Un posgrado en Ciencias para estar m¨¢s cerca de la ¡®Green Card¡¯
Estados Unidos extiende los visados para los graduados extranjeros en ciencias, tecnolog¨ªa, ingenier¨ªa y matem¨¢ticas
La econom¨ªa de Estados Unidos tiene un problema: necesita profesionales de alta cualificaci¨®n para ocupar los empleos vacantes en el ¨¢mbito cient¨ªfico, tecnol¨®gico, de la ingenier¨ªa y de las matem¨¢ticas. Esa vulnerabilidad, sin embargo, representa una oportunidad para los estudiantes extranjeros que est¨¢n dispuestos a cruzar el Atl¨¢ntico y, si las cosas les van bien, plantar las semillas de futuras empresas.
Esa puerta de entrada est¨¢ en los programas de posgrado conocidos por el acr¨®nimo STEM. La iniciativa parte del hecho de que los empleos en estas ¨¢reas del mercado laboral crecen 1,7 veces m¨¢s r¨¢pido que en otras. Los estudiantes extranjeros recurren a estas disciplinas m¨¢s que los estadounidenses, en una relaci¨®n del 66% comparada con el 44%. Y cada uno que logra quedarse en EE UU crea una media de 2,62 empleos para estadounidenses.
Los estudiantes extranjeros suelen gravitar hacia programas STEM en el ¨¢mbito de la medicina y la computaci¨®n. Son los sectores donde el ¨ªndice de desempleo es el m¨¢s bajo y en los que las compa?¨ªas tienen m¨¢s dificultad para dar con empleo altamente cualificado. Por eso se busca cada vez m¨¢s talento fuera de EE UU. Como se?alan desde la US Chamber of Commerce, ¡°los estudiantes de fuera complementan, no desplazan a los estadounidenses¡±.
El 74% de los graduados con estos m¨¢steres STEM acaban adem¨¢s en empleos que no tienen que ver con el mundo de las ciencias. Por eso se est¨¢n extendiendo a ¨¢reas de finanzas, salud o artes. La MIT Sloan School of Management acaba de recibir la clasificaci¨®n STEM para su m¨¢ster de finanzas que dise?¨® en respuesta a la crisis que desencaden¨® el derrumbe de Lehman Brothers hace ocho a?os, indica la responsable del programa, Heidi Pickett. Con el 88% de alumnos for¨¢neos, es el segundo curso STEM de la escuela.
La Brookings Institution se?ala, por su parte, que no se trata solo de captar graduados en el extranjero. ¡°El objetivo es evitar tambi¨¦n que el talento se fugue cuando ya est¨¢ formado¡±, explica. La clasificaci¨®n STEM permite de hecho que cualquier ciudadano espa?ol con visado F-1 pueda permanecer en EE UU por un tiempo adicional despu¨¦s de la graduaci¨®n si consigue unas pr¨¢cticas de formaci¨®n.
El Departamento de Seguridad Nacional acaba de extender ese plazo de 29 a 36 meses para los titulados en programas STEM. Como explican desde Harvard, los estudiantes internacionales, para beneficiarse de esta extensi¨®n, deben solicitar lo que se conoce como Optional Practical Training. Ese tiempo les puede servir para intentar conseguir el visado de trabajo H-1B.
El prestigioso centro universitario de Boston cuenta con una oficina internacional que trabaja con la Graduate School of Arts and Sciences, en la que hay inscritos m¨¢s de 1.400 estudiantes for¨¢neos. Tambi¨¦n pueden acudir para recibir asesoramiento a la Harvard Graduate Students Union-United Auto Workers, que celebra seminarios con expertos en inmigraci¨®n que explican c¨®mo funciona el sistema.
La conquista asi¨¢tica
En Estados Unidos, los extranjeros doctorados son mayor¨ªa en las ¨¢reas de ingenier¨ªa e inform¨¢tica, con un 57% y 53% del total, respectivamente. Y son la mitad en matem¨¢ticas.
Cuando se trata de egresados de m¨¢steres se repite esta mayor¨ªa, aunque las disciplinas son bien distintas: abogac¨ªa y comercio y construcci¨®n son las primeras opciones para los estudiantes internacionales. En inform¨¢tica, ingenier¨ªa y matem¨¢ticas, entre el 44% y 43% del total de alumnos son for¨¢neos.
Los ciudadanos asi¨¢ticos que estudian en esta parte del continente americano son clara mayor¨ªa, como se puede apreciar en el gr¨¢fico adjunto del Institute for International Education: 569.000. De ellos sobresalen los chinos, una tercera parte del total y m¨¢s de cinco veces que los que emigraban hace 15 a?os. Y les siguen los indios, que suman m¨¢s de 100.000. Los estudiantes de Oriente Pr¨®ximo y el norte de ?frica superan a los europeos en el desembarco en EE UU.
