Bruselas eleva la presi¨®n sobre las multinacionales tras el ¡®caso Apple¡¯
Espa?a lidera un grupo de pa¨ªses de la UE que quiere recuperar el dinero no pagado por la empresa de Cupertino
Apple. Luxleaks, Papeles de Panam¨¢. Y Starbucks, Fiat, Amazon, tantos otros casos de estrategias fiscales escandalosas pero a menudo legales. Bruselas dio hace poco un dentellada de 13.000 millones a Apple por sus oscuros ama?os en Irlanda, que le permit¨ªan pagar menos del 1% en impuestos. Con los Estados del bienestar obligados a apretarse el cintur¨®n y una ciudadan¨ªa cada vez m¨¢s irritada, la Comisi¨®n Europea quiere dar pasos adicionales para elevar la presi¨®n sobre las multinacionales: ultima una base com¨²n del impuesto de Sociedades. Se trata de evitar que las corporaciones rebajen al m¨ªnimo la factura fiscal con tejemanejes legales. Espa?a lidera una facci¨®n de la UE a¨²n m¨¢s beligerante, que persigue recuperar lo que Apple dej¨® de pagar.
¡°Los tiempos est¨¢n cambiando: paguen sus impuestos¡±, espet¨® ayer en Bratislava el dylaniano jefe del Eurogrupo, el ministro holand¨¦s Jeroen Dijsselbloem. ¡°Las grandes empresas se han embarcado en la batalla equivocada. Tienen que pagar donde hacen caja. Una parte en Estados Unidos, otra parte en Europa. Que se preparen para hacerlo¡±, afirm¨® tajante. Dijsselbloem es la personificaci¨®n de un l¨ªo muy europeo: lo que dice es pr¨¢cticamente lo contrario de lo que hace. Holanda es una suerte de pseudopara¨ªso fiscal en el coraz¨®n de la UE. Dijsselbloem ha reconocido en el pasado que el entramado fiscal holand¨¦s ¡°es parte del problema¡± que permite a las multinacionales moverse por las grietas del sistema para minimizar su factura de impuestos.
Ha dado algunos pasos para acabar con eso. Pero su Gobierno recurri¨® hace unos meses una decisi¨®n de la Comisi¨®n similar a la de Apple, por un acuerdo entre la Hacienda holandesa y Starbucks.
Esas contradicciones son parte de la esencia de la UE. Europa lleva a?os tratando de poner coto a esas pr¨¢cticas, intentando armonizar los sistemas fiscales para evitar esa sangr¨ªa. Las ideas est¨¢n ah¨ª, las declaraciones grandilocuentes tambi¨¦n, pero, a la postre, la voluntad pol¨ªtica escasea: la soluci¨®n a ese problema lleva a?os completamente bloqueada por los socios que m¨¢s usan esos m¨¦todos para atraer empresas. Bruselas ha desatascado ese asunto con un pu?etazo en la mesa por la v¨ªa de las acusaciones contra los trajes fiscales a medida de las empresas. Apple e Irlanda son el caso m¨¢s significativo, pero Luxemburgo y Holanda est¨¢n tambi¨¦n en el disparadero. La Comisi¨®n abri¨® el curso pol¨ªtico con el caso Apple y una cifra exorbitante encima de la mesa, que nadie esperaba.
El comisario Pierre Moscovici dej¨® claro este s¨¢bado en el Ecofin que ese mordisco de 13.000 millones forma parte de una estrategia: Bruselas presentar¨¢ en octubre ¡°una armonizaci¨®n de las bases impositivas del impuesto de sociedades¡± para crear ¡°un terreno de juego europeo en la fiscalidad de las multinacionales y evitar as¨ª los abusos¡±.
Esa m¨²sica suena cada vez m¨¢s fuerte, pero sigue siendo como silbar una melod¨ªa de Mozart en un concierto de Metallica. EE UU y Europa lideran un intento por crear un consenso global para reducir las brechas por las que se esfuman miles de millones de euros en impuestos de las grandes corporaciones. La OCDE ¡ªel laboratorio de ideas de los pa¨ªses ricos¡ª acord¨® un paquete de reformas en esa l¨ªnea el a?o pasado. Bruselas ha dado ya varios pasos por esa senda y pretende aprobar este oto?o un nuevo arre¨®n con una base tributaria com¨²n en la tributaci¨®n empresarial, ¡°para tapiar las grietas por donde se escapan los impuestos¡±, asegur¨® Moscovici tras el Ecofin, la reuni¨®n de ministros de Finanzas de los Veintiocho. M¨¢s adelante deber¨ªa acordar una lista negra de para¨ªsos fiscales que nunca termina de aparecer.
La iniciativa europea, sin embargo, no incluir¨¢ una armonizaci¨®n de los tipos impositivos, una medida mucho m¨¢s ambiciosa que requerir¨ªa una unanimidad casi ut¨®pica. Aun as¨ª, ¡°la decisi¨®n sobre Apple es la clara se?al de que se ha cerrado una era en Europa. No se trata de ir contra Estados Unidos, contra las inversiones extranjeras ni es una batalla contra ninguna empresa: se trata de que todas las multinacionales que operan en Europa, sea cual sea su origen, paguen los impuestos que deben¡±, dijo Moscovici.
Espa?a quiere su parte
Espa?a apoya ese activismo. Y lidera una facci¨®n que va incluso m¨¢s all¨¢: junto con Italia, Austria y otros pa¨ªses, el Gobierno espa?ol pretende elaborar una estimaci¨®n de lo que Hacienda ha dejado de ingresar por el ¡°apa?o¡± con Irlanda, en palabras del ministro Luis de Guindos. ¡°Queremos saber si hay otros casos de trajes fiscales a medida y d¨®nde se han producido. Y en el caso de Apple, queremos hacer una estimaci¨®n sobre cu¨¢nto nos correspond¨ªa de esos 13.000 millones de euros¡±, afirm¨® Guindos. ¡°Nos est¨¢n exigiendo que cumplamos con el Pacto de Estabilidad, pero por esas rendijas se evaporan millones de euros: el Gobierno espa?ol es partidario de hacer presi¨®n para que salgan todas las cifras de ese caso¡±, a?adi¨®.
La batalla ser¨¢ larga: Irlanda se resiste a colaborar y ha llevado la decisi¨®n de Bruselas a los tribunales. Pero otros socios est¨¢n con Espa?a: el ministro alem¨¢n de Finanzas, Wolfgang Sch?uble, pidi¨® tambi¨¦n ¡°toda la informaci¨®n disponible¡±; el austriaco Joerg Schelling afirm¨® que si lo que ha hecho Bruselas es correcto ¡°Austria va a reclamar ese dinero¡±.
Apple ha calificado de ¡°basura¡± todo el caso. El economista Tom Barrack, afirma que lo justo ser¨ªa un tipo impositivo ¡°del 5% al 7%¡±, aunque su empresa ha pagado el 0,05% en Irlanda. Lo curioso del caso es que, por la v¨ªa legal, la mayor¨ªa de las empresas del Ibex espa?ol pagan en torno a los tipos que reclama Barrack gracias a las deducciones. ¡°Yo soy partidario de los tipos bajos, pero en condiciones iguales para todo el mundo, sin acuerdos ocultos ni apa?os de ning¨²n tipo¡±, cerr¨® el ministro.
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