Qu¨¦ se juega en el TLC

El acuerdo de comercio de Norteam¨¦rica (TLCAN o NAFTA, en sus siglas en ingl¨¦s) se firm¨® hace algo m¨¢s de dos d¨¦cadas con la intenci¨®n de unir las econom¨ªas de Estados Unidos, Canad¨¢ y M¨¦xico, para que la regi¨®n m¨¢s pr¨®spera del planeta pudiera compartir as¨ª su riqueza y ser competitiva a escala global. El nuevo inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump, quiere ahora un cambio dr¨¢stico en las reglas de juego, porque considera que son injustas para las empresas y los empleados estadounidenses. ?Tiene realmente raz¨®n el presidente de la primera potencia mundial en su diagn¨®stico?

?Qu¨¦ es el TLCAN?

El tratado se firm¨® durante el mandado del dem¨®crata Bill Clinton. Aunque entr¨® en vigor en 1994, era una extensi¨®n del acuerdo bilateral que ten¨ªan Estados Unidos y Canad¨¢ desde 1988. Los republicanos Ronald Reagan y George H. W. Bush, favorables al libre comercio, iniciaron el proceso de negociaci¨®n para que se estrecharan m¨¢s los lazos en la regi¨®n y competir con la Comunidad Econ¨®mica Europea. En su d¨ªa se consider¨® la mayor zona de libre cambio del mundo. Cuenta con un ¨®rgano independiente encargado de resolver disputas.

Las cifras globales

La zona de libre cambio abarca a 450 millones de personas residentes en los tres pa¨ªses. El PIB combinado ronda los 21 billones de d¨®lares. Los intercambios comerciales pasaron de cerca de 290.000 millones en 1993 a 1,2 billones en 2016. De ese total, 660.000 millones corresponden a intercambio comerciales con Canad¨¢ y 530.000 millones a M¨¦xico. El comercio entre Canad¨¢ y M¨¦xico es de 30.000 millones, diez veces m¨¢s que antes del tratado. Hay 14 millones de empleos que se benefician de la ausencia de barreras comerciales. La inversi¨®n directa se triplic¨® en ese periodo. Las compa?¨ªas de EE UU inyectaron 425.000 millones en M¨¦xico y Canad¨¢ mientras que las empresas de esos dos pa¨ªses introdujeron 240.000 millones en EE UU. Hay 140.000 empresas de peque?o y mediano tama?o que participan en el marco.

Los n¨²meros de Canad¨¢

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Es el segundo socio comercial de EE UU, solo por detr¨¢s de China. La balanza comercial muestra un super¨¢vit favorable para la econom¨ªa estadounidense, de 11.900 millones. Los intercambios que se mueven por la frontera norte convirtieron a Canad¨¢ en el principal socio comercial de una treintena de estados en EE UU. Las exportaciones canadienses hacia EE UU crecen a un ritmo anual del 4,5%, similar a las importaciones, mientras que las que van a M¨¦xico lo hacen casi un 10%, tambi¨¦n como las importaciones. La inversi¨®n directa se triplic¨® desde 1993.

Los n¨²meros de M¨¦xico

Es el tercer socio comercial de EE UU por detr¨¢s de China y Canad¨¢. Los intercambios en la frontera sur se multiplicaron por cinco durante la vigencia del acuerdo, hasta los 530.000 millones en 2015. Crecen a un ritmo anual del 8%. M¨¦xico importa m¨¢s en la actualidad de su vecino del norte que de Brasil, Rusia, India y China juntas. El 80% de las exportaciones mexicanas van dirigidas al mercado estadounidense. Eso provoc¨® que de tener un d¨¦ficit en la balanza comercial mexicana de 1.700 millones antes del NAFTA, se pasara a un super¨¢vit de 54.000 millones. En paralelo, el 50% de inversi¨®n directa acumulada durante la vigencia del tratado tuvo origen en EE UU.

