar el consenso social necesario para moderar los efectos de posibles shocks macroecon¨®micos adversos, limitando el ritmo y la duraci¨®n del crecimiento.
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