Ciudad Real, la ciudad que consigui¨® el AVE a golpe de despachos
La parada de alta velocidad en esta ciudad no estaba prevista pero el alcalde se la arranc¨® al Gobierno y cambi¨® el destino de una capital condenada al ostracismo
Hace 25 a?os, el AVE lleg¨® a Ciudad Real. El entonces alcalde, Lorenzo Selas, dijo que era ¡°el momento m¨¢s importante del siglo¡±. Hoy lo mantiene, ¡°otra cosa es que lo hayamos sabido aprovechar¡±, dice. La geograf¨ªa hab¨ªa dejado abandonada a la ciudad: la autopista Madrid-Andaluc¨ªa pasaba a 50 kil¨®metros de all¨ª ¨CCiudad Real no tuvo autov¨ªa hasta 2003-, e ir en tren a Madrid supon¨ªa casi 3 horas. Por si fuera poco, la gran preocupaci¨®n del alcalde Selas eran los cortes de agua, habituales en la noche. ¡°Esto era un pueblo en los a?os 80¡±, dice Jos¨¦ Mar¨ªa Coronado, profesor de la Escuela de Caminos de la Universidad de Castilla la Mancha. ¡°Y de repente nos dieron un Mercedes¡±, a?ade.
La aparici¨®n de la alta velocidad en Ciudad Real en 1992 fue un accidente. El Gobierno plante¨® la alta velocidad como un sustituto al avi¨®n. El AVE Madrid-Sevilla iba a tener solo una parada: C¨®rdoba. En Ciudad Real se enteraron en 1989 que el plan de circunvalaci¨®n de la ciudad -sin una estaci¨®n nueva- estaba ya en marcha. Casi sin tiempo, el equipo de gobierno local estaba dispuesto a impedirlo. Selas ten¨ªa claro cu¨¢l era su ¨²ltimo comod¨ªn, despu¨¦s de pasear de despacho en despacho por Madrid y reunirse con la plana mayor de Renfe. Fue con el presidente y vicepresidente de la comunidad, Jos¨¦ Bono y Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, a ver a Jos¨¦ Barrionuevo, entonces ministro de Transportes: ¡°Me llev¨¦ todos los planos de la estaci¨®n y la ciudad. Fue una reuni¨®n intensa y larga¡±, dice. All¨ª se decidi¨® que Ciudad Real iba a tener AVE.
Selas hab¨ªa sido alcalde con UCD y luego independiente. En las siguientes elecciones, en 1991, se present¨® por el PSOE: ¡°Cuando hay un matrimonio de buena avenencia, todos tenemos que ceder¡±, dice. Selas se retir¨® en 1993, un a?o despu¨¦s del AVE. Desde entonces se ha guardado su opini¨®n sobre el desarrollo de Ciudad Real. Hasta ahora: ¡°No se han sabido aprovechar las inercias y las oportunidades del momento¡±, cree.
Ciudad Real no ha dado ning¨²n salto espectacular ni se ha convertido en un eje industrial. No ha crecido, como profetiz¨® Selas en 1992, ¡°hasta 150.000 habitantes¡±. Ha pasado de 55.000 habitantes a 74.000 en 2016. Es un aumento sensible para una ciudad que -como Palencia o Teruel- le esperaba con suerte un futuro de crecimiento plano. Pero tampoco puede decirse que 25 a?os no han servido para nada.
Los trenes ¡°mete-saca¡±
El AVE en Ciudad Real en seguida se convirti¨® en un experimento de ¨¦xito. Renfe preve¨ªa no m¨¢s de 300.000 pasajeros al a?o, seg¨²n Escol¨¢stico Gonz¨¢lez, gerente en la ¨¦poca de las estaciones de Ciudad Real y Puertollano. En un a?o, la cifra de pasajeros era ya el triple. En Renfe no se lo explicaban. Gonz¨¢lez a¨²n recuerda la ¨²nica explicaci¨®n absurda que encontraron, en boca de un director de m¨¢rketing: ¡°Los manchegos se suben a todo lo que se mueva¡±.
El ¨¦xito oblig¨® a Renfe a un planteamiento nuevo. Cuando acab¨® la Expo en octubre de 1992, hab¨ªa trenes de sobra. Les cedieron un par para que hicieran de lanzadera: ¡°Entonces los llam¨¢bamos mete-saca¡±, dice Gonz¨¢lez. Se crearon los abonos sobre la marcha y fue un boom. Fue el experimento comercial de Renfe para la creaci¨®n de la media distancia o Avant. Aquello cambi¨® la percepci¨®n de las bondades de la alta velocidad.
El AVE puso a Ciudad Real en el mapa tambi¨¦n para lo malo. En los a?os de la crisis, Ciudad Real fue famosa por su aeropuerto fallido -que ahora parece revivir- y el fracasado proyecto de casinos, golf y viviendas llamado Reino de Don Quijote, con parte de inversi¨®n norteamericana. Sin AVE nada de esto hubiera ocurrido. El profesor Coronado sigue con su met¨¢fora del Mercedes: ¡°A lo mejor nos hubiera ido mejor sin el pelotazo, pero ?qu¨¦ es mejor ir en un Mercedes y darte un trompazo o seguir andando y no chocar nunca?¡±, dice.
El impulso del AVE a Ciudad Real es dif¨ªcil de medir con precisi¨®n. Pero hay al menos tres consecuencias positivas para la ciudad: uno, los profesionales que van a Ciudad Real a trabajar son mejores. ¡°Si un m¨¦dico saca buena nota en el MIR, pero no lo suficiente como para ir a Madrid, Ciudad Real es hoy una alternativa¡±, dice Coronado. Dos, Ciudad Real es hoy m¨¢s capital de su provincia. Antes del AVE, el ¨²nico s¨²per que hab¨ªa en la ciudad era un Simago. En 1992 lleg¨® Eroski, con un peque?o centro comercial, y Leclerq. Tres, el mercado laboral de Madrid se abre a la ciudad. Hoy unos cientos de ciudadanos van a trabajar a Madrid. Un abono de 44 viajes al mes en AVE m¨¢s el de Madrid son casi 600 euros mensuales. A eso hay que sumarle los 50 minutos de trayectos. No es una decisi¨®n simple, pero se puede hacer.
La prueba de que 25 a?os no son tantos para cambios extraordinarios es que la nueva estaci¨®n del AVE de Ciudad Real est¨¢ junto a un barrio humilde. A escasos 100 metros hay un solar cochambroso donde hab¨ªa casas prefabricadas de chabolistas. Ah¨ª sigue, en pleno paso a pie hacia el centro. La remodelaci¨®n urbana de la ciudad no era una urgencia para un pueblo con un juguete nuevo: ¡°Tu ibas andando y ahora tu Mercedes echa humo, se le ha roto la estrella, pero ?qu¨¦ m¨¢s da? ?Tenemos un Mercedes!¡±, dice el profesor Coronado. Parece que necesita un motor nuevo.
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