La ¨²ltima sesi¨®n
El Consejo para la Competitividad estaba tocado del ala desde antes incluso de que C¨¦sar Alierta dejara la presidencia de Telef¨®nica
La despedida no pod¨ªa ser m¨¢s lac¨®nica: ¡°El Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) ha celebrado hoy su ¨²ltima sesi¨®n (¡) una vez cumplidos los objetivos para los que se cre¨®¡±. Pero esa ¨²ltima sesi¨®n se ve¨ªa venir desde hace meses. El poderoso lobby formado por parte de las principales compa?¨ªas del pa¨ªs estaba tocado del ala desde incluso antes de que su presidente, C¨¦sar Alierta, dejara la presidencia de Telef¨®nica en febrero del a?o pasado. Primero, las desapariciones de entusiastas como Emilio Bot¨ªn, Isidoro ?lvarez y Leopoldo Rod¨¦s (alma mater de la idea), fueron el principio del fin. Despu¨¦s las ausencias a las reuniones mensuales, que en los inicios los 18 miembros del grupo respetaban casi solemnemente, eran cada vez m¨¢s numerosas y dif¨ªcilmente superaban el quorum. Durante 2016 solo se celebraron tres e incluso a la de ayer faltaron Ana Bot¨ªn, Isidro Fain¨¦, Pablo Isla y Jos¨¦ Manuel Entrecanales. Pero, daba igual, ya ven¨ªa ya con la divisa del matarile por unanimidad. No obstante, antes de decidirse, Alierta sonde¨® sin ¨¦xito a varios miembros (Isla, Juan Roig y Antonio Huertas).
El protagonismo del grupo, que el pr¨®ximo febrero cumplir¨ªa seis a?os de vida, fue muy activo desde el principio. El punto culminante, el que reflejaba su poder, fue la reuni¨®n con el rey Juan Carlos I en marzo de 2012, en la que el monarca (volver¨ªa a reunirse con ellos en agosto de ese a?o) les pidi¨® que arrimaran el hombro para luchar contra la crisis.
El CEC fue una buena idea, que sirvi¨®; pero , ahora, una vez superada la crisis, no parece factible
En realidad, ese era su objetivo. El CEC naci¨® como respuesta a una situaci¨®n que sum¨ªa al pa¨ªs en el caos (la prima de riesgo disparada, el d¨¦ficit p¨²blico desmandado, la banca atribulada, la amenaza del rescate cercana...), con un Gobierno (el de Zapatero) desorientado y una patronal desaparecida tras el mandato de Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, al que la oligarqu¨ªa empresarial consideraba nefasto para los intereses del colectivo.
El pa¨ªs estaba en estado de sitio y la respuesta deb¨ªa ser inmediata y eficaz desde el primer momento. Los empresarios se remangaron y, convencidos de que su apoyo era fundamental, elaboraron informes a favor de la econom¨ªa espa?ola y organizaron una gira mundial para vender Espa?a. Un favor para el Gobierno de Mariano Rajoy, que por cierto no les recibi¨® hasta bien entrada la legislatura, en mayo de 2014.
El CEC fue una manera de despertar al empresariado, que hizo reaccionar a la patronal. Fue una idea que sirvi¨®; pero, ahora, superada la crisis, ya no parece factible. Aunque muchos consideren que se han quedado a medias. Se ha hecho patente que los grandes grupos, sin nadie que les aglutine, prefieren caminar solos. No obstante, los principios fundacionales (incrementar la internacionalizaci¨®n de las empresas y apostar por la econom¨ªa del conocimiento con m¨¢s I+D+i, digitalizaci¨®n, mejora de la educaci¨®n...) siguen siendo v¨¢lidos. Lo importante radica, precisamente ahora, en mantener viva la llama encendida en las organizaciones empresariales y en el Gobierno.
?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.