Un guardi¨¢n en el molino
El3ments devuelve a la vida semillas tradicionales para combatir el abandono de cultivos
Tengo manos y una azada. ?Curramos?". Tambi¨¦n campos abandonados, "cada vez m¨¢s", y clientes "que comen cinco veces al d¨ªa y buscan salud para llevarse a la boca". C¨ªrculo cerrado. Pura l¨®gica. La misma que impregna el discurso de H¨¦ctor Molina (Vila-real, 1977). Agricultor "autodidacta", emprendedor y cabeza visible de El3ments, el proyecto empresarial agr¨ªcola que impuls¨® en 2012 desde esta base simple "y buscando la m¨¢xima ¨¦tica" que ha encandilado, por revolucionario y creativo, a Europa. Bruselas o la Academia de Gastronom¨ªa Valenciana son algunas de las instituciones que han sucumbido con diferentes reconocimientos a El3ments y a su noble doble prop¨®sito. Por un lado, preservar el patrimonio agr¨ªcola poniendo en valor tanto el continente como el contenido "con el m¨¢ximo compromiso social y medioambiental". Por otro, devolverle la prosperidad perdida al campo con el ox¨ªgeno que proporciona la formaci¨®n y una dosis extra de innovaci¨®n.
Bajo estas directrices, El3ments no s¨®lo ha echado ra¨ªces, sino que ha potenciado su car¨¢cter multidisciplinar. Ha logrado colarse en los fogones de la alta cocina, donde chefs como el madrile?o Rodrigo de la Calle (estrella Michelin 2017) importan a sus platos vegetales de semillas recuperadas por Molina y un equipo a cinco manos que completan Mar¨ªa Olaria, Jos¨¦ Francisco Nebot, Eugenio Llorens y Sergio Lliber¨®s. Tambi¨¦n trabaja en la incorporaci¨®n de productos hortofrut¨ªcolas de temporada ¡ªuno de los pilares de El3ments¡ª en los men¨²s de 6.000 escolares de Castell¨®n y Valencia gestionados por el Grupo Intur.
El poder del c¨ªtrico
Un antiguo molino de trigo rehabilitado en plena huerta burrianense es la nueva sede de la empresa, que en 2016 factur¨® 165.000 euros. Tras un estreno laboral ligado al azulejo y al boom de la construcci¨®n, H¨¦ctor Molina decidi¨® virar el rumbo. "Le vi las orejas al lobo", reconoce. Y en 2008 dijo adi¨®s, sin m¨¢s, para gestar un proyecto basado en la agricultura. Primero vendiendo online su propio c¨ªtrico "en una cochera familiar de Vila-real m¨¢s peque?a que esta cocina, a consumidores dispuestos a pagar un precio justo por una buena naranja". Fue una v¨ªa para obtener capital, ganar tiempo y forjar ideas, hasta que en 2012 el Parlamento Europeo crea el concurso Joven Agricultor Innovador y nace El3ments Sun, Water & Land. Un proyecto de recuperaci¨®n y tratamiento del suelo para desarrollar explotaciones agrarias sostenibles que logra el aval de Bruselas.
Dos proyectos: Mima y Cr3cer
El Licor Mima y Cr3cer son dos ejemplos de lo que es capaz de gestar la mente del creador de El3ments. Mima era la abuela de Molina. Y el licor comercializado por ?El3ments al que da nombre est¨¢ hecho con las mandarinas que Polo de Bernab¨¦ import¨® desde China en 1835, convirtiendo en referente citr¨ªcola un territorio de algarrobo, vi?a y olivo.
Fue necesario invertir cinco a?os en recuperar esta variedad ¡ªde la que ya se ha desarrollado una finca con 10.000 kilos de producci¨®n¡ª.
Por su parte, Cr3cer es un proyecto de educaci¨®n agraria que est¨¢ ya en 30 colegios de Castell¨®n y Valencia. A trav¨¦s de diferentes talleres, tiene como objetivo mostrar el ciclo completo de los alimentos, desde su origen hasta el plato, e instruir a los escolares en h¨¢bitos saludables y de respeto al medio ambiente.
En un molino de trigo se ubica la base del proyecto: el laboratorio donde se analizar¨¢n las 1.600 variedades de semillas recopiladas durante a?os ¡ªel 80% del arco mediterr¨¢neo, aunque tambi¨¦n hay asi¨¢ticas y americanas¡ª para "trabajarlas, conocerlas, cultivarlas, ver si se adaptan y, si es as¨ª, producir y comercializar con el valor que merecen", explica. "El objetivo es lograr que estas semillas tradicionales no perduren s¨®lo en la memoria de los mayores" y den sus frutos en las ¨¢reas de cultivo que el equipo de El3ments le est¨¢ ganando al voraz proceso de abandono agr¨ªcola que azota a la provincia de Castell¨®n. Un paso alentador ante los datos de la Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Alimentaci¨®n y la Agricultura (FAO), que cifran en un 75% el porcentaje de la diversidad agr¨ªcola del planeta perdida en un siglo (1900-2000).
Cuatro hect¨¢reas
De momento son cuatro las hect¨¢reas que han vuelto a la vida en varias localidades de la provincia y donde El3ments trabaja, entre otras, con referencias de mel¨®n, tomate, br¨®coli, lechuga, calabac¨ªn o boniato. Tambi¨¦n c¨ªtricos. En una de las fincas se va a analizar el comportamiento y adaptaci¨®n de 73 variedades de estas frutas, "la mitad son antiguas nuestras que han perdido el valor comercial y queremos recuperar, y m¨¢s de 30 son ex¨®ticas". "Sigo pensando que nuestra bandera tiene que ser el c¨ªtrico", dice Molina, pero discrepa de la tendencia a jugar a una sola carta. "Tenemos la mejor clementina del planeta, y yo escalonar¨ªa su producci¨®n con infinidad de variedades para tener recolecci¨®n entre noviembre y abril. As¨ª no saturar¨ªamos el mercado en noviembre, que es lo que hace que el precio se vaya al suelo, y, ante un temporal, no se arruinar¨ªa toda la cosecha".
Pero El3ments es algo m¨¢s que campo. Abarca tambi¨¦n el an¨¢lisis de los valores nutricionales de cada una de las verduras y hortalizas cultivadas y su influencia directa en la salud. Los primeros estudios cient¨ªficos llegar¨¢n el pr¨®ximo diciembre. "Aqu¨ª vamos a meterles matr¨ªcula a las plantas. En el siglo XXI el gran lujo que podamos tener ser¨¢ ponerle cara, nombre y apellidos al productor que te produce el alimento, y ese es el que recomendamos".
El tercer v¨¦rtice de este proceso integral es la comercializaci¨®n del producto de proximidad, "bajo criterios de responsabilidad medioambiental y l¨®gica", por los que aboga El3ments. "Hay que saber venderlo. Estamos desarrollando nuestro propio sello de calidad para que la gente compre nuestro producto porque sepa qu¨¦ hacemos, qui¨¦nes somos y c¨®mo trabajamos".
Con todos estos frentes abiertos, la maquinaria El3ments echa a rodar firme, pero sin horizonte marcado. Desde la libertad que proporciona "navegar" seg¨²n les apetece y haciendo cuantas paradas sean necesarias para valorar y ejecutar las ideas que surjan por el camino.
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