¡°Londres ser¨¢ un centro financiero m¨¢s peque?o¡±
El docente de la Universidad de Warwick cree que ¡°ho hay precedentes hist¨®ricos a Trump en pol¨ªtica econ¨®mica¡±


Nicholas Crafts ?(Nottingham, 1949) desmiente a quienes sostienen que los historiadores en general y los econ¨®micos en particular rehuyen hablar del presente. Especialista en la revoluci¨®n industrial y en su Reino Unido natal, es considerado uno de los mejores historiadores econ¨®micos vivos en Europa. Pero ¨¦l, profesor de la Universidad de Warwick, huye del boato acad¨¦mico tanto en su actitud como en su an¨¢lisis, plagado de quiebros historicistas. En un 2016 marcado por las sorpresas electorales con fuertes implicaciones econ¨®micas ¡ªBrexit y Trump¡ª, la conversaci¨®n sigue un orden casi cronol¨®gico.
Las primeras preguntas son una mera toma de contacto, pero Crafts pronto lleva el di¨¢logo a su terreno: quiere hablar sobre la salida de su pa¨ªs de la Uni¨®n Europea. ¡°Las implicaciones de la entrada en la UE, hace 40 a?os, fueron positivas para los intereses brit¨¢nicos y todos los modelos apuntan a que fue un instrumento mucho m¨¢s eficaz que la EFTA [la organizaci¨®n establecida en 1960 por un pu?ado de pa¨ªses europeos y que hoy conforman Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza]¡±. Los costes de abandonar el club comunitario son, dice, impredecibles hasta que concluyan las negociaciones entre Londres y Bruselas. ¡°De lo que no cabe duda es de que ser¨¢ muy negativo en t¨¦rminos comerciales¡±.
?Vamos hacia una ruptura radical (hard Brexit) o hacia otra m¨¢s suave (soft Brexit)? ¡°Lo m¨¢s probable es el hard Brexit. La UE no va a dejar que un pa¨ªs se salga del mercado ¨²nico sin permitir el movimiento libre de personas y no veo a los pol¨ªticos brit¨¢nicos renunciando al control migratorio. El impacto base sobre el PIB ser¨ªa del 3%. Se ha abierto la caja de Pandora y los efectos no ser¨¢n positivos¡±, subraya Crafts. El historiador tampoco cree que Reino Unido tenga un mayor poder de negociaci¨®n en solitario que como miembro de la Uni¨®n y, en consecuencia, los pactos comerciales no tienen por qu¨¦ ser mejores en esta nueva etapa: ¡°Negociar acuerdos en servicios con China e India, por ejemplo, ser¨¢ complejo. Ya lo es dentro de la UE y fuera lo ser¨¢ a¨²n m¨¢s¡±.
¡°Lo m¨¢s probable es que la salida de Reino Unido de la UE sea un proceso muy duro¡±
Seg¨²n un informe interno del Gobierno brit¨¢nico, un Brexit duro supondr¨ªa una merma de casi 73.000 millones de euros en recaudaci¨®n fiscal. Pero no es eso lo que m¨¢s preocupa estos d¨ªas en Londres: los focos se vuelven, casi inevitablemente, sobre el sector financiero, el eslab¨®n que m¨¢s probabilidades tiene de salir damnificado. En cambio, ah¨ª Crafts s¨ª ve ciertas salvaguardas. La banca de la City buscar¨¢ alternativas: ¡°Puede ser Dubl¨ªn, puede ser Fr¨¢ncfort¡¡±. Pero el historiador pone el acento en un hecho muchas veces subestimado: el factor cl¨²ster o aglomeraci¨®n. La capital brit¨¢nica lleva d¨¦cadas siendo el n¨²cleo de las transacciones en el Viejo Continente y eso es una barrera para la emigraci¨®n de los gigantes del sector. Con todos estos ingredientes, el profesor de Warwick se moja: ¡°No creo que desaparezca como centro financiero, pero s¨ª creo que ser¨¢ m¨¢s peque?o¡±. Un riesgo no desde?able en una econom¨ªa como la brit¨¢nica, en la que el 10% del PIB depende directamente de las finanzas, el doble que en Francia o Alemania.
