Interpretando al BCE
Mario Draghi quiere que los Gobiernos tomen el relevo y pongan en marcha medidas de est¨ªmulo
Cuando estall¨® la Gran Crisis, vivimos a la espera de que los bancos centrales bajasen sus tipos de inter¨¦s para estimular la econom¨ªa. Cuando eso no fue suficiente, nos alegramos de que tomasen medidas poco convencionales de ¡°expansi¨®n cuantitativa¡± mediante la compra de deuda p¨²blica o de grandes empresas.
En el caso de Estados Unidos, que fue alumno aventajado, la Reserva Federal baj¨® tipos hasta el 0,1% y compr¨® bonos durante seis a?os. Con ello logr¨® que la econom¨ªa repuntara, el desempleo bajase, los bancos volvieran a prestar dinero y la inflaci¨®n se anclase en porcentajes superiores al 1%. Aunque no se hab¨ªa llegado a los niveles de crecimiento e inflaci¨®n previos a la crisis, la Fed decidi¨® en el 2013 dar un giro a la normalidad y reducir las compras. En diciembre del a?o pasado subi¨® los tipos de inter¨¦s y es muy posible que vuelva a hacerlo antes que finalice ¨¦ste.
No sucede lo mismo en Europa ni en Jap¨®n, donde los bancos centrales todav¨ªa mantienen sus programas de compra de bonos y sus tipos de inter¨¦s de referencia en zona negativa. A¨²n as¨ª, y como parece que la econom¨ªa y los mercados no se sostienen sin medidas extraordinarias, se les sigue pidiendo medidas adicionales.
Sin embargo, el BCE y el Banco de Jap¨®n est¨¢n dando largas. Se han dado cuenta que la reducci¨®n de tipos y la compra de bonos han impactado negativamente en la banca, convirti¨¦ndola en un negocio de bajos m¨¢rgenes y escasa rentabilidad.
Desde esa perspectiva, se entiende que Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo (BCE), se est¨¦ dirigiendo a los Gobiernos de los pa¨ªses de la Eurozona, en especial a Alemania, para pedirles que tomen el relevo y que pongan en marcha medidas de est¨ªmulo aumentando el gasto. Algo se ha hecho por parte de las autoridades europeas, como demuestra el hecho de que el volumen del Plan Juncker de inversiones ¡ªal que hace alg¨²n tiempo pocos le ve¨ªan futuro¡ª se ha doblado recientemente. Algunos pa¨ªses tambi¨¦n han tomado nota y, por ejemplo, Francia ha decidido una bajada de impuestos.
Pero los esfuerzos fiscales y las reformas de mejoras estructurales siguen siendo insuficientes. Por esa raz¨®n, Draghi no s¨®lo ha apelado a los Gobiernos para que aporten su grano de arena, sino tambi¨¦n a los bancos. Les pide que limpien sus balances, eliminando las cargas t¨®xicas heredadas, y que se fusionen para convertirse en empresas m¨¢s grandes pero m¨¢s livianas, que puedan competir en un contexto diferente y hacer frente a la nueva manera de hacer banca marcada por los desaf¨ªos de la tecnolog¨ªa y los tipos bajos.
En este contexto, por el momento, lo recomendable es mantener la cautela en la selecci¨®n de valores del sector bancario y esperar se?ales que permitan evaluar de forma m¨¢s positiva a una actividad fuertemente castigada por el mercado en lo que va de a?o.
Rose Marie Boudeguer es directora del servicio de Estudios de Banca March.
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