M¨¦xico juega la baza del ma¨ªz ante la renegociaci¨®n comercial con EE UU

Las autoridades mexicanas tienen en uno de los productos m¨¢s emblem¨¢ticos de la dieta nacional su mejor aliado en la renegociaci¨®n del Tratado de Libre Comercio de Am¨¦rica del Norte (TLCAN). El ma¨ªz, sustento fundamental de amplios sectores de la sociedad mexicana desde tiempos inmemoriales, constituye tambi¨¦n una fuente esencial de ingresos para los agricultores del sur de Estados Unidos: uno de los colectivos que propici¨® la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y que ahora teme que sus pol¨ªticas proteccionistas acaben pasando factura a sus propias cuentas de resultados. Esa es la carta que las autoridades mexicanas quieren jugar en las conversaciones comerciales con su vecino del norte. Si la deriva de las conversaciones con Washington acaba siendo da?ina para sus intereses, la primera respuesta pasa por reducir al m¨ªnimo sus cuantiosas importaciones de mijo estadounidense.

Aun cuando el di¨¢logo bilateral no ha echado a andar, la amenaza mexicana est¨¢ sobre la mesa y el pa¨ªs latinoamericano ya ha dado los primeros pasos en esa direcci¨®n. Con el pretexto de reducir su dependencia de EE UU, en las ¨²ltimas semanas las autoridades del pa¨ªs latinoamericano han intensificado sus contactos con sus pares argentinos y brasile?os para explorar la posibilidad de incrementar sustancialmente su cuota de importaciones de ma¨ªz. ¡°Nos tenemos que anticipar para que cuando lleguemos a esa mesa de negociaci¨®n tengamos la certeza de que partimos de una posici¨®n de total fortaleza¡±, dijo a mediados de marzo el titular mexicano de Agricultura, Jos¨¦ Calzada. Toda una declaraci¨®n de intenciones.

A pesar del rol central que el ma¨ªz juega en la dieta nacional ¡ªes pr¨¢cticamente imposible no ingerir un gramo de elote en un d¨ªa medio en cualquier rinc¨®n del pa¨ªs¡ª, y pese a ser autosuficiente y primera potencia mundial en la producci¨®n de una de sus variedades, el ma¨ªz blanco, M¨¦xico solo es el sexto productor mundial de este cereal. Su cuota global (2%) es m¨ªnima si se compara con la estadounidense (34%). Y sus necesidades de importaciones, m¨¢ximas: solo este a?o deber¨¢ importar 16 millones de toneladas de ma¨ªz amarillo, el que m¨¢s se consume en el pa¨ªs latinoamericano, casi en su totalidad de EE UU. El a?o pasado, solo los insumos energ¨¦ticos (gasolina, di¨¦sel y gas natural) superan al ma¨ªz amarillo en la tabla de importaciones mexicanas de EE UU.

La dependencia, en cambio, dista mucho de ser ¨²nicamente mexicana. En los dos ¨²ltimos a?os, el mercado mexicano ha acumulado m¨¢s de la cuarta parte de las ventas de los productores estadounidenses de ma¨ªz. Y cualquier descenso en las importaciones de este cereal supondr¨ªa un duro rev¨¦s para miles de agricultores del Medio Oeste que tienen en el vecino del sur a su principal y casi ¨²nico socio. "Nuestros agricultores est¨¢n preocupados y piden que se proteja la relaci¨®n con nuestro primer cliente mundial de ma¨ªz", afirma Thomas Sleight, presidente del Consejo Estadounidense de Granos, una organizaci¨®n privada que re¨²ne a los principales productores de cereales del pa¨ªs estadounidense con el fin de aumentar su rentabilidad y capacidad exportadora. "Es lamentable ver c¨®mo la ret¨®rica a ambos lados de la frontera deteriora una relaci¨®n comercial excelente, como la que une a EE UU y M¨¦xico", agrega.

¡°Ser¨ªa un desaf¨ªo para EE UU reemplazar a M¨¦xico como comprador de su ma¨ªz. Tambi¨¦n, dados los altos vol¨²menes, para M¨¦xico sustituir a EE UU como proveedor¡±, apuntan los t¨¦cnicos de Geopolitical Futures en un extenso informe sobre la cuesti¨®n publicado semanas atr¨¢s. ¡°En ese escenario, el gran problema lo tendr¨ªan los productores estadounidenses: no les ser¨ªa f¨¢cil encontrar nuevos mercados y, muchos de ellos, ni siquiera tendr¨ªan la posibilidad de sacar su producto por barco [a M¨¦xico llega por tren]¡±, subraya Juan Carlos Anaya, director general del Grupo Consultor de Mercados Agr¨ªcolas.

No solo el Gobierno mexicano se ha movido para reducir el peso de EE UU en el mercado nacional de ma¨ªz: en el plano legislativo tambi¨¦n se han sucedido las propuestas de reducci¨®n de las importaciones. Una de las m¨¢s importantes ha sido la del senador independiente Armando R¨ªos Piter, que aboga por sustituir el mijo estadounidense por grano procedente de Brasil, Argentina y Canad¨¢. ¡°Aunque estoy de acuerdo con la acci¨®n del Ejecutivo, no creo que deba quedarse en eso. Es importante que se legisle y que el Senado fije una posici¨®n clara antes de que empiecen las negociaciones [del TLCAN]¡±, dice sobre su propuesta, presentada a finales de febrero y todav¨ªa en fase de tramitaci¨®n. ¡°M¨¦xico tiene un importante pool de activos para las conversaciones con EE UU, pero el ma¨ªz es uno de los m¨¢s importantes por su capacidad para ejercer presi¨®n sobre los representantes republicanos en el Congreso¡±, a?ade.

Seg¨²n los c¨¢lculos de R¨ªos Piter, el movimiento en favor de sus socios sudamericanos incluso abaratar¨ªa el precio del ma¨ªz importado, especialmente en el caso de Brasil: ¡°Es nueve d¨®lares m¨¢s barato en destino, fletes incluidos¡±, subraya. El plan del senador pasa por una reducci¨®n de las importaciones de ma¨ªz estadounidense del 60% en el primer ejercicio de aplicaci¨®n; del 80% en el segundo y del 100% en el tercero, de forma que a tres a?os vista M¨¦xico no comprar¨ªa ni un gramo de ma¨ªz a su hoy principal proveedor.

Pero no todos los participantes del mercado lo ven tan f¨¢cil. Juan Carlos Anaya, del Grupo Consultor de Mercados Agr¨ªcolas, incide en la competitividad del ma¨ªz amarillo estadounidense respecto al brasile?o o argentino gracias a su facilidad de transporte por tren, un medio sustancialmente m¨¢s barato que el barco. ¡°En destino, los fletes son los que suben el precio. Si no se traen de estos pa¨ªses no es porque no se quiera, sino porque resulta m¨¢s costoso¡±, apunta. A su juicio, el hecho diferencial ser¨ªa la imposici¨®n de un arancel sobre el mijo estadounidense, algo que ve ¡°lejano¡±. ¡°Entonces, el grano brasile?o y argentino s¨ª podr¨ªa ser competitivo¡±, zanja.