?Qu¨¦ alimentos tiramos al cubo de basura con m¨¢s frecuencia?

Olvido, escaso inter¨¦s o torpeza. La raz¨®n por tirar comida es diferente en cada hogar, pero el resultado es el mismo: contribuir al derroche de alimentos que a escala global ata?e a un tercio de la producci¨®n, lo que seg¨²n la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO) se corresponde?a 1.300 millones de toneladas de comestibles. En los pa¨ªses industrializados, donde impera la cultura del usar y tirar, no sorprende que el grueso del despilfarro se perpetre entre las paredes dom¨¦sticas. Una p¨¦rdida que, seg¨²n la Comisi¨®n Europea, se podr¨ªa reducir en un 60%. ?

M¨¢s informaci¨®n

?Los tomates van a la nevera? Cinco claves para conservar la comida

?De verdad compras lo que quieres? As¨ª consigue el supermercado que piques

As¨ª es como malgastas energ¨ªa (y dinero) en la cocina

La (falta de) conciencia del despilfarro

El despilfarro de comida no tiene coto en Espa?a

El desperdicio de comida es un problema tanto econ¨®mico como social y medio ambiental: no solo deja patente la desigualdad entre continentes, sino incrementa la emisi¨®n de gas de efecto invernadero. Espa?a tiene un peso espec¨ªfico importante en este escenario: es el s¨¦ptimo pa¨ªs europeo que m¨¢s comida tira a la basura, 7,7 millones de toneladas, y los hogares son responsables del 42% de este derroche, seguidos por la industria de alimentaci¨®n. Para identificar las causas de esta sangr¨ªa y limitarla a la mitad para 2020, tal y como marca la Comisi¨®n Europea, el Ministerio de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente ha puesto en marcha la estrategia M¨¢s alimento, menos desperdicio, un programa que?empieza por estudiar el fen¨®meno y sus variables, para despu¨¦s concentrarse en los aspectos normativos y fomentar el dise?o de nuevas tecnolog¨ªas.?

De acuerdo con el?Panel de cuantificaci¨®n del desperdicio alimentario, elaborado por Kantar Worldpanel para el ministerio, los hogares desaprovechan?25,5 millones de kilos de comestibles cada semana. Esta cifra se corresponde al 4,5% sobre el total de los alimentos que entran en las casas cada a?o, y las principales v¨ªctimas son los alimentos sin procesar: en ocho de cada 10 viviendas los comestibles llegan al cubo de la basura tal y como llegaron, sin haber sido ni siquiera manipulados. Solo un quinto de los consumidores asegura usar todo lo que compra.

La fruta, la v¨ªctima n¨²mero uno?

De los m¨¢s de 1.000 millones de kilos de alimentos malgastados en Espa?a, el 85% son productos sin elaborar. En esta categor¨ªa, los comestibles que m¨¢s probabilidades tienen de convertirse en desperdicio, por no ser considerados aptos para el consumo, son las frutas, el pan y las verduras: el 66% de?los hogares que admite tirar comida a la basura desecha frutas, el 48,6% tira pan fresco y un 35% desperdicia hortalizas. En volumen, estos tres alimentos acaparan casi la mitad del desperdicio.

Las frutas frescas representan el 27,6% de los kilos totales de comida desperdiciada

M¨¢s de un quinto de los consumidores desaprovecha el jam¨®n cocido y un 20% el resto de fiambres, mientras un 16% tira yogur. Entre el 10% y el 15% de los hogares no llega a consumir los huevos, las salsas, el queso rallado y fresco, el pan industrial, los embutidos y la leche l¨ªquida que ha comprado, mientras menos de un hogar de cada 10 tira carne fresca y pollo o cremas y caldos. En este escenario, los productos envasados de larga duraci¨®n y los congelados son los comestibles que menos se convierten en desperdicio.

Pese a este detalle,?¡°no se desperdicia en la misma proporci¨®n lo que se compra¡±: las frutas frescas representan el 15% del total de kilos de comida comprada, pero acaparan el 27,6% de kilos desperdiciados. Una suerte parecida le toca a las verduras: pesan por un 9% en la cesta, pero acaparan un 15% del desperdicio alimentario. La leche l¨ªquida es, tras frutas y verduras, el tercer producto que m¨¢s pesa entre la basura dom¨¦stica, mientras carnes frescas y congelados son los alimentos que menos se tiran.

De la nevera a la basura

Si la mirada va hacia la comida preparada, la instant¨¢nea cambia: tres de cada 10 hogares aseguran destinar a la basura los?platos cocinados. Es m¨¢s probable que la comida acabe a la basura tras haber sido guardada en la nevera, antes que ser tirada directamente del plato o de la cazuela. Sobre todo en verano, los consumidores intentan hacer el esfuerzo de aprovechar las sobras.

Entre los alimentos preparados que acaban en el cubo con m¨¢s frecuencia est¨¢n las lentejas ¡ªdesechadas por?el 13,7% de los hogares que tiran comida a la basura¡ª, seguidas por ensaladas, tortilla de patatas y arroz a la cubana. Entre el 3% y el 4% de los consumidores se deshacen de platos cocinados como jud¨ªas, paella, ensaladilla rusa, sopa de pasta, arroz hervido, pechuga de pollo o alb¨®ndigas. En cuanto al volumen del desperdicio, las lentejas siguen a la cabeza, al representar casi el 9% de los 190 millones de kilos de alimentos que se transforman en basura cada a?o, seguidas por la tortilla de patatas, el potaje de garbanzos y la ensalada verde.?

Las lentejas son los alimentos preparados que con m¨¢s frecuencia acaban en el cubo de basura

La ensalada verde es tambi¨¦n, junto con la paella mixta y el arroz a la cubana, el alimento que con m¨¢s probabilidad acaba en la basura directamente desde el plato o la cazuela: lo que sobra, se tira sin remordimientos. Por otro lado, platos m¨¢s elaboradas como el cocido madrile?o, la ensaladilla rusa o la tortilla de patatas se suelen guardar en la nevera antes de transformarse en basura. ?

El calor, un enemigo peligroso

Seg¨²n los datos del Ministerio, la estacionalidad es un elemento relevante a considerar: el desperdicio de alimentos aumenta en primavera y verano. En estas ¨¦pocas se tira m¨¢s de la mitad (52%) de los 1.325,9 millones de kilos de comestibles que se pierden cada a?o en Espa?a. El calor es el principal responsable de este desenlace: durante los meses m¨¢s c¨¢lidos no solo la comida se estropea m¨¢s r¨¢pido, sino muta la composici¨®n de la cesta de la compra, al decantarse los consumidores por productos frescos (y perecederos), como frutas y ensaladas, m¨¢s que en otras estaciones del a?o.

Los m¨¢s golpeados por el calor son los platos preparados, los yogures y las salsas: en primavera y verano, en casi un 60%, estos alimentos se convierten en basura durante las temporadas m¨¢s c¨¢lidas. Tambi¨¦n las frutas, las verduras frescas, la leche, las bebidas y los pescados sufren m¨¢s en primavera/verano. Por otro lado, las sopas, los caldos y los zumos son los comestibles que menos se tiran en estas ¨¦pocas del a?o: al contrario del resto de la despensa, acaban en el cuno de la basura con m¨¢s frecuencia en oto?o y en invierno, coincidiendo con el cambio de men¨² en los hogares.