El Popular apuesta por vender WiZink y su filial en EE UU para reforzarse
"Debemos elevar las coberturas de los cr¨¦ditos inmobiliarios con lo que dejaremos de ser el banco rezagado de los grandes y nos sumaremos al grupo", dicen desde el banco
El Banco Popular vive en una tormenta perfecta desde hace meses; atraviesa el peor momento de sus 70 a?os, pero no tira la toalla. Su historia se ha escrito con dos palabras: independencia y rentabilidad. Esta ¨²ltima la perdi¨® al prestar sin freno y sin control a las grandes inmobiliarias durante la ¨²ltima d¨¦cada. Y mantenerse en solitario es ahora su gran lucha.
Emilio Saracho, el nuevo presidente de la entidad, est¨¢ convencido de que lo lograr¨¢ porque hay inversores dispuestos a colocar el dinero que necesita el banco. As¨ª lo ha explicado a sus directivos. En la entidad recuerdan que el Deutsche Bank, despu¨¦s de a?os de casi 10 a?os de problemas, ha conseguido 8.000 millones de euros de los inversores. Tambi¨¦n se fijan en Italia, con una banca acusada de ser la de peor calidad de Europa, pero donde Unicredit ha levantado 13.000 millones de capital. "Hay inter¨¦s por invertir en el Popular. Es un banco que tiene un buen negocio minorista y de pymes, pero necesitamos tiempo para recuperarnos y eso se traduce en m¨¢s capital para reforzar nuestros recursos propios y cumplir con las exigencias legales. Adem¨¢s, debemos elevar las coberturas de los cr¨¦ditos inmobiliarios con lo que dejaremos de ser el banco rezagado de los grandes y nos sumaremos al grupo", apuntan en la entidad.
El exbanquero de JPMorgan, que lleva poco m¨¢s de 50 d¨ªas en el cargo, conoce como pocos la banca de inversi¨®n y est¨¢ convencido de que hay financieros dispuestos a meter su dinero en el sexto banco espa?ol. Y eso pese a estar en el ojo del hurac¨¢n de los medios de comunicaci¨®n, de los mercados y de las agencias de calificaci¨®n, como Standard & Poor?s que acaba de rebajar su nota cinco niveles por debajo del grado de inversi¨®n, es decir, hundida en el bono basura. Esta situaci¨®n est¨¢ provocando zozobra en la plantilla, en los clientes y en el equipo directivo, admiten en la entidad, poco acostumbrada a vivir en una monta?a rusa.
"Pero antes de pedir dinero necesitamos recuperar la credibilidad y transmitir transparencia al mercado. Eso pasa por vender lo que podamos para minimizar los recursos que pidamos al mercado", admiten en el Popular. El banco ha puesto en el mercado el 49% de la unidad de negocio con tarjetas, WiZink, por el que podr¨ªa recibir algo m¨¢s de 1.000 millones, y su filial en Estados Unidos, el Total Bank, por el esperan recibir alrededor de 1.000 millones aprovechando que los bancos se pagan caro ahora en aquel pa¨ªs. "Si esto no fuera suficiente, seguir¨ªamos vendiendo otras unidades que no son el negocio b¨¢sico de la entidad, pero somos conscientes de que cada divisi¨®n de la que nos desprendemos supone un recorte de los ingresos anuales", se?alan fuentes internas. Tambi¨¦n habr¨¢ cambios en el consejo de administraci¨®n, buscando contar con personas menos implicadas en la etapa pasada, aunque sin prisa.
Recapitalizaci¨®n
En unas semanas llegar¨¢ el momento de la verdad, cuando Saracho acuda a donde sus excompa?eros, los bancos de inversi¨®n, con los que ha mantenido bastantes reuniones. ?Cu¨¢nto va a pedir o cu¨¢nto necesita? Eso nadie quiere adelantarlo, por ahora.
Parad¨®jicamente, para afrontar con ¨¦xito esta operaci¨®n el Popular tiene la ventaja de tener una cotizaci¨®n hundida porque eso aumentar¨¢ el apetito de los nuevos inversores. Obviamente, esta situaci¨®n enerva y agota a los accionistas tradicionales que ya han colocado 5.400 millones de euros y han perdido casi el 90% de su inversi¨®n por la ca¨ªda en Bolsa. El mercado puede aplicar su cruel din¨¢mica: quiz¨¢ los ¨²ltimos accionistas que lleguen sean los que recojan los beneficios que facilitaron los primeros, si es que el Popular sale a flote.
Pero el nuevo presidente es pragm¨¢tico; es un banquero de inversi¨®n. No tendr¨¢ problemas en negociar un acuerdo con un competidor que quiera comprar el Popular si presenta una buena oferta, pero eso no ha ocurrido, aseguran en la entidad. Tampoco lo van a buscar. La primera opci¨®n es pasar la tormenta y crear valor con el Popular, convencidos de que lo tiene. Eso s¨ª, ya no se har¨¢ bandera "de la independencia ante todo, en plan heroico", como recuerdan que afirm¨® ?ngel Ron, el anterior presidente.
El lunes pasado, 3 de abril, vivi¨® su peor momento. Perdi¨® m¨¢s de un 10% de su valor en Bolsa y muchos analistas creyeron que hab¨ªa llegado su final como entidad independiente. A las nueve de la ma?ana la entidad anunci¨® una revisi¨®n de las cuentas con un aumento de las provisiones, ca¨ªda de los beneficios y minusvaloraci¨®n del capital. Estos ajustes, "que son de una cuant¨ªa peque?a y que no exigen reformular las cuentas", seg¨²n fuentes internas, se cargar¨¢n en parte contra las cuentas ya aprobadas, de 2016. A las 16 horas, siete horas despu¨¦s, hizo p¨²blico la marcha del consejero delegado, Pedro Larena, de forma inesperada y sin tener un sustituto. El banco pareci¨® ser v¨ªctima de una grav¨ªsima falta de planificaci¨®n en mitad de su crisis particular.
En el Popular aseguran que ambos hechos son independientes: la revisi¨®n de las cuentas no tiene nada que ver la marcha de Larena. Este ejecutivo transmiti¨® que no se sent¨ªa c¨®modo con el nuevo rumbo del banco ni con el papel de Miguel Escrig, exdirectivo de Telef¨®nica, al que Saracho fich¨® con todos los poderes internos para revisar cuentas. "Si Larena no estaba bien, lo mejor es que no siguiera en el banco porque es un trabajo de mucho estr¨¦s y dedicaci¨®n", sentencian en el Popular.
El nuevo presidente no espera recibir un aluvi¨®n de demandas por los cambios en las cuentas. Tambi¨¦n duda de que se llegue a presenta una acci¨®n de responsabilidad contra Ron para evitar que cobre su pensi¨®n.
Saracho, un experto navegante, est¨¢ convencido de que si llega sano y salvo a 2019, cuando acaban las exigencias de capital de las autoridades, habr¨¢ cumplido su misi¨®n, habr¨¢ doblado el Cabo de Hornos. No oculta que se ha encontrado con un panorama peor del que esperaba, pero ha manifestado a los directivos su convencimiento de que se puede ganar el reto. Ahora hace falta que la recuperaci¨®n de la econom¨ªa, la del sector inmobiliario y el entorno hostil en el que se mueve, se lo permita.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.