El Eurogrupo encalla de nuevo en el rescate de Grecia

Tres rescates y 200.000 millones despu¨¦s, la crisis de Grecia ha cultivado todos los g¨¦neros y subg¨¦neros literarios, la comedia, la farsa, la novela psicol¨®gica, la polic¨ªaca, la novela realista, el follet¨ªn ¡ªprotagonizado por ese gran actor shakespeariano, Yanis Varoufakis¡ª, el sainete, el esperpento. Pero casi siempre dominan el drama y el suspense: los ministros de Finanzas del euro fracasaron estrepitosamente anoche en el intento de descongelar el rescate. El Eurogrupo se ver¨¢ de nuevo las caras el 15 de junio en Luxemburgo, con el fantasma de la suspensi¨®n de pagos de nuevo en liza si no llegan las ayudas. Grecia, seg¨²n fuentes europeas, se neg¨® a dar por bueno un acuerdo difuso, en especial en lo que respecta a la mil y una veces prometida reestructuraci¨®n de deuda y a la participaci¨®n del FMI en el programa.

Dijsselbloem, flanqueado por el comisario Pierre Moscovici y el presidente del Mecanismo de rescate europeo (Mede), Klaus Regling, trat¨® de quitarle hierro al asunto. ¡°Hemos avanzado y hemos debatido muchos detalles sobre el alivio de la deuda; soy optimista respecto a un acuerdo en junio¡±, dijo. Pero Berl¨ªn ha impuesto varias l¨ªneas rojas que dificultan ese pacto. No quiere quitas. Pretende fijar objetivos fiscales duros. Y permitir¨¢ ampliar los plazos de devoluci¨®n y reducir los tipos de inter¨¦s, pero solo una vez acabe el rescate, en agosto de 2018, y hasta cierto punto. Berl¨ªn ha impuesto incluso una condici¨®n para liberar los desembolsos: el FMI debe seguir a bordo y poner un pu?ado de miles de millones de euros. Eso mete a¨²n m¨¢s presi¨®n al pr¨®ximo Eurogrupo.

Nada es f¨¢cil con Grecia, un pa¨ªs que ha perdido el 25% de su riqueza desde 2010 y que tiene niveles de paro, pobreza y endeudamiento dignos de una guerra. Atenas ha cumplido su parte del trato con la en¨¦sima tanda de recortes, que incluyen un tijeretazo a las pensiones y subidas fiscales por importe del 2% del PIB, junto con otras reformas. A cambio, Tsipras ¡ªa la baja en las encuestas¡ª esperaba algo m¨¢s que un gesto por parte de los socios.

Pero a Europa le cuestan menos los palos que las zanahorias con Grecia. Berl¨ªn cree que Atenas debe presentar super¨¢vits fiscales primarios (antes del pago de intereses) del 3,5% del PIB hasta 2022, y seguir con super¨¢vits del 2% hasta 2060, algo que hasta el FMI ve imposible. Las negociaciones m¨¢s espinosas son las relativas al jubileo de la deuda, porque de ellas depende la presencia del FMI: sin el Fondo, el Eurogrupo deber¨ªa recalibrar el tercer rescate y acabar convirti¨¦ndolo en un cuarto programa. Los europeos ya pactaron en mayo de 2016 t¨ªmidas medidas de reestructuraci¨®n a corto plazo, pero dejaron lo m¨¢s ambicioso para el futuro.

Ese futuro ha llegado: el FMI subraya que la deuda es impagable y que no pondr¨¢ un solo euro m¨¢s si no hay un recorte como dios manda. Pero los socios no quieren rascarse el bolsillo. Berl¨ªn insiste en rechazar una conversi¨®n de los pr¨¦stamos del FMI en cr¨¦ditos del mecanismo de rescate europeo (Mede) para rebajar los intereses. Ese es siempre el cuello de botella: convencer a Alemania cuando se trata de dinero, con las dosis de drama y suspense propios de la saga griega.