El futuro imperfecto del Consejo de la Competitividad

Parece que el Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) se re¨²ne el pr¨®ximo martes, 20 de diciembre, despu¨¦s de un a?o de suspensiones y aplazamientos. Y parece, tambi¨¦n, que esta vez no se suspende, y no porque sea para celebrar la Navidad, sino porque seguramente la junta del martes ser¨¢ determinante para que tan insigne instituci¨®n ponga fecha de caducidad a su andadura toda vez que sus integrantes se muestran reacios a mantenerlo vivo. Posiblemente esa fecha se fije para ra el pr¨®ximo febrero, mes en el que acaba el mandato de C¨¦sar Alierta como presidente.

La serie de retrasos de citas mensuales comenz¨®, precisamente, el 21 de diciembre del a?o pasado, el d¨ªa despu¨¦s de las elecciones generales tras las que el poderoso lobby decidiera suspender su reuni¨®n de Navidad para no tener que pronunciarse sobre los resultados ante la posibilidad de que cualquier valoraci¨®n pudiera ser mal o indebidamente interpretada. Raz¨®n no les faltaba a los empresarios que forman el CEC, como se vio despu¨¦s por la incapacidad manifiesta de las fuerzas pol¨ªticas para ponerse de acuerdo mientras ellos se pronunciaban en contra de la repetici¨®n de elecciones y a favor de la estabilidad pol¨ªtica.

El caso es que, primero, por ese motivo y, en marzo, tras la dimisi¨®n de C¨¦sar Alierta de la presidencia de Telef¨®nica, el CEC se ha apagado paulatinamente y ¨²nicamente ha celebrado tres reuniones en lo que va de a?o. Una de ellas en enero, monogr¨¢fica, para encargar un estudio sobre tecnolog¨ªa a la Fundaci¨®n Cotec en un encuentro con su presidenta, Cristina Garmendia, y otra, el pasado junio, para celebrar la asamblea anual, a la que , adem¨¢s, no asisti¨® la tercera parte de sus 18 miembros: los tres banqueros (Ana Bot¨ªn, presidenta del Banco Santander; Francisco Gonz¨¢lez, BBVA, e Isidro Fain¨¦, CaixaBank), el presidente de Iberdrola, (Ignacio S¨¢nchez Gal¨¢n) y el de Repsol (Antonio Brufau).

La mayor parte de los 18 integrantes del CEC son reacios a mantener viva la instituci¨®n.?Estiman que, una vez superada la crisis, no tiene mucho sentido su permanencia

Esta circunstancia dispar¨® definitivamente las alarmas. Aunque, las ausencias se justificaron por problemas de calendario, la realidad mostraba que la mayor parte de sus miembros apenas pon¨ªan inter¨¦s en agendar los encuentros.

Alierta ya anunci¨® a sus pr¨®ximos, tras dejar la presidencia de Telef¨®nica, que no ten¨ªa intenci¨®n de continuar en el CEC. Por ese motivo, ¨¦l mismo sonde¨® a varios de los miembros que generaban consenso en el seno del mismo, como Pablo Isla (Inditex), Juan Roig (Mercadona) y Antonio Huertas (Mapfre), aunque sin demasiado ¨¦xito. El empresario aragon¨¦s asumi¨® la presidencia por dos a?os con la intenci¨®n de que fuera rotatoria al estilo del Instituto de la Empresa Familiar (IEF). Sin embargo, el consenso que generaba entre los representantes hizo que renovara el cargo en dos ocasiones.

Aunque la marcha de Alierta alent¨® las especulaciones, la deriva del CEC comenz¨®, en realidad, tras la desaparici¨®n, casi en cadena, de Emilio Bot¨ªn (Sanatnder), Isidoro ?lvarez (El Corte Ingl¨¦s), Jos¨¦ Manuel Lara (Planeta), y, sobre todo, Leopoldo Rod¨¦s (presidente de honor del IEF y alma mater del consejo), que eran verdaderos entusiastas de la idea, como el propio Alierta, y no faltaban a los encuentros mensuales, haciendo de efecto arrastre para el resto y que las ausencias fueran m¨ªnimas.

La instituci¨®n comenz¨® la deriva tras la muertes de Bot¨ªn y Rod¨¦s y se acrecent¨® tras la dimisi¨®n de Alierta de Telef¨®nica

Sus sustitutos no se han mostrado tan animados como ellos, lo que ha hecho que la tendencia se haya acelerado hasta la actual situaci¨®n en la que la mayor parte se muestra reacia a que el CEC contin¨²e. A juicio de la mayor¨ªa, una vez superada la crisis, ya no tiene mucho sentido su continuidad, al menos bajo los principios fundacionales, basados en apoyar al Gobierno frente a la crisis. As¨ª se plasm¨® con algunos informes sobre la fortaleza de Espa?a para atraer inversores, que se respald¨® con una gira por las principales plazas financieras del mundo, y la reuni¨®n que tuvieron con el rey Juan Carlos I, que se repeti¨® una vez, en la que este les pidi¨® que arrimaran el hombro.

Los pocos defensores que todav¨ªa tiene el ¨®rgano que dirige Fernando Casado esgrimen, sin embargo, que precisamente en tiempos mejores puede hacer una labor de apoyo igual de eficaz, ayudando con informes que sirvan para respaldar las reformas y los pactos de Estado que tantas veces se han reclamado desde la instituci¨®n. Pero, en definitiva, la permanencia del CEC depende en gran medida de que Alierta decida seguir. Y no parece por la labor.

En el CEC, adem¨¢s de los citados, est¨¢n presentes Jos¨¦ Manuel Entrecanales (Acciona), Jos¨¦ Creuheras (Planeta), Florentino P¨¦rez (ACS), Rafael del Pino (Ferrovial), Dimas Gimeno (El Corte Ingl¨¦s), Javier Moll (Prensa Ib¨¦rica),Ignacio Osborne? (Grupo Osborne) y Sim¨®n Pedro Barcel¨®? (Barcel¨®). Los tres ¨²ltimos representan al IEF.