Descontrol en los Ayuntamientos

La cr¨ªa caballar de las Fuerzas Armadas; la Fundaci¨®n Francisco Javier de Villegas, que se cre¨® para rehabilitar unas minas de mercurio en Ciudad Real, o el Consorcio Solar Decathlon, nacido para organizar una competici¨®n universitaria que tuvo lugar hace ya a?os, fueron algunos de los organismos p¨²blicos que el Gobierno suprimi¨® la pasada legislatura en lo que iba a ser ¡°la reforma m¨¢s ambiciosa de la historia¡± para racionalizar la Administraci¨®n.

La Cora, acr¨®nimo con el que fue conocida la medida impulsada por la vicepresidenta, Soraya ?S¨¢enz de Santamar¨ªa, pas¨® sin pena ni gloria porque uno de sus objetivos fue hacer descender el n¨²mero de organismos y empresas p¨²blicas, pero no su actividad global. Adem¨¢s, las medidas no fueron de obligado cumplimiento para las Administraciones auton¨®mica y local, donde est¨¢ el gran desarrollo de la Administraci¨®n paralela.

El ¨²ltimo informe de la Secretar¨ªa de Estado de Hacienda sobre las entidades creadas por los Ayuntamientos, correspondiente a 2016, aprecia que poco se ha avanzado. Mientras que en los organismos aut¨®nomos, consorcios y fundaciones se ha producido una reducci¨®n del 36% desde 2009, ¡°las entidades p¨²blicas empresariales han aumentado un 10% en este periodo. En total, los 8.117 municipios de Espa?a tienen todav¨ªa 4.481 organismos, un 26% menos que los que hab¨ªa en 2009. El mismo documento que suscribe un descenso de la Administraci¨®n paralela alerta de dos cuestiones inquietantes: hasta 643 entes ¡°realmente no desaparecieron, sino que se modificaron¡±, y hay casi 1.000 sociedades que no se sabe de qui¨¦n dependen. Adem¨¢s, cantidad no es calidad, porque algunos organismos son casi irrelevantes y otros cuentan con un enorme patrimonio. Uno de los planes del Ejecutivo central durante la legislatura pasada, por ejemplo, era eliminar la empresa que gestiona La Almoraima, una inmensa finca agr¨ªcola expropiada a Jos¨¦ Mar¨ªa Ruiz-Mateos en 1983 ubicada en el municipio gaditano de Castellar de la Frontera. Ocupa 14.113 hect¨¢reas, cuajadas de acebuches y pinos, y all¨ª sigue, gestionada por una empresa dependiente del Ministerio de Agricultura, sin que nadie, ni los famosos que mostraron inter¨¦s por su adquisici¨®n ¡ªSalma Hayek y su marido, Fran?ois-Henri Pinault¡ª hayan vuelto a aparecer.

Amiguismo

Enemigo de que haya ¡°tant¨ªsimas empresas p¨²blicas¡±, el profesor del IE Business School Rafael Pampill¨®n reconoce que han ido descendiendo en n¨²mero, pero alerta de que en el ¨¢mbito municipal ¡°sigue habiendo mucho amiguismo y poco concurso a la hora de adjudicar determinados servicios p¨²blicos¡±. En el auton¨®mico se?ala que las televisiones son parte del problema. ¡°Otra parte est¨¢ en el gasto suntuario, las plantillas sobredimensionadas, las duplicidades con el Estado central, los sueldos astron¨®micos de los asesores auton¨®micos y municipales y la creaci¨®n de todo tipo de entes p¨²blicos auton¨®micos¡±.

Luciano Parejo, catedr¨¢tico de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III, escribe en un informe fechado en 2016 que el pa¨ªs se encuentra en una fase de ¡°considerable y desordenado desarrollo¡±, del sector p¨²blico instrumental cuyas causas pueden buscarse en lo que se conoce como ¡°huida del derecho administrativo¡±; la capacidad de endeudamiento ¡°fuera de balance¡±; la creaci¨®n de sociedades instrumentales y la creaci¨®n de ¡°holdings auton¨®micos similares al desaparecido INI estatal¡±.

Porque hecha la ley, hecha la trampa. Uno de los argumentos que motivan la creaci¨®n de m¨¢s y m¨¢s empresas est¨¢ en las propias normas. En concreto, en la regla que determina que si los ingresos de una empresa proceden en m¨¢s de un 50% del mercado, su deuda no computa en el d¨¦ficit.