El sue?o negro de Burgos se acaba
Cierra, tras medio siglo, el yacimiento de Sargentes, el campo de petr¨®leo m¨¢s antiguo de Espa?a
Espa?a es, desde esta semana, m¨¢s dependiente de las importaciones de petr¨®leo. En concreto, un 0,01% m¨¢s. Ese es el porcentaje que supon¨ªa, sobre el total de consumo anual de hidrocarburos del pa¨ªs, el crudo que se consegu¨ªa arrancar de las entra?as del yacimiento de Ayoluengo, ubicado en un p¨¢ramo al norte de la provincia de Burgos.
Tras medio siglo de extracciones ininterrumpidas, este simb¨®lico campo de petr¨®leo ¡ªel ¨²nico que estaba en activo de la Pen¨ªnsula y el m¨¢s antiguo de Espa?a¡ª se cerr¨® oficialmente el pasado martes, despu¨¦s de que el Gobierno rechazara prorrogar la concesi¨®n como hab¨ªa pedido la actual empresa propietaria.
No est¨¢ muy claro si es por el g¨¦lido viento o por la pena, pero a Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez se le humedecen un poco los ojos cuando mira al pozo 37 ¡ªse llegaron a abrir 53, aunque en los ¨²ltimos a?os solo estaban en activo una decena¡ª. Hasta hace unos d¨ªas, el pozo 37 era la joya de la corona de este ins¨®lito campo petrol¨ªfero. "Era el que m¨¢s produc¨ªa en los ¨²ltimos a?os, el que casi manten¨ªa el campo", rememora este antiguo trabajador del yacimiento mientras mira el balanc¨ªn met¨¢lico ya parado.
Para las cuentas de importaciones y exportaciones de hidrocarburos de Espa?a esta clausura no supone pr¨¢cticamente nada: ese ¨ªnfimo 0,01%. Para Sargentes de Lora, la localidad burgalesa de 110 habitantes en la que se ubica el campo petrol¨ªfero, el cierre es determinante: puede acelerar a¨²n m¨¢s su proceso de despoblaci¨®n. Y para Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez el fin del yacimiento implica perder un sonido que le ha acompa?ado casi toda su vida: el ronroneo del motor de las bombas que extra¨ªan el petr¨®leo desde una profundidad de m¨¢s de 1.500 metros. "Es una pena verlos as¨ª parados", repite ante el silencio del caballito, el nombre por el que se conoce aqu¨ª a las estructuras que se usan para sacar el crudo en los pozos.
Barullo, mucha gente, movimiento de coches, ajetreo. Es lo que le viene a la memoria a Rodr¨ªguez cuando piensa en el 4 de junio de 1964. Entonces ten¨ªa siete a?os y ahora no tiene muy claro si lo que recuerda lo vio o se lo han contado. "Cuando sali¨® el petr¨®leo la gente del pueblo se enter¨® y tornearon las campanas". Aquel 4 de junio de 1964 se confirm¨® lo que se intu¨ªa desde hac¨ªa m¨¢s de medio siglo y lo que aquellos yanquis con mono de trabajo andaban buscando con sus torres de exploraci¨®n: en el subsuelo de este p¨¢ramo hab¨ªa crudo. Y la euforia se desat¨® en la Espa?a de la dictadura. "?Oro negro!", titul¨® la prensa tras el hallazgo del petr¨®leo, del que se dijo que ten¨ªa una calidad extraordinaria.
"Es el mejor regalo que Dios puede hacer a Espa?a y al Caudillo al cumplirse los 25 a?os de paz. El mayor alcance que esto tendr¨ªa en lo nacional ser¨ªa el de independizarse del extranjero", declar¨® a La Vanguardia el responsable de Campsa, la empresa espa?ola que, junto a Chevron y Texaco, se encarg¨® de los sondeos exploratorios.
Luego vino la realidad: ni hab¨ªa tanto crudo ni era de tanta calidad como se hab¨ªa dicho. "Aquello fue muy sonado. A la comarca le hizo mucha ilusi¨®n, pero luego nos fue defraudando", rememora el ingeniero de Minas Jos¨¦ Luis D¨ªaz, que por aquella ¨¦poca se dedicaba a la b¨²squeda de petr¨®leo en Espa?a y que fue director general de la Energ¨ªa del Ministerio de Industria entre 1972 y 1975. "En la comarca nos llegaron a pedir hasta que se instalara una refiner¨ªa", recuerda.
