Empresas que llaman a una mujer cuando todo lo dem¨¢s ha fallado
Precipicios de cristal, as¨ª se llama el reto al que se enfrentan muchas directivas, que llegan al mando cuando las cuentas ya se han torcido
En noviembre de 2003 Elizabeth Judge public¨® un art¨ªculo en la secci¨®n de Econom¨ªa de The Times que sembr¨® alarma y desconcierto entre los defensores de una mayor presencia de mujeres en puestos de alta responsabilidad. Judge compar¨® los resultados del ¨²ltimo a?o en Bolsa de varias compa?¨ªas brit¨¢nicas que ten¨ªan a mujeres en su c¨²pula directiva con los de empresas en las que s¨®lo hab¨ªa hombres. Y descubri¨® que mientras que muchas de las primeras hab¨ªan sufrido p¨¦rdidas en el valor de sus acciones, en las segundas ese precio por participaci¨®n se hab¨ªa incrementado. ?Conclusi¨®n?: las compa?¨ªas lideradas por mujeres iban peor.
Entre las personas que leyeron este art¨ªculo se encontraban los investigadores de Psicolog¨ªa Social y Organizacional de la Universidad de Exeter (Reino Unido), Michelle Ryan y S. Alexander Haslam, quienes decidieron profundizar en la cuesti¨®n. Fueron ellos quienes hablaron por primera vez de "precipicio de cristal" (glass cliff) cuando llegaron a la conclusi¨®n de que Judge no exageraba al afirmar que el desempe?o de las empresas en cuya c¨²spide abundaba el talento femenino era m¨¢s pobre, pero no por las razones que ella cre¨ªa. Tal como pudieron constatar en su investigaci¨®n, publicada en 2005, los resultados de esas empresas ya eran malos antes de la llegada de mujeres a sus consejos de direcci¨®n, as¨ª que el g¨¦nero no ten¨ªa nada que ver. De hecho, la causalidad que s¨ª constataron fue otra: que muchas de las empresas que atraviesan una crisis contratan a mujeres para intentar salir de esta.
"Ocurre a menudo que cuando la situaci¨®n es muy dif¨ªcil se coloca en el puesto de mayor responsabilidad a una mujer", confirma Carmen Garc¨ªa-Ribas, directora de Liderazgo Femenino de ESCI-Universidad Pompeu Fabra. Seg¨²n Sara Berbel, doctora en Psicolog¨ªa Social y directora general de Barcelona Activa, a diferencia del conocido techo de cristal, con este nuevo peligro invisible "no se trata de que haya obst¨¢culos que impidan a las mujeres progresar, sino de que hay una tendencia a ofrecerles puestos de direcci¨®n m¨¢s complejos y en los que existe un mayor riesgo de fracaso".
Los estudios que sustentan la teor¨ªa del precipicio de cristal, no obstante, son a¨²n escasos. "S¨ª sucede que las mujeres tienen que hacer m¨¢s m¨¦ritos para llegar y que muchas veces se tienen que conformar con puestos menos atractivos", concede In¨¦s Alberdi, catedr¨¢tica de Sociolog¨ªa de la Universidad Complutense de Madrid. "Pero no creo que haya suficientes casos para tomar el fen¨®meno como t¨®nica general", opina. Adem¨¢s, "puede que Theresa May haya llegado al puesto de primera ministra en un momento poco apetecible, pero ha llegado. ?A cu¨¢ntos [hombres o mujeres] les gustar¨ªa!".
Los mayores desaf¨ªos para ellas
Theresa May, primera ministra de Reino Unido desde 2016. Fue un hombre, David Cameron, quien desencaden¨® el 'Brexit' con la convocatoria del refer¨¦ndum brit¨¢nico. Pero es una mujer quien ha tenido que mudarse al 10 de Downing Street para llevarlo a cabo.
Marissa Mayer, presidenta y directora ejecutiva de Yahoo desde 2012. Con su llegada, la empresa pionera de Internet intentaba reconquistar una posici¨®n de prevalencia en un mercado dominado por Google, la antigua empresa de Mayer.
J¨®hanna Sigur?ard¨®ttir, primera ministra de Islandia entre 2009 y 2013. Lleg¨® al cargo tras una grave crisis de Gobierno provocada por la situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, que culmin¨® con la dimisi¨®n de su predecesor, Geir Haarde, y la de todo su Gabinete.
Layhoon Chan, presidenta ejecutiva del Valencia CF desde 2014. Cuando el empresario singapurense Peter Lim adquiri¨® el equipo de f¨²tbol levantino, envi¨® a su mano derecha a Espa?a con la dif¨ªcil misi¨®n de apaciguar la convulsi¨®n social que rode¨® la venta.
Causas del fen¨®meno
En cuanto a las causas del fen¨®meno, hay consenso en se?alar que las mujeres toman los puestos que desechan los hombres porque estos tienen m¨¢s donde elegir. Eva Rimbau, profesora de Econom¨ªa y Empresa de la UOC, apunta tambi¨¦n hacia los estereotipos. "Se supone que el estilo de liderazgo femenino es m¨¢s relacional y orientado a la resoluci¨®n de conflictos, as¨ª que cuanto mayor es la crisis, mayores posibilidades de que pongan a una mujer a gestionarla", se?ala.
Para Berbel, se trata de un argumento trampa. "A primera vista, parecer¨ªa un reconocimiento a la mayor habilidad directiva de las mujeres, pero en la pr¨¢ctica supone colocarlas en situaciones peligrosas y con altas posibilidades de estrellarse". De confirmarse esta din¨¢mica, opina Rimbau, las consecuencias podr¨ªan ser funestas para la reputaci¨®n del talento femenino. "Porque cada uno de esos fracasos justifica la teor¨ªa de que las mujeres son peores l¨ªderes, pero se est¨¢ obviando que esa directiva tuvo que actuar en un contexto en el que era muy dif¨ªcil tener ¨¦xito".
Un despido masivo, una fusi¨®n, p¨¦rdidas sostenidas... Si son regalos envenenados, ?por qu¨¦ las directivas los aceptan? Garc¨ªa-Ribas cree que, sencillamente, no abundan las alternativas para ellas. "Quiz¨¢s sea su ¨²nica oportunidad para progresar en su carrera", subraya. Esperanza Ferrando, vicedecana de la Facultad de Derecho, Empresa y Ciencias Pol¨ªticas de la Universidad CEU Cardenal Herrera Oria, recuerda que ¨²nicamente hay un 26% de mujeres en puestos directivos. "Todav¨ªa no existe suficiente confianza en que las mujeres puedan ser tan buenas l¨ªderes como cualquier hombre. Incluso por parte de las mujeres", lamenta.
El precipicio de cristal podr¨ªa ayudar tambi¨¦n a explicar la fama de "huesos" que acompa?a a algunas dirigentes. Aunque, apunta Garc¨ªa-Ribas, los clich¨¦s hacen que no se trate de igual forma a mujeres y hombres cuando toca ponerse firme. "Cuando alguien quiere desprestigiar al talento femenino acude a ejemplos de mujeres que fueron especialmente duras, porque se espera de ellas que sean dulces y compasivas. En cambio, cuando es el hombre el que toma decisiones dif¨ªciles se dice de ¨¦l que 'no le tiembla la mano". Eva Rimbau cree que, en general, ellos lo tienen m¨¢s f¨¢cil. "Tienen acceso a puestos m¨¢s c¨®modos y estables". Por eso, reflexiona, "tal vez tendr¨ªamos que empezar a hablar de que a los hombres se les pone una 'almohada de cristal".
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