Espa?a reclama un presupuesto del euro, un seguro de paro com¨²n y eurobonos
A rebufo de las propuestas del franc¨¦s Emmanuel Macron, Espa?a exige ¡°un verdadero gobierno econ¨®mico¡± para la eurozona
Espa?a propone refundar el euro. El Gobierno ha presentado en Bruselas una propuesta sobre el futuro de la eurozona en la que reclama un presupuesto anticrisis, un seguro de desempleo com¨²n, eurobonos y completar la uni¨®n bancaria con mutualizaci¨®n de riesgos. A rebufo de las propuestas del franc¨¦s Emmanuel Macron, Espa?a exige ¡°un verdadero gobierno econ¨®mico¡±, seg¨²n un documento al que ha tenido acceso EL PA?S, ante la constataci¨®n de que el euro es ¡°un proyecto inacabado¡±. Para acceder a esa segunda fase del euro ¡ªuna uni¨®n fiscal en toda regla¡ª, Madrid pretende que sea imprescindible cumplir a rajatabla varios ¡°criterios de convergencia¡±, tanto fiscales como de comercio exterior.
La Gran Recesi¨®n ¡°revel¨® errores cr¨ªticos en el dise?o del euro¡±, y Europa puso parches ¡°para las necesidades a corto plazo¡± en lugar de reaccionar ¡°con un plan bien estructurado¡±. Ese es el diagn¨®stico de lo sucedido en los 10 ¨²ltimos a?os por parte de Espa?a, uno de los pa¨ªses m¨¢s castigados por la crisis. El Gobierno acaba de enviar a Bruselas una propuesta que persigue una especie de refundaci¨®n del euro, al hilo de las propuestas de Macron. Espa?a tiene un aliado en Par¨ªs, y viceversa. Pero Alemania y otros pa¨ªses rechazan esas ideas. Berl¨ªn, que disfruta de una situaci¨®n de privilegio con el euro ¡ªpleno empleo, crecimiento, cuentas saneadas, tipos de inter¨¦s negativos de su deuda y un super¨¢vit comercial mastod¨®ntico que infringe las reglas europeas¡ª, es reticente a todo lo que le obligue a rascarse el bolsillo. ¡°No veo por qu¨¦ hay que cambiar de pol¨ªticas¡±, ha dicho la canciller Angela Merkel al hilo de las demandas de Macron.
Espa?a, en cambio, se alista entre quienes reclaman cambios profundos. El objetivo es activar una segunda fase del euro para que los socios compartan no solo la moneda com¨²n, sino tambi¨¦n un presupuesto anticrisis, un seguro de paro, un Tesoro, eurobonos y una uni¨®n bancaria digna de ese nombre. Madrid quiere una pol¨ªtica fiscal conjunta para el euro. Y apuesta incluso por redibujar el Pacto de Estabilidad, el mecanismo de control de las cuentas p¨²blicas, para evitar agravar las recesiones con duros recortes si se aplica la disciplina a rajatabla.
¡°Las lagunas en la arquitectura del euro explican el impacto diferencial de la ¨²ltima crisis¡±, se queja Espa?a. ¡°El euro no solo necesita bomberos sino tambi¨¦n arquitectos¡±, critica. ¡°El proyecto europeo solo perdurar¨¢ si sus ciudadanos ven que proporciona niveles de prosperidad sostenibles e inclusivos¡±, subraya. Eso no sucede ahora: la eurozona actual ha abierto una brecha enorme Norte-Sur; ¡°obliga a corregir los desequilibrios de manera especialmente costosa, sobre todo en t¨¦rminos de paro¡±, zanja Espa?a.
Tanto Madrid como Par¨ªs han entregado ya sus aportaciones a la Comisi¨®n Europea, que publicar¨¢ su esperado informe sobre el futuro del euro este mes. Tras el l¨ªo del Brexit y el reguero de elecciones en varios pa¨ªses, el triunfo de Macron ha funcionado como un despertador en Bruselas: Francia ha dejado claro que quiere recomponer el eje Par¨ªs-Berl¨ªn y avanzar en asuntos econ¨®micos y de seguridad. Y la UE sospecha que puede haber opciones para eso. Una vez pasen los comicios alemanes de septiembre. Y siempre que Francia haga reformas. Espa?a, desaparecida en medio de una crisis oce¨¢nica durante los ¨²ltimos a?os, pretende ganar protagonismo, aun a costa de distanciarse de su principal aliado, la Alemania de Merkel y el poderoso ministro Wolfgang Sch?uble.
