?Qu¨¦ se puede hacer con el pl¨¢stico que tiramos?
Recorre el camino de una botella desde que va al cubo hasta que se convierte en un nuevo objeto
La ma?ana de cualquier persona puede ser una ma?ana pl¨¢stica. Levantarse y beber zumo de una botella de pl¨¢stico, mandar un correo electr¨®nico escribiendo en un teclado pl¨¢stico, ducharse con el agua que llega a nuestras casas a trav¨¦s de tuber¨ªas pl¨¢sticas, salir de la ducha y no pasar fr¨ªo gracias al aislante pl¨¢stico que protege nuestras paredes, ir por la calle en bici y ?oh!, comprobar que los carriles por los que circulamos est¨¢n separados por ra¨ªles pl¨¢sticos. Llamar a un amigo para contarle que casi todos los objetos con los que interactuamos en nuestra vida cotidiana son de pl¨¢stico. Darse cuenta al momento de que el m¨®vil, o al menos la funda, es tambi¨¦n de ese material.
Usamos 20 veces m¨¢s pl¨¢stico de lo que lo hac¨ªamos hace 50 a?os, un compuesto que juega un papel omnipresente en nuestro d¨ªa a d¨ªa. Por ello, por sus m¨²ltiples aplicaciones y utilidades, "los pl¨¢sticos no deben desaprovecharse nunca en el vertedero", opina Beatriz Meunier, de PlasticsEurope, asociaci¨®n que agrupa a distintos fabricantes del sector, ¡°ya que son muy eficientes en el uso y ahorro de recursos, y cuando se convierten en residuos siguen teniendo un gran valor¡±.
Lo que surge del pl¨¢stico
- Ropa: anoraks, chaquetas, forros polares, camisetas, calcetines, gorros, bufandas, guantes, pantalones.
- Bolsos y complementos: mochilas, cinturones, gafas.
- Envases: carcasas de CD/DVD (la parte posterior que suele ser de color oscuro), bolsas de supermercado y de basura, botellas, botes y contenedores de la calle.
- Obra civil: planchas y paneles de aislamiento t¨¦rmico y ac¨²stico. L¨¢minas de impermeablizaci¨®n de cubiertas, tejados, suelos, cimientos. Perfiles de ventanas y cerramientos. Tuber¨ªas de saneamiento y tubos de conducci¨®n de cables.
- Autom¨®vil: parachoques, planchas de aislamiento ac¨²stico debajo del cap¨®, paneles interiores de puertas, revestimientos de suelos y de maleteros.
- Mobiliario: l¨¢mparas, alfombras, mesitas, sillas.
- Exteriores: jardineras, suelos, elementos para parques infantiles, mobiliario urbano, vallas, bolardos, elementos de seguridad vial, se?ales de tr¨¢fico.
- Agricultura: diferentes 'films' para cultivos como la fresa o el esp¨¢rrago. Mallas para dar sombra en los invernaderos, cordeles, maceteros o semilleros.
Entre ese pl¨¢stico desaprovechado del que habla Meunier se cuentan las m¨¢s de ocho millones de toneladas que se vierten al mar al a?o. Un material desperdiciado que en un futuro pr¨®ximo podr¨ªa servir para construir coches de baj¨ªsimo consumo con los que recorrer 1.500 kil¨®metros con cuatro litros de gasolina, por ejemplo. O podr¨ªa convertirse en pl¨¢stico que crece de los ¨¢rboles, pl¨¢stico que se ¡®cura¡¯ a s¨ª mismo o pl¨¢stico sustitutivo de algunos componentes de la sangre humana, fant¨¢sticas posibilidades aventuradas en un informe de PlasticsEurope para 2030.
Por el momento, este compuesto derivado del petr¨®leo (aunque solo el 5% del crudo se destina a su fabricaci¨®n) prolifera en todas las ¨¢reas de la vida urbana, tanto reci¨¦n hecho como reutilizado. ¡°El pl¨¢stico se puede aprovechar ya sea a trav¨¦s de procesos de reciclado mec¨¢nico o de valorizaci¨®n energ¨¦tica¡±, explica Meunier. Procesos que permiten que este material pase a formar parte del mobiliario urbano, el menaje, el envasado y las edificaciones que vemos. Incluso de la ropa, como demuestra Ecoalf, compa?¨ªa que a partir de botellas de pl¨¢stico obtiene fibras hiladas de poli¨¦ster para tejer prendas. Un ejemplo m¨¢s de la universalidad de este material.
Pl¨¢sticos a medida
Las ciudades son uno de los principales laboratorios de pruebas para industria pl¨¢stica. Gast¨®n Villella, director de innovaci¨®n de la empresa de pl¨¢sticos Zicla, habla de refinar las recetas para adaptarlas a las urbes. Lo explica a trav¨¦s de un elemento cada vez m¨¢s habitual: los separadores que diferencian la calzada de otros carriles, como el habilitado para bicicletas o el de transporte p¨²blico. "Para fabricarlos mezclamos diferentes granzas (el pl¨¢stico reciclado) para ajustar los separadores a las inclemencias del tiempo", explica Villella. "As¨ª, adaptamos la composici¨®n seg¨²n haga fr¨ªo o calor para que tengan m¨¢s o menos resistencia".
En la compa?¨ªa de Villella desarrollan tambi¨¦n plataformas para las paradas de autob¨²s, "una especie de puzles de cubos que se enganchan unos con otros y que forman superficies que acercan al usuario al veh¨ªculo y mejoran los tiempos de transporte", enumera. En el futuro, cuenta, preparan jardineras de bajo mantenimiento fabricadas a partir del reciclaje de elementos urbanos viejos. Lo gastado puesto de nuevo en circulaci¨®n.
Con todo, la ductilidad y polivalencia del pl¨¢stico no es eterna. "Es importante saber que el pl¨¢stico, cuando se recicla, pierde propiedades mec¨¢nicas. Esto no significa que pierda calidad, pero o bien se utilizar¨¢ para fabricar productos que no requieran las caracter¨ªsticas que ten¨ªa el inicial o bien se mezclar¨¢ con material virgen para producir el objeto primigenio", retoma Meunier. Los pl¨¢sticos, como los metales, son una gran familia con multitud de variedades y usos. No se pueden, eso s¨ª, reciclar juntos. De una botella de PET saldr¨¢ otra botella de PET, y as¨ª sucesivamente.
Para 2025 se prev¨¦ que se arrojen al mar unas 150 millones de toneladas de este material ¨²nico. Cifras gigantes al lado de una relaci¨®n mucho m¨¢s peque?a que demuestra cu¨¢l deber¨ªa ser el lugar del pl¨¢stico usado: con solo 25 botellas de agua recicladas se puede vestir a alguien que tenga fr¨ªo con un forro polar.
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