Un analista del FMI rebate las tesis del economista Piketty

Un reciente estudio elaborado por un economista del Fondo Monetario Internacional (FMI) cuestiona las conclusiones de la renombrada obra El Capital en el Siglo XXI, escrita por el autor franc¨¦s Thomas Piketty. El analista del Fondo, Carlos Go¨¦s, concluye que la obra del galo "no ofrece una prueba emp¨ªrica de sus conjeturas". Y a?ade: "No hay mucho m¨¢s que algunas aparentes correlaciones que el lector puede unir a ojo en gr¨¢ficos que contienen medias muy agregadas de muchas d¨¦cadas".

A grandes rasgos, la tesis de Piketty sostiene que la retribuci¨®n del capital avanza m¨¢s r¨¢pido que la tasa de crecimiento de econom¨ªa. Y eso l¨®gicamente conduce a una desigualdad cada vez mayor: mientras que el ciudadano medio logra sus rentas fundamentalmente del trabajo, el 1% m¨¢s rico las obtiene sobre todo de las inversiones de capital. De ah¨ª que la brecha entre los due?os del capital y el resto vaya en aumento y lleve irremediablemente a una mayor concentraci¨®n de la riqueza en unas pocas manos.

Sin embargo, el analista del FMI, el brasile?o Carlos Go¨¦s, toma datos de las ¨²ltimas tres d¨¦cadas de 19 econom¨ªas avanzadas en busca de indicios que sustenten las teor¨ªas de Piketty. Y no halla ninguna evidencia de estas din¨¢micas. Es m¨¢s, observa justo lo contrario: en tres de cada cuatro casos, la desigualdad cay¨® cuando el retorno del capital creci¨® m¨¢s r¨¢pido que el PIB.

Este trabajo profundiza en los argumentos de los acad¨¦micos Acemoglu y Robinson, quienes ya defendieron que la desigualdad no tiene mucho que ver con el comportamiento de las rentas del 1% m¨¢s rico. Y ponen los ejemplos de Sud¨¢frica y Suecia. Pese a que estos pa¨ªses registraron evoluciones similares de concentraci¨®n de riqueza en el 1% m¨¢s acaudalado, se antoja obvio que la desigualdad no se comport¨® igual. Cuando el apartheid, y por tanto la desigualdad, mostr¨® su cara m¨¢s cruda, la concentraci¨®n de riqueza en el 1% m¨¢s pudiente de Sud¨¢frica se situ¨® en m¨ªnimos. Y de ah¨ª que estos expertos afirmen que no existe relaci¨®n directa entre la evoluci¨®n del 1% m¨¢s rico y la desigualdad. Que Bill Gates tenga m¨¢s no significa que haya m¨¢s o menos equidad, explican. A la hora de buscar los motivos de esta brecha, ponen m¨¢s bien el foco sobre las instituciones pol¨ªticas o los cambios tecnol¨®gicos.

Por su parte, Go¨¦s, graduado de la John Hopkins, excolaborador del think tank Cato y con tres a?os de experiencia en el FMI, retoma estas tesis y las refuerza sobre una mayor base estad¨ªstica. "Hay que buscar las causas de la desigualdad (y las potenciales soluciones) en otra parte", comenta. Y entre las posibles razones cita adem¨¢s otras como la innovaci¨®n, la mayor retribuci¨®n de las habilidades, la menor presencia de los sindicatos o la endogamia de las grandes fortunas.

Aunque no sea un documento oficial y no comparta necesariamente los puntos de vista del estudio, el FMI lo distribuye con el ¨¢nimo de alimentar el debate. A pesar de la cr¨ªtica, Goes alaba las prolijas bases de datos que compila Piketty y la "inspiradora" forma en que trata la materia. "Es ciertamente posible que las relaciones que propone Piketty existan y que simplemente no sean capturadas por los datos de 30 a?os y 19 econom¨ªas incluidos en esta muestra", admite.