El irreverente negocio del vino azul
Cinco j¨®venes colocan m¨¢s de 90.000 botellas del afrutado Gik Live en el mercado nacional
"Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado". Dicho y hecho. La frase de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, elevada a la categor¨ªa m¨¢xima en los negocios, se ha convertido en manos de cinco j¨®venes en una gu¨ªa para cambiarlo todo, salvo la exigencia del beneficio. Los socios de la pyme Gik Live tienen menos de 30 a?os, producen vino sin ning¨²n conocimiento de enolog¨ªa, huyen de la sobriedad en la etiqueta en busca de la provocaci¨®n y no dudan en meterle una pajita al vaso para romper el ritual del movimiento de los caldos en la copa. De hecho, apelan a una publicitaria blasfemia al cambiar "el color de la sangre de cristo": su vino es de un el¨¦ctrico azul.
Con esos mimbres han vendido m¨¢s de 90.000 botellas en el mercado nacional en un a?o de actividad, el equivalente a la producci¨®n de un vi?edo de en torno a 10 hect¨¢reas. Tras este buen comienzo, y antes de incrementar la producci¨®n, la "start up" est¨¢ cerrando acuerdos con distribuidores para llevar su producto de forma m¨¢s estable y continuada a los diferentes mercados y pa¨ªses que lo demandan, aunque no dejar¨¢n de vender a trav¨¦s de su propia p¨¢gina web. Desde El Corte Ingl¨¦s, pasando por m¨¢s de 300 establecimientos en todo Espa?a ya lo suministran y mercados como el norteamericano o el alem¨¢n tienen encargos de miles de botellas pese a que, -o quiz¨¢s por eso-, su etiqueta es un perro con una copa de Gik en cada mano, y la contraetiqueta es la vidriera, pixelada, del Cristo Rey de la catedral parisina de Notre Dame. En el primer semestre de 2016 han ingresado 0,3 millones de euros.
"Vendemos no tanto a los puristas como a los hijos de los puristas", asegura Garazi Castro, la responsable de comunicaci¨®n. "Y con esta estrategia de hackear el pasado hemos superado todas las expectativas", subraya tras acentuar el hecho de que "no solo es promoci¨®n, es un buen producto". Gik Live trabaja en el semillero de empresas situado en los bajos de la Escuela T¨¦cnica Superior de N¨¢utica y M¨¢quinas Navales de la Universidad del Pa¨ªs Vasco, en Portugalete, Bizkaia. A la vista de c¨®mo van las ventas, y del impacto que ha tenido el vino en promociones en numerosos pa¨ªses, est¨¢n abiertos a hablar con inversores y con nuevos distribuidores, "pero la empresa no se vende", dicen.
Los cinco socios se conocieron en la UPV-EHU y se preguntaron. ?Y si hici¨¦ramos un vino azul? La mecha la prendi¨® el libro Blue Ocean Strategy, en el que sus autores describen mercados con tan pocos productos interesantes que los tiburones se acaban comiendo entre ellos ti?endo de rojo el mar. Esa par¨¢bola de la diversificaci¨®n les marc¨®. "Quer¨ªamos contribuir a devolver el azul al oc¨¦ano con un producto diferente" explica Aritz L¨®pez, uno de los socios y creadores de Gik. El coautor del libro W. Chan Kim, que ley¨® una rese?a de la pyme vasca en la edici¨®n digital de la revista Time, le dedic¨® uno de sus ejemplares al dise?ador y socio de la pyme, Taij Mac Carthy.
Azul ¨ªndigo
El vino es de un el¨¦ctrico color azul ¨ªndigo, un tono que consiguen mezclando el zumo de uvas negras y blancas con dos pigmentos sintetizados con ayuda de varios qu¨ªmicos de la universidad p¨²blica vasca. El primero es org¨¢nico, se llama antocianina, es azul y sale de la piel de la uva. La intensidad deseada la logran con la indigotina, este qu¨ªmico. En la ficha "anti t¨¦cnica" que acompa?a al producto explican que se trata de un vino con 11,5 grados, afrutado, pero sin az¨²cares a?adidos, y que marida perfectamente con "el sushi, los nachos con guacamole, la salsa tzatziki, la pasta carbonara y el salm¨®n ahumado". Certifican que el vino est¨¢ regulado por European Food Safety Authority y cuentan con las aprobaciones pertinentes de las instituciones que eval¨²an de manera continuada la seguridad y condiciones de uso.
En el semillero de Portugalete trabajan sin horarios y para sentarse a las mesas quitan la bater¨ªa y algunas guitarras el¨¦ctricas con las que ensayan a ratos. No hay horarios, y la uva la compran en Navarra, Valencia, Zaragoza, en La Rioja alavesa, donde tienen contratos con bodegas que se lo embotellan. Una bodega de Burdeos se ha puesto en contacto con ellos para interesarse en produc¨ªrselo.
"Ni tiene ni queremos que tenga denominaci¨®n de origen", sonr¨ªe L¨®pez, como dejando caer que esa batalla le resulta ajena. "Nosotros usamos uva de a?o, le ponemos un corcho sint¨¦tico para hacerlo m¨¢s estable y decimos a la gente que lo beba como quiera, como si fuera un refresco, o helado, o como si fuera una cerveza afrutada". La realidad es que les da igual, y frente a la m¨ªstica de los vinos, ante los rituales de movimientos en la copa para apreciar sus caracter¨ªsticas, los creadores de Gik Live proponen libertad total. "Solo disfruta", a?aden, ante las cr¨ªticas de algunos cosecheros que les espetan que la tradici¨®n vinatera es un valor. Ellos se r¨ªen y comentan que han visto a consumidores ingleses mezclarlo con ginebra, a franceses enfriarlo con hielo y suizos tomarlo caliente y con canela. Su vino se llama Gik, y no significa nada. Solo "suena y sabe bien", dicen.
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