La rebeli¨®n de los pasajeros

Cuando uno se apretuja en la clase turista de un avi¨®n, enseguida nota las rodillas rozando el asiento de enfrente. La obsesi¨®n de las aerol¨ªneas por aprovechar cada cent¨ªmetro a bordo ha empezado tambi¨¦n a acortar en algunos casos el espacio que hay entre la cara del viajero del respaldo de delante, provocando claustrofobia, ansiedad e ira, seg¨²n los psic¨®logos. Hace tiempo que volar puede ser una pesadilla. Aeropuertos saturados, colas interminables (para facturar, pasar los controles de seguridad, embarcar), retrasos, cancelaciones, overbooking y p¨¦rdidas de equipaje. La expulsi¨®n el domingo pasado de un pasajero de United Airlines en Chicago ¡ªgrabada con varios m¨®viles y r¨¢pidamente viralizada¡ª ha llevado los inconvenientes de volar a nuevas cotas.

Gritando, con la boca ensangrentada y el resto de pasajeros at¨®nitos, el doctor David Dao fue sacado a rastras del avi¨®n por la polic¨ªa. La compa?¨ªa necesitaba su asiento para un empleado que deb¨ªa estar al d¨ªa siguiente en Louisville (Kentucky). El doctor fue v¨ªctima del overbooking, una pr¨¢ctica tan legal como cuestionable. Para mejorar la ocupaci¨®n, las aerol¨ªneas venden m¨¢s billetes de los disponibles porque cuentan con que alg¨²n pasajero no embarque. Cuando se equivocan piden voluntarios para quedarse en tierra y, si no los hay, la compa?¨ªa los selecciona y les indemniza. De los 613 millones de billetes que se compraron en 2016, se impidi¨® embarcar a los titulares de 46.000 de esos billetes. En el caso del doctor, fue expulsado cuando ya se hab¨ªa acomodado en su asiento. La tripulaci¨®n puede decidir echar a un pasajero, pero se ha abierto una investigaci¨®n sobre este caso: consuela saber que el Departamento de Aviaci¨®n de Chicago cree que la manera en la que actuaron los oficiales de seguridad ¡°no fue acorde¡± con las normas.

Hace tiempo que volar puede ser una pesadilla: colas,? retrasos, p¨¦rdidas de equipaje, cancelaciones...

La actitud de United Airlines (han tenido que pasar dos d¨ªas para que pidiera perd¨®n al pasajero) saca a la luz el controvertido trato que las aerol¨ªneas dispensan en ocasiones a sus clientes. En EE UU, cuatro grandes compa?¨ªas se reparten buena parte del mercado (hace una d¨¦cada eran nueve). En Europa, donde hay una mayor penetraci¨®n del bajo coste, se supone que hay m¨¢s competencia, pero en la carrera por abaratar tarifas las condiciones del viaje pueden ser m¨¢s que espartanas. No es de extra?ar que en la lista de las mejores 10 compa?¨ªas a¨¦reas del mundo de TripAdvisor no est¨¦ ninguna europea y solo una norteamericana, Alaska Airlines. Este sector es uno de los que m¨¢s reclamaciones recibe, pero las organizaciones de consumidores advierten que la mayor¨ªa de los afectados no suele presentar una queja formal porque no siempre conoce las compensaciones que podr¨ªan recibir.

La resistencia del doctor podr¨ªa servir de inspiraci¨®n a otros pasajeros, si no fuera porque tras su negativa a salir del avi¨®n ha pasado de v¨ªctima a sospechoso: los medios han escarbado en su biograf¨ªa y han expuesto que en 2004 fue condenado por prescribir analg¨¦sicos ilegalmente, a veces a cambio de sexo. En tierra, arrastrado, expulsado y humillado, habr¨¢ que ver qu¨¦ reclamaci¨®n presenta Dao.