?C¨®mo afecta a EE UU?

El impacto del NAFTA como motor del crecimiento es modesto, de solo un 0,5% del producto interior bruto. La aportaci¨®n anual asociada a la relaci¨®n comercial con M¨¦xico y Canad¨¢ se estima en 127.000 millones de d¨®lares, unos 400 d¨®lares por habitante. Los estados m¨¢s beneficiados por el pacto son Texas, California, Michigan, Illinois y Arizona por el lado mexicano. Y Michigan, Illinois, California, Texas y Ohio, por el lado canadiense. El tratado, sin embargo, tiene un coste para industrias muy espec¨ªficas, como la automoci¨®n, el textil o los electrodom¨¦sticos. La p¨¦rdida de empleo asociada a la deslocalizaci¨®n se estima en 680.000 ocupados, concentrados mayormente en California, Nueva York, Michigan y Texas. Pero los estudios precisan que se crearon cinco millones empleos netos.

?Y al resto del mundo?

La revisi¨®n del acuerdo trilateral es solo una parte de la historia, porque el cambio de r¨¦gimen afectar¨¢ a otros pa¨ªses con los que EE UU, Canad¨¢ y M¨¦xico tienen relaciones. Los fabricantes de coches estadounidenses, por ejemplo, producen sus coches y componentes al otro lado de la frontera porque los acuerdos comerciales de M¨¦xico son un trampol¨ªn para mover sus productos por el mundo. Canad¨¢, por su parte, acaba de negociar un acuerdo comercial con la Uni¨®n Europea que tiene un alcance mayor que el NAFTA. Los firmantes del acuerdo del Transpac¨ªfico buscan a su vez reagruparse entorno a China.

?Por qu¨¦ entonces el cambio?

Donald Trump lleg¨® a calificarlo como el peor de la historia. Considera que a la sigla NAFTA le falta una F: adem¨¢s de libre (free) y comercio (trade) entre los tres pa¨ªses debe ser justo (fair) para los socios. Aunque el empresario se declara a favor de la apertura comercial, la ret¨®rica proteccionista defini¨® su campa?a a las presidenciales. Hillary Clinton tambi¨¦n defendi¨® que se revisaran los t¨¦rminos m¨¢s conflictivos del acuerdo, aunque sin llegar al extremo del republicano, que apoya su plan econ¨®mico en el principio de ¡°Am¨¦rica por delante¡±.

El proceso

El presidente de Estados Unidos tiene poderes absolutos en el ¨¢mbito del comercio. Pero antes de sentarse a la mesa para negociar con sus socios debe cumplir unos procedimientos. Es necesario que el nominado para el puesto de representante de Comercio sea refrendado por el Senado. La administraci¨®n estadounidense debe, adem¨¢s, avisar con 90 d¨ªas de antelaci¨®n al Congreso sobre sus intenciones. Despu¨¦s, durante el proceso, debe consultarle con regularidad a los legisladores en el Capitolio sobre la direcci¨®n de las negociaciones. Trump quiere ir r¨¢pido, pero es poco probable que pueda cerrarlo este a?o. El calendario tambi¨¦n aprieta en M¨¦xico, por las presidenciales.

?Hay alternativa al TLCAN?

El presidente no hay dicho a¨²n con claridad que quiere exactamente de la modernizaci¨®n del acuerdo, solo que se retirar¨¢ si no le gusta. Estados Unidos puede en ese extremo abandonar el tratado de librecambio a tres para volver al antiguo acuerdo comercial con Canad¨¢, preservando algunas partes del NAFTA, y tratar de negociar un pacto bilateral con M¨¦xico. Es lo que pretende hacer el Departamento de Comercio tras el abandono del acuerdo de librecambio del Pac¨ªfico. No se descarta, en cualquier caso, que al final opte por hacer acuerdos paralelos con los dos pa¨ªses, adicionales al TLCAN, para hacer ver que cumple su promesa.