Espa?a se queda atr¨¢s en la lucha por reducir el riesgo de pobreza en la UE

Recuperaci¨®n y crecimiento son t¨¦rminos omnipresentes en el vocabulario econ¨®mico de los ¨²ltimos tiempos. Suenan menos precariedad y pobreza, pero los datos de Eurostat publicados este lunes muestran que ni el avance del PIB rima siempre con el fin de la desigualdad, ni su menor uso les exime de existir. Las heridas de la Gran Recesi¨®n aparecen en Espa?a en forma de riesgo de pobreza, que desde el inicio de la crisis solo ha aumentado con mayor virulencia en dos pa¨ªses de la UE, Grecia y Chipre, los ¨²nicos que se han asomado al abismo del corralito financiero. En ambos han crecido un 7,6% y un 5,6% respectivamente los ciudadanos en peligro de exclusi¨®n social frente al 4,8% de Espa?a seg¨²n Eurostat.

En el otro lado de la balanza, la agencia estad¨ªstica europea indica que el n¨²mero de espa?oles en riesgo de pobreza se ha reducido frente a 2014 en seis d¨¦cimas. Pero pese a la mejora, Madrid est¨¢ a¨²n lejos de cumplir con los objetivos para 2020 que establece la UE: casi cuatro millones de personas deben aliviar su precaria situaci¨®n econ¨®mica para que los niveles de exclusi¨®n social bajen hasta los 9,4 millones de ciudadanos que ha fijado Bruselas como meta para Espa?a.

Los pa¨ªses del Este, principales receptores de fondos comunitarios en los ¨²ltimos a?os, han sido los que m¨¢s han reducido los niveles de riesgo de pobreza desde 2008 encabezados por Polonia, Ruman¨ªa y Bulgaria, si bien estos dos ¨²ltimos Estados son los que albergan m¨¢s personas que viven en condiciones cercanas a la exclusi¨®n social. En el lado opuesto, la Rep¨²blica Checa, Suecia, Finlandia y Holanda cuentan con el porcentaje m¨¢s bajo de habitantes en situaci¨®n de desamparo.

La salida de la crisis sigue un ritmo desigual entre los socios comunitarios. La eurozona recuper¨® el PIB previo a la crisis en mayo, ocho a?os despu¨¦s del comienzo de las turbulencias financieras, pero pa¨ªses como Espa?a a¨²n no han alcanzado esa cota. Sin embargo, el crecimiento no siempre va aparejado a la reducci¨®n de las desigualdades. Las dos principales potencias econ¨®micas, Alemania y Francia, han reducido el riesgo de pobreza en ese periodo, pero en el caso germano lo ha hecho muy ligeramente y mantiene a un 20% de la poblaci¨®n en esa situaci¨®n pese a contar con una tasa de desempleo pr¨®xima a m¨ªnimos hist¨®ricos que ronda el 6%, lo que quiere decir que el modelo de minijobs mantiene dentro de esa categor¨ªa a millones de alemanes.

Trabajar ya no es sin¨®nimo de prosperidad para todos los europeos: el 15,4% de los empleados a tiempo parcial y el 7,8% de los que tienen una dedicaci¨®n a tiempo completo no llega a alcanzar los est¨¢ndares comunitarios para escapar del riesgo de pobreza.

En total, 118 millones de europeos ¡ªel equivalente a la poblaci¨®n de Espa?a, Italia y Portugal¡ª? conviven con la incertidumbre financiera. Entre los datos m¨¢s desoladores del informe, Eurostat? se?ala que un tercio de los habitantes de la UE no puede hacer frente a gastos financieros imprevistos y una de cada tres familias monoparentales est¨¢ en riesgo de pobreza, la misma situaci¨®n en que se encuentran dos de cada tres ni?os con padres que no han superado los estudios de secundaria.