?C¨®mo no perder dinero con Pok¨¦mon Go?
El fen¨®meno del videojuego de Nintendo revela por qu¨¦ perdemos en las inversiones
Es casi seguro que ya hayas tropezado en un parque, acera, gimnasio o hasta en una sinagoga con alg¨²n adolescente ¡ªo alguien que lo era en los noventa¡ª?estirando los brazos para sostener su smartphone y encontrar un Pok¨¦mon. Si le rascas al asunto o a tus redes sociales probablemente encuentres a otros 80 asegurando que ellos sab¨ªan que esto iba a ocurrir y por desidia dejaron pasar la grand¨ªsima oportunidad de comprar acciones de Nintendo o peor: los que quieren comprar ahora que ya subi¨®.
En enero de este a?o el ADR de Nintendo (el espejo de la acci¨®n de la Bolsa de Jap¨®n que se puede comprar en el mercado estadounidense) estuvo en 15.53 d¨®lares, la semana pasada lleg¨® a un m¨¢ximo de 38.25 d¨®lares y el viernes 22 de julio lleg¨® a caer a 27.85 d¨®lares en el intrad¨ªa.
El furor renovado por Nintendo gracias a Pok¨¦mon Go - que en menos de 10 d¨ªas consigui¨® superar a Whatsapp e Instagram en seguidores en Estados Unidos-, ha sacado a relucir por qu¨¦ constantemente perdemos en las inversiones:
- Invertimos como ¡°fans¡±,?no en las cosas que tienen un precio por debajo de su valor ni las que tienen potencial sino en las que nos gustan o conocemos de toda la vida.
- Nos dejamos llevar por las emociones y no por el an¨¢lisis. Le creemos a la intuici¨®n y no hacemos nuestra tarea.
- Creemos que podemos ¡°prever todo¡±. Visto en retrospectiva le podemos encontrar una explicaci¨®n al hecho actual para que parezca obvio. Eso nos hace sentir muy inteligentes y hasta creemos que podemos vencer al mercado. El detalle es que la predicci¨®n del futuro es casi un tema de artes obscuras.
- Creemos que invertir es cosa de ¡°golpes de suerte¡± y eso de ¡°estrategia¡± ni nos lo han presentado. Regresando al punto anterior, es poco probable atinarle a todos los grandes booms de todos los mercados, por eso es importante llevar una estrategia de asignaci¨®n de activos, es decir, tener nuestros ahorros en distintas alternativas de inversi¨®n para que cuando algo nos beneficiemos y si perdemos no nos afecte en el 100% de nuestro dinero.
- Nos queremos subir al tren¡ cuando ya se fue. El inversionista com¨²n invierte en las cosas que est¨¢n en m¨¢ximos hist¨®ricos y los mercados no se escapan a las leyes de Newton: todo lo que sube tiene que bajar.
- Somos todo o nada. No se nos ocurre que podemos diversificar y que si tenemos genuino inter¨¦s en un nuevo activo no es necesario poner todo nuestro patrimonio all¨ª, que podemos probar con un bajo porcentaje para no arrepentirnos si tuvimos raz¨®n y no perder hasta la camisa si era una insensatez.
Ojal¨¢ este fugaz entusiasmo por la acci¨®n de Nintendo se convirtiera en un inter¨¦s real por aprender de inversiones y proteger nuestro dinero de la potencial oleada de inflaci¨®n de la nos est¨¢n alertando muchos banqueros centrales ¡ªseres menos conocidos que los Pok¨¦mon¡ª , del efecto en pa¨ªses emergentes por la subida en las tasas de inter¨¦s, del Brexit en Europa y de las estafas piramidales, que tambi¨¦n est¨¢n ¡°evolucionando¡±.
Sof¨ªa Mac¨ªas es especialista en educaci¨®n financiera, autora de la serie de best-sellers Peque?o Cerdo Capitalista. Puedes encontrarla en Twitter como @PeqCerdoCap y en www.pequenocerdocapitalista.com
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