China crea un gigante sider¨²rgico con la fusi¨®n de dos empresas estatales
La adquisici¨®n de Wisco por parte de Baosteel resultar¨¢ en la segunda mayor compa?¨ªa del sector del planeta
China mueve ficha para ajustar su gigantesco y problem¨¢tico sector del acero. El grupo Baosteel, el segundo mayor del pa¨ªs por volumen de producci¨®n, absorber¨¢ otra compa?¨ªa estatal, la Corporaci¨®n de Hierro y Acero de Wuhan (Wisco), para crear la mayor empresa sider¨²rgica del gigante asi¨¢tico y la segunda del mundo, solamente por detr¨¢s de ArcelorMittal. La operaci¨®n se enmarca en la estrategia de las autoridades de combatir el enorme exceso de capacidad del sector, que dificulta la transformaci¨®n econ¨®mica interna y genera enormes fricciones con sus principales socios comerciales.
Seg¨²n confirmaron ambas empresas en un comunicado remitido a la Bolsa de Shangh¨¢i, Baosteel canjear¨¢ los t¨ªtulos de Wisco por nuevas acciones propias. La operaci¨®n, cuyo calendario no se ha anunciado y que deber¨¢ ser aprobada por el Consejo de Estado chino, es la mayor de la historia del sector, dominado por empresas estatales y que en los ¨²ltimos a?os ha estado en el punto de mira de Pek¨ªn por su escasa rentabilidad.
El gigante resultante de la operaci¨®n tendr¨¢ una capacidad aproximada de 60 millones de toneladas anuales, el equivalente a la producci¨®n de Brasil, M¨¦xico y Espa?a conjuntamente. El plan se ajusta a los deseos de las autoridades, que buscan reducir el n¨²mero de empresas del sector para hacerlas m¨¢s eficientes y capaces de competir con los grandes grupos del planeta.
La operaci¨®n supone adem¨¢s un flotador para Wisco, que estaba a las puertas de la bancarrota. Con una deuda de m¨¢s de 7.000 millones de euros, la compa?¨ªa deb¨ªa hacer frente a un duro plan de ajuste que inclu¨ªa el despido de 50.000 trabajadores, m¨¢s de la mitad del total. La situaci¨®n financiera de Baosteel tampoco es boyante -su beneficio se desplom¨® un 83% en 2015-, pero sigue en n¨²meros verdes y est¨¢ considerada como una de las empresas l¨ªderes del sector en China. La cuesti¨®n es si la absorci¨®n aportar¨¢ al gigante resultante las sinergias necesarias para ser m¨¢s competitivo o si, por el contrario, Wisco se convertir¨¢ en un lastre dif¨ªcil de arrastrar.
"Es un anuncio importante, pero hay que ser prudente. Tanto Baosteel como Wisco han llevado a cabo anteriormente varias fusiones y adquisiciones, pero ninguna de las dos ha cosechado ¨¦xitos significativos. No se trata solamente de sumar cifras, sino de integrar modelos de gesti¨®n, cultura empresarial o estrategia de desarrollo. La uni¨®n podr¨ªa reducir en parte el exceso de capacidad, pero no intuyo grandes cambios en este sentido", asegura Xu Xiangchun, director de informaci¨®n de la p¨¢gina web especializada mysteel.com.
China produjo en 2015 1.140 millones de toneladas de acero, casi la mitad del total mundial, seg¨²n datos de la OCDE. El sector apenas se ha adaptado a la ralentizaci¨®n de la econom¨ªa dom¨¦stica y a la p¨¦rdida de peso de la industria pesada en el modelo productivo del pa¨ªs. La baja demanda y la ca¨ªda de los precios han dejado decenas de acer¨ªas al borde del colapso. Sin embargo, algunas de estas empresas, pol¨ªticamente bien conectadas y con facilidades para obtener cr¨¦dito de los bancos estatales, han seguido operando a pleno rendimiento porque emplean a miles de personas y porque las finanzas de algunos gobiernos locales dependen de su buena salud. De ah¨ª la acumulaci¨®n de existencias en China, la gran cantidad de acero exportado hacia otros mercados y las denuncias de "dumping" por parte de la Uni¨®n Europea o Estados Unidos.
China ha prometido reducir en los pr¨®ximos cuatro a?os entre 100 y 150 millones de toneladas de producci¨®n cada a?o. Tambi¨¦n ha estimado en 500.000 los despidos necesarios para ajustar el sector a esta nueva realidad, aunque sin duda se realizar¨¢n de forma progresiva. El presidente chino, Xi Jinping, reafirm¨® su compromiso de abordar esta cuesti¨®n en la ¨²ltima reuni¨®n de l¨ªderes del G20 celebrada en Hangzhou hace pocas semanas, pero el documento final recogi¨® que se trata de "un problema global que requiere una respuesta colectiva".
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