Bajos costes, altos vuelos
Las aerol¨ªneas de bajo coste son el carril principal que permite el crecimiento del turismo mundial
Hay que tener sumo cuidado con las predicciones optimistas; generalmente no se cumplen y el incumplimiento produce frustraci¨®n. La evoluci¨®n del mercado del transporte a¨¦reo en Am¨¦rica Latina ha seguido en los ¨²ltimos a?os una evoluci¨®n tan favorable que los expertos en prospectiva de mercado ya auguran que en los pr¨®ximos 24 a?os se triplicar¨¢ el negocio de las aerol¨ªneas que operan en la zona. Como toda prospectiva, implica una extrapolaci¨®n sin m¨¢s de las condiciones presentes al escenario futuro; a una evoluci¨®n m¨¢s o menos lineal se le aplican correcciones (generalmente arbitrarias) y ya tenemos un futuro pluscuamperfecto; o f¨²nebre, seg¨²n los casos. Pero la realidad, incluso vista desde el presente, es m¨¢s compleja. Los precedentes econ¨®micos en Latinoam¨¦rica indican que su caracter¨ªstica m¨¢s segura es la volatilidad, encadenada fatalmente a la dependencia de otras econom¨ªas (singularmente a Estados Unidos y el d¨®lar) y a la explotaci¨®n de materias primas con decisiones que se manejan en otros ¨¢mbitos geogr¨¢ficos.
Excluida la volatilidad, la evoluci¨®n del negocio del transporte a¨¦reo en la regi¨®n cumple con las pautas esperadas del crecimiento de un mercado. En el caso de las aerol¨ªneas, el modelo de crecimiento se basa en deprimir los precios para aumentar el n¨²mero de pasajeros. Lo que se conoce como l¨ªneas low cost. Es un modelo sencillo: con el precio del billete, el viajero paga el vuelo; el resto, son extras. ?Que la facturaci¨®n no se hace por Internet?; pues se paga aparte y as¨ª sucesivamente. El viajero tiene derecho a ir acurrucado, casi en posici¨®n fetal, en un sello de correos, a que el avi¨®n cumpla con unas reglas de seguridad y a que se le deposite en un aeropuerto, a distancias aleatorias de la terminal (pueden ser 100 metros o dos kil¨®metros); ese derecho no incluye (?por supuesto!) ser informado en caso de incidencias, recibir un peque?o refrigerio en vuelo o tener explicaci¨®n alguna en caso de extrav¨ªo de maletas. Enti¨¦ndase, el modelo es correcto mientras cumpla lo que promete (en este caso, lo que no promete) y all¨¢ el cliente. T¨¦ngase en cuenta tambi¨¦n que este modelo low cost ha sido la correa de transmisi¨®n adecuada para el crecimiento masivo del turismo en un mundo en crisis (parece que cr¨®nica) y para el aumento, tambi¨¦n masivo, de inmigraci¨®n entre j¨®venes de pa¨ªses desarrollados, tambi¨¦n en crisis.
Por el momento, las aerol¨ªneas de bajo coste son el carril principal que permite el crecimiento del turismo mundial (versi¨®n rentas bajas) y la circulaci¨®n de trabajadores. Por lo tanto, su presencia cada vez m¨¢s frecuente en Latinoam¨¦rica viene a significar que existe una base para un crecimiento econ¨®mico m¨¢s estable en pa¨ªses de la zona y que probablemente el mercado tur¨ªstico no acaba de explotarse con la tenacidad y las inversiones debidas. Dicho en t¨¦rminos gen¨¦ricos, es un buen s¨ªntoma, incluso aunque no deba olvidarse que la expansi¨®n del low cost implica casi irremediablemente multiplicar las l¨ªneas de vuelo y explotar las zonas econ¨®micas inexploradas. Lo que ha sucedido en Europa, en EE UU o en Jap¨®n bien puede ocurrir, con el mismo ¨¦xito, en esta regi¨®n. No obstante, el modelo de low cost no puede sostenerse sin cambios. La reducci¨®n de costes no es un proceso infinito y el precio del queroseno probablemente empiece a ser un problema. Es verdad que las perspectivas econ¨®micas para la regi¨®n son inciertas (por Trump, por la subida de tipos de inter¨¦s), pero en cuanto regrese el crecimiento de la econom¨ªa y retorne el flujo de inversiones, lo m¨¢s probable es que crezca la demanda de vuelos de calidad.
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