El 36% del programa de MBA de Wharton (calificado como STEM) son estudiantes internacionales. La prestigiosa escuela de la Universidad de Pensilvania, como la de Princeton, cuenta por eso con una oficina dedicada a ayudar a los matriculados a moverse por la burocracia del sistema de inmigraci¨®n. Explican que los graduados durante los ¨²ltimos 10 a?os en una de estas disciplinas son elegibles a la extensi¨®n del visado.
Para los alumnos de otras disciplinas, la extensi¨®n es solo de 12 meses. EE UU no tiene cupos para los permisos de estudios, pero s¨ª para la H-1B. Cada a?o hay 65.000 graduados que solicitan este visado de trabajo, pero solo 20.000 lo logran. A partir de ah¨ª se entra en una loter¨ªa con todos los solicitantes, que el a?o pasado ascendieron a 233.000 seg¨²n la US Citizenship and Immigration Services.
Anthony Carnevale, de la Universidad de Georgetown en Washing?ton, insiste en que este tipo de t¨ªtulos son la mejor elecci¨®n para poder prosperar en la econom¨ªa actual. Londa Schiebinger, profesora de Stanford, dice que muchas universidades est¨¢n cambiando la manera de ense?ar para conseguir ¡°diversificar¡± el tipo de estudiantes que se interesan por las ciencias.
Hay miembros del Congreso de EE UU que intentan facilitar que los graduados STEM puedan acceder a un permiso de residencia permanente, la conocida como Green Card. ¡°Es cr¨ªtico para el futuro de nuestra econom¨ªa que capitalicemos a los estudiantes extranjeros que se educan y se forman en nuestras universidades¡±, se?ala Thomas Donohue, presidente del principal lobby empresarial.
¡°Pero, desafortunadamente, las leyes de inmigraci¨®n son anticuadas y fuerzan a los creadores de futuros de empleo a irse y competir contra nosotros¡±, lamenta, por eso urge a los legisladores para que pongan en marcha un sistema ¡°que asegure que los innovadores mejor formados, independientemente de su pa¨ªs de origen, crear¨¢n empleos y productos aqu¨ª en lugar de en otro sitio¡±.
La candidata dem¨®crata a las presidenciales, Hillary Clinton, apoya que se d¨¦ permisos de residencia autom¨¢ticamente a estudiantes con t¨ªtulos avanzados en disciplinas STEM. As¨ª se saltar¨ªa el paso intermedio de la H-1B. Si llega a la Casa Blanca y cumple su promesa, representar¨¢ una mejora significativa para el modelo de educaci¨®n en ciencias lanzado por Barack Obama.
La idea original es del republicano Mitt Romney, que la plante¨® en 2012 cuando se postul¨® a la presidencia. No obstante, es una iniciativa controvertida porque, seg¨²n la Howard University, estos programas crean una discriminaci¨®n entre estudiantes. El Economic Policy Institute se teme que las universidades se conviertan en f¨¢bricas de Green Card.
Donald Trump no tiene una propuesta concreta, pero s¨ª dijo en campa?a que ¡°hay que hacer algo para contener la fuga de cerebros¡± y evitar que vuelvan a China o India para crear empresas que compitan con las estadounidenses. Los expertos, sin embargo, coinciden en que los candidatos deben definir mejor sus ideas y sus l¨ªmites, para que no creen una distorsi¨®n en el sistema educativo.
EE UU acoge a casi un mill¨®n de estudiantes extranjeros, lo que representa menos del 5% de la poblaci¨®n total matriculada en una ense?anza superior. Pero crece a un 10% y estas iniciativas son im¨¢n para atraerlos. Es el mayor incremento anual de estudiantes extranjeros en 35 a?os, como muestran los datos del censo. Hay 4,5 millones de estudiantes ¡°m¨®viles¡± en todo el mundo.
Tambi¨¦n Canad¨¢
La competencia por el talento, de hecho, es global. Canad¨¢ tambi¨¦n se est¨¢ viendo forzada a mirar m¨¢s all¨¢ de sus fronteras para reclutar empleados de alta cualificaci¨®n en ingenier¨ªa y tecnolog¨ªa. No es solo que el tratado de comercio con EE UU se lo ponga m¨¢s f¨¢cil. Es que la legislaci¨®n de inmigraci¨®n es tambi¨¦n m¨¢s abierta para los for¨¢neos y las condiciones de trabajo son m¨¢s favorables. Eso hace que muchos estudiantes extranjeros en EE UU miren hacia el vecino del norte.
La Universidad de Waterloo, por ejemplo, recibe anualmente 5.000 alumnos extranjeros. Las filiales canadienses de compa?¨ªas tecnol¨®gicas como Google, Microsoft o Cisco Systems est¨¢n en paralelo invirtiendo en programas centrados en el campo de las ciencias como Actua para generar inter¨¦s entre los j¨®venes estudiantes.
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