Pero D¨ªaz admite la realidad de Espa?a: "Hemos tenido mala suerte, somos pobres en petr¨®leo". Y pone un ejemplo: "Todo el que se ha extra¨ªdo desde los a?os sesenta en Espa?a es el equivalente a solo un trimestre de consumo". Frente a las costas de Tarragona, desde las plataformas marinas, a¨²n se extrae, pero el cierre de Ayoluengo supone el fin de la producci¨®n de crudo en la Espa?a peninsular.
"Ajuste a la realidad"
Tras la primera euforia en Sargentes de Lora, en 1967 arranc¨® la producci¨®n, aunque ya pocos pensaban que se iban a hacer ricos con el hallazgo. "Lo que hubo fue un ajuste a la realidad. ?Desilusi¨®n? Pues claro que hubo, en proporci¨®n con aquel alboroto, aquel ruido de la prensa y de todos". As¨ª resume lo que pas¨® Joaqu¨ªn Cidad, el sacerdote de Sargentes desde hace 45 a?os y algo as¨ª como el cronista del pueblo ¡ªlleg¨® a ser corresponsal en la comarca del Diario de Burgos¡ª. "En principio se pensaba que iba a ser un poco m¨¢s, pero, bueno, nos conformamos con lo que tenemos, que no nos quiten lo poco que nos queda", a?ade Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez.
Ambos charlan en El oro negro, el ¨²nico bar que queda en Sargentes. El n¨²mero de bares suele ser un buen indicador de despoblaci¨®n. En los primeros tiempos del campo de petr¨®leo, cuando trabajaban all¨ª medio millar de personas, llego a haber cinco.
"El riesgo de despoblaci¨®n es muy grande", advierte el alcalde de Sargentes, Carlos Gallo (PP). Los 18 empleados que trabajaban ahora en el yacimiento dejar¨¢n de hacerlo a mediados de este mes, cuando se termine el sellado de los pozos y su acondicionamiento. Pueden parecer pocos, pero para un pueblo de 110 habitantes lo son todo. "Estamos hablando de 18 puestos directos, m¨¢s los empleos indirectos: el panadero, el carnicero... Es todo para la comarca", a?ade el regidor, que ha comenzado una campa?a de recogida de firmas para que se reabra el yacimiento.
"Quedan barriles y barriles"
La actual propietaria, la empresa brit¨¢nica Leni Gas & Oil, quer¨ªa seguir operando, como confirma Celia D¨ªaz, la abogada que representa a la compa?¨ªa en Espa?a. Hab¨ªa solicitado una pr¨®rroga, pero el Ministerio de Energ¨ªa la deneg¨® al haberse superado los 50 a?os de concesi¨®n, como estipula la ley. "Vamos a solicitar de nuevo la concesi¨®n", se?ala D¨ªaz. Pero se tendr¨¢ que abrir un nuevo concurso. La compa?¨ªa sostiene que tiene dise?ado un plan de inversiones para mantener el campo tres d¨¦cadas m¨¢s.
"La empresa dice que solo se ha extra¨ªdo entre un 18% y un 20% de todo el crudo. Mira si quedan barriles y barriles", dice Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez. Mientras habla, el perro Petr¨®leo ¡ªde pelo negro intenso¡ª se pasea por el bar del pueblo. Desde una ventana se ve a lo lejos uno de los caballitos del campo de petr¨®leo de Sargentes. Y, m¨¢s all¨¢, dos enormes generadores de energ¨ªa e¨®lica.
Esta comarca burgalesa nunca lleg¨® a ser el Texas espa?ol, como auguraban algunas cr¨®nicas de los a?os sesenta. Pero Castilla y Le¨®n s¨ª es ya un gigante e¨®lico. Es la autonom¨ªa con m¨¢s potencia e¨®lica instalada de Espa?a y, dentro de la comunidad, Burgos es la provincia con m¨¢s aerogeneradores.
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