Esa ambici¨®n federalista queda plasmada en solo siete p¨¢ginas. El euro, seg¨²n ese texto, necesita un presupuesto com¨²n: una capacidad fiscal contra los ¡°shocks asim¨¦tricos¡±. Ese presupuesto del euro tendr¨ªa al comienzo un tama?o limitado, pero podr¨ªa endeudarse en el mercado y se convertir¨ªa as¨ª en una suerte de caballo de Troya de la uni¨®n fiscal. La propuesta (elaborada por Moncloa y los ministerios de Exteriores, Econom¨ªa y Energ¨ªa) incluye ¡°un r¨¦gimen de seguro de desempleo que sustituya parcialmente los subsidios nacionales¡± en una fase posterior, una vez haya avanzado la armonizaci¨®n de los mercados laborales.
A la larga, subraya Espa?a, ser¨¢ imprescindible cierto grado de mutualizaci¨®n de deuda; eurobonos ¡°para reforzar la confianza en el euro y acabar de forma cre¨ªble con los riesgos de ruptura¡±, incluso con un Tesoro com¨²n. Todo eso es anatema en Berl¨ªn. Ese Tesoro, la guinda de la uni¨®n fiscal, exige condiciones, una especie de Maastricht II. Para acceder a la segunda fase del euro los pa¨ªses deber¨¢n demostrar ¡°un grado significativo de convergencia real¡±. Espa?a propone examinar las variables fiscales, adem¨¢s de promover ¡°posiciones externas equilibradas¡±. Y esta vez prefiere no meterse en las procelosas aguas de la reforma del BCE.
Gui?os a Berl¨ªn
Hay varias cargas de profundidad contra posiciones alemanas, pero tambi¨¦n numerosos gui?os a Berl¨ªn. Espa?a cree que todas las reformas requieren ¡°un equilibrio adecuado entre las medidas para compartir riesgos y las de reducci¨®n de riesgos¡±, en una clara alusi¨®n a la idea alemana de limitar, a la larga, la deuda p¨²blica en los balances de la banca. Madrid aboga tambi¨¦n por la ¡°aplicaci¨®n estricta del Pacto de Estabilidad¡±, aunque lleva a?os incumpliendo. Eso s¨ª: el Gobierno insta a ¡°mejorar¡± el pacto, porque es proc¨ªclico: obliga a recortar en las crisis y agrava as¨ª los problemas. La negativa alemana est¨¢ cantada: Espa?a, por ejemplo, apuesta por completar la uni¨®n bancaria con un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos com¨²n (que proteja a los depositantes en caso de quiebra) y un cortafuegos mutualizado cre¨ªble para el fondo destinado a cerrar bancos. Berl¨ªn se niega: teme pagar el agujero de la banca italiana.
Pero Espa?a va incluso m¨¢s all¨¢ de los fundamentos econ¨®micos: pide ¡°progresos en el gobierno econ¨®mico¡±. Reclama un mayor ¡°control democr¨¢tico¡± de instituciones como el Eurogrupo, que toma decisiones clave desde un limbo en el que no da explicaciones a nadie. ¡°No podemos transferir la responsabilidad de decisiones que son muy importantes para los ciudadanos sin legitimidad democr¨¢tica¡±, dice el documento. Rajoy sabe de lo que habla: ¡°No podemos gobernar¡±, reconoc¨ªa en la fase m¨¢s aguda de la crisis, bajo la presi¨®n del mercado y bajo tutela de Bruselas, Fr¨¢ncfort y Berl¨ªn.
Las principales propuestas
Presupuesto com¨²n. Espa?a quiere una capacidad fiscal anticrisis. Y con margen de endeudamiento. A corto plazo, ser¨ªa un fondo para inversiones y para mejorar la productividad. Y, en una fase posterior, un seguro de desempleo europeo.
Eurobonos. El Gobierno defiende "la gesti¨®n com¨²n de la deuda" para reforzar la confianza y eliminar los riesgos de ruptura del euro.
Tesoro europeo. La culminaci¨®n de ese proceso ser¨ªa "la introducci¨®n de un Tesoro", responsable de la capacidad fiscal com¨²n, la supervisi¨®n de la ejecuci¨®n de los rescates y la posibilidad de emitir deuda com¨²n. El texto sugiere que el Mecanismo de ayuda (Mede) podr¨ªa convertirse en el Fondo Monetario Europeo.
Uni¨®n Bancaria. Espa?a quiere un fondo com¨²n mutualizado para el mecanismo de cierre de bancos, y un fondo de garant¨ªa de dep¨®sitos com¨²n.
Pacto de Estabilidad. El Gobierno aboga por un estricto cumplimiento, pero pide una reforma del pacto para evitar que sea proc¨ªclico.
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