?Qu¨¦ efectos tendr¨ªa un mayor control migratorio, restricciones a comunitarios incluidas, como el que propone Theresa May? ¡°?Contesto como economista o como si fuese un pol¨ªtico que tratara de ser reelegido?¡±, devuelve la pregunta entre risas. Ni un segundo despu¨¦s, regresa al tono firme y el gesto adusto: ¡°Es una decisi¨®n que lleva aparejados costes significativos. Hay un consenso de los economistas en que la inmigraci¨®n ha sido claramente positiva. El problema es que se ha convertido en un asunto pol¨ªticamente t¨®xico¡±. Algo que, en t¨¦rminos hist¨®ricos, no le sorprende: ¡°EE UU pr¨¢cticamente fren¨® en seco la inmigraci¨®n en 1924, cuando solo 25 a?os antes hab¨ªa apostado por una pol¨ªtica casi de puertas abiertas¡±.
El asunto migratorio no es el ¨²nico en el que, cada vez m¨¢s, los pol¨ªticos ¡ªy, por extensi¨®n, la ciudadan¨ªa, que es quien elige a sus representantes¡ª parecen haber optado por la v¨ªa opuesta a la que recomiendan los t¨¦cnicos. ?Est¨¢ esta falta de sinton¨ªa en m¨¢ximos hist¨®ricos? ¡°No dir¨ªa tanto, pero solo hay que ver lo ocurrido en Reino Unido o lo que puede ocurrir en Francia o en Espa?a para advertir que hay una cantidad importante de gente que compite en un terreno de juego pol¨ªtico tendente a la simplificaci¨®n. Solo puedo esperar que no sean elegidos, porque en ese caso el analfabetismo econ¨®mico prevalecer¨ªa¡±.
Cuando Negocios mantiene la charla con Crafts en un c¨¦ntrico hotel madrile?o, en el ¨ªnterin de dos conferencias en el Banco de Espa?a, la mayor preocupaci¨®n del mundo econ¨®mico sigue siendo el Brexit. Las elecciones estadounidenses estaban a la vuelta de la esquina, pero la sombra de Donald Trump era todav¨ªa lejana: Crafts ¡ªcomo pr¨¢cticamente todos los analistas a ambas orillas del Atl¨¢ntico¡ª no lo ve¨ªa entonces en la Casa Blanca.
Inquietud por EE UU
Pero lo imprevisible llega y el autoproclamado candidato anti-establishment se convierte en el en¨¦simo cisne negro de la ya extensa colecci¨®n de Nassim Nicholas Taleb. Crafts se aviene a responder, por correo electr¨®nico, a preguntas sobre las inquietudes que suscita la era Trump. ¡°Todav¨ªa es pronto y nos movemos m¨¢s en el terreno de las conjeturas que en el de las predicciones firmes. Pero, si Trump quiere decir lo que dice, habr¨¢ un regreso a lo grande al proteccionismo. En esencia, se trata de un rechazo a la postura de EE UU desde la II Guerra Mundial¡±.
Como historiador ¡ªy economista¡ª que se precie, Crafts huye de las simplificaciones y divide el horizonte temporal. ¡°En el corto plazo, el est¨ªmulo fiscal y la mejora de las infraestructuras probablemente compensar¨¢n las p¨¦rdidas derivadas del proteccionismo. Sin embargo, en el largo plazo, el crecimiento de la econom¨ªa estadounidense tal vez pueda estar en riesgo¡±. ?Hay precedentes hist¨®ricos a Trump en lo que a pol¨ªtica econ¨®mica se refiere? ¡°No¡±, responde sin ambages. ¡°Lo que s¨ª hay son ecos de algunos presidentes anteriores: el proteccionismo fue caracter¨ªstico de la presidencia de Herbert Hoover, en el inicio de la Gran Depresi¨®n; la pol¨ªtica fiscal imprudente, de los a?os de Ronald Reagan, y el aislacionismo, del periodo de entreguerras¡±.
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