Primavera econ¨®mica
La producci¨®n recupera el nivel precrisis, pero el empleo tardar¨¢ cinco a?os m¨¢s en restablecerse
La econom¨ªa espa?ola est¨¢ a punto de recuperar los cerca de 100.000 millones de euros de producci¨®n perdidos por causa de la crisis. Con toda probabilidad, esta primavera el PIB recobrar¨¢ su nivel anterior al estallido de la burbuja inmobiliaria y financiera.
Bien es cierto que el punto de inflexi¨®n se ha logrado con dos a?os de retraso con respecto al conjunto de la zona euro, pero la fase expansiva es m¨¢s intensa en Espa?a. Se anticipa un s¨®lido crecimiento, del 2,5%, para el conjunto del 2017, frente al 1,8% para la zona euro. Y del 2,2% el a?o pr¨®ximo, medio punto m¨¢s que en la zona euro.
Adem¨¢s, este crecimiento es m¨¢s equilibrado que en anteriores fases de recuperaci¨®n. Se pronostica el mantenimiento del dinamismo exportador y de la inversi¨®n en bienes de equipo, as¨ª como de un confortable super¨¢vit externo. Tanto los hogares como las empresas se han desendeudado, y seguir¨¢n haci¨¦ndolo durante los pr¨®ximos dos a?os.
La sociedad ha demostrado una admirable capacidad de resistencia, seguramente gracias a los v¨ªnculos familiares y las redes de solidaridad que caracterizan este pa¨ªs. Lejos de producirse brotes de xenofobia, como en el centro de Europa, menos castigado por la crisis, Espa?a sigue siendo un pa¨ªs abierto.
Sin embargo, todav¨ªa queda un largo camino por recorrer para cerrar la crisis. Desde el inicio de la recuperaci¨®n se han creado 1,6 millones de empleos, un buen resultado. Pero que representa menos de la mitad de los 3,4 millones de puestos de trabajo destruidos durante el periodo 2008-2013. Si la econom¨ªa mantuviera un ritmo estable de crecimiento, el empleo recuperar¨ªa su nivel anterior a la crisis dentro de cinco primaveras, es decir en el 2022. Los salarios se han contra¨ªdo y la pobreza laboral se ha extendido, como advierte la OCDE en el informe publicado esta semana. El empleo en la zona euro acaba de retornar a los niveles precrisis, lo que ha contribuido a contener las desigualdades.
La deuda p¨²blica es otra secuela de la crisis. Su nivel en enero de este a?o (¨²ltimo dato disponible) representaba pr¨¢cticamente lo que produce el pa¨ªs en un a?o, es decir casi el triple que en enero del 2007. Es un factor de vulnerabilidad, sobre todo teniendo en cuenta el pistoletazo a la subida de tipos de inter¨¦s que acaba de dar la Reserva Federal americana. Por tanto se necesita un esfuerzo importante para moderar la progresi¨®n del endeudamiento p¨²blico, algo que la actual par¨¢lisis presupuestaria no permite.
M¨¢s all¨¢ de los retos pendientes en materia de empleo y de endeudamiento, la verdadera recuperaci¨®n se producir¨¢ cuando se hayan corregido las causas de la crisis. Claro que se ha reformado. Por ejemplo en materia de reordenaci¨®n del sector bancario, mejora de la financiaci¨®n empresarial, disminuci¨®n de la exposici¨®n de los bancos al ladrillo y menor interferencia pol¨ªtica en el funcionamiento de las entidades.
Estas reformas han tenido un coste elevado para el contribuyente, que ha asumido buena parte de las p¨¦rdidas derivadas de la burbuja de cr¨¦dito inmobiliario. La OCDE est¨¢ en lo cierto cuando preconiza el m¨¢ximo rigor en la aplicaci¨®n de estas reformas y en la prevenci¨®n de nuevas derivas que a menudo se producen al calor de la euforia que conlleva las fases expansivas.
Tambi¨¦n conviene actuar mediante un control m¨¢s riguroso del gasto p¨²blico. La creaci¨®n del Airef se considera una buena pr¨¢ctica internacional y ha sido saludable, por facilitar un seguimiento global de los presupuestos. Pero se echa de menos una evaluaci¨®n m¨¢s contundente de cada programa o actuaci¨®n. La licitaci¨®n de obra oficial y la concesi¨®n de permisos para la construcci¨®n de viviendas y de infraestructuras requieren de mecanismos de vigilancia m¨¢s estrictos.
Los casos de corrupci¨®n que se han dado a conocer traducen una debilidad desconcertante en la asignaci¨®n de recursos p¨²blicos. Afortunadamente, la justicia act¨²a con contundencia, pero con excesiva lentitud. Adem¨¢s, la prevenci¨®n necesita refuerzo. La Agencia de evaluaci¨®n de las pol¨ªticas p¨²blicas no parece estar a la altura de las circunstancias, que invitan a un examen exhaustivo del funcionamiento de las administraciones p¨²blicas.
Las buenas perspectivas econ¨®micas han desatado un viento de optimismo en los mercados. Pero conviene evitar la complacencia, manteniendo el esfuerzo reformador para prevenir nuevos desequilibrios y cerrar las cicatrices de la crisis.
Raymond Torres es director de coyuntura de Funcas, @RaymondTorres_
Deuda p¨²blica
Seg¨²n los datos del Banco de Espa?a, la deuda de las administraciones p¨²blicas se increment¨® en enero en 9.213 millones de euros, para alcanzar 1,114 billones de euros, el valor m¨¢ximo de la serie hist¨®rica. La deuda representa el 99,75% del PIB, cerca de un punto m¨¢s que a finales del 2016. Los t¨ªtulos a medio y largo plazo constituyen el principal canal de financiaci¨®n de la deuda, representando el 75% del total. Los valores a corto plazo representan el 7,4% de la financiaci¨®n total y el resto son cr¨¦ditos no comerciales. El Tesoro est¨¢ consiguiendo financiaci¨®n en condiciones favorables y con primas de riesgo estables.
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