Lo que los abogados deber¨ªan saber y las aulas no ense?an

Dec¨ªa recientemente Antonio Garrigues Walker que hay que formar a los profesionales en el saber de su tiempo, sin miedo a unos cambios que nunca van a dejar de producirse. Para Salvador del Rey, catedr¨¢tico de Derecho del Trabajo y socio de Cuatrecasas, ¡°la funci¨®n del abogado va a seguir siendo la misma, pero la tecnolog¨ªa ya est¨¢ modificando la forma de trabajar¡±. Por eso es importante que los nuevos abogados lleguen a los despachos con esta mentalidad y con la preparaci¨®n acorde a las nuevas necesidades.

La abogac¨ªa de hoy en d¨ªa no es la misma que la de hace unos a?os, ni se parece a la que ser¨¢ en el futuro, tal y como destaca tambi¨¦n Eugenia Navarro, profesora de marketing en Esade Law School. El aprovechamiento masivo de los datos gracias a la inteligencia artificial va a permitir a los posibles clientes disponer de mucha mayor informaci¨®n sobre los abogados que piensen contratar ¡°y esta mayor transparencia va a ser un factor de aumento de la competitividad, porque les va a exigir una mayor eficiencia para ser bien valorados¡±, explica Salvador del Rey.

Por ello Sara Molina, consultora y copresidente de la secci¨®n de Gesti¨®n de Despachos e Innovaci¨®n del Colegio de Abogados de Madrid (ICAM), subraya que de cara a ese futuro se deber¨ªan potenciar las habilidades personales y t¨¦cnicas de los abogados, as¨ª como la creatividad, la gesti¨®n y la formaci¨®n multidisciplinar, pues ¡°de lo contrario se estar¨¢ preparando a los futuros profesionales para un mundo que ya no existe¡±.

La difusi¨®n del conocimiento jur¨ªdico ha sido siempre el propio de las facultades de Derecho, pero ?preparan estos conforme a las necesidades del sector? Del Rey considera que ¡°la buena preparaci¨®n t¨¦cnico-jur¨ªdica es compleja, pero esencial para los abogados, y eso es lo primero que hay que exigir a las facultades¡±, algo que, en general, se consigue pues los estudiantes salen con buena cualificaci¨®n. Sin embargo, a?ade a continuaci¨®n que, ¡°adem¨¢s de los conocimientos jur¨ªdicos, el abogado necesita otras muchas habilidades, pues tiene que saber vender, facturar, gestionar equipos o atender al cliente en situaciones muy complicadas¡±.

En opini¨®n de Alejandro S¨¢nchez del Campo, abogado especializado en nuevas tecnolog¨ªas e innovaci¨®n y copresidente de la secci¨®n de Gesti¨®n de Despachos e Innovaci¨®n del ICAM, los estudiantes de Derecho no salen adecuadamente preparados para el ejercicio de la abogac¨ªa y por eso el sistema formativo debe cambiar radicalmente.

Como explica Eugenia Navarro, los j¨®venes ¡°salen muy preparados t¨¦cnicamente, pero desconocen el mercado y las estructuras y modelos de negocio¡±, por lo que muchas veces se incorporan a las firmas sin saber c¨®mo funciona un despacho. Sin embargo, Sara Molina destaca que los clientes ¡°muchas veces dan por hecho que el joven abogado tiene esos conocimientos¡±. Y de esa discrepancia entre las expectativas del cliente y la realidad pueden empezar a surgir los problemas.

Los expertos consultados distinguen claramente dos ¨¢reas de materias no t¨¦cnicas o soft skills que requieren los abogados: las propias de la gesti¨®n y las habilidades personales. Entre las primeras, Sara Molina destaca la gesti¨®n de proyectos y la direcci¨®n y gesti¨®n empresarial. A este respecto, Eugenia Navarro precisa que es muy importante que los futuros abogados ¡°entiendan el sector legal, c¨®mo funciona un despacho, y los modelos alternativos que est¨¢n surgiendo¡±. Por eso a?ade que ¡°la gesti¨®n deber¨ªa ser una asignatura importante que incluyera marketing, comunicaci¨®n, desarrollo de personas, finanzas y tecnolog¨ªa¡±.

En lo que coinciden todos los expertos consultados es en la importancia de la familiaridad del abogado con la tecnolog¨ªa. ¡°Las cosas no deben hacerse porque siempre se han hecho de una determinada manera¡±. Y en cuanto a las obligaciones interpersonales, las m¨¢s citadas son la empat¨ªa, la flexibilidad y saber comunicar.

El debate sobre d¨®nde deben impartirse estos conocimientos no jur¨ªdicos parece decantarse del lado de los centros de posgrado, pues, como se?ala Sara Molina, su papel es fundamental para conseguir la especializaci¨®n del abogado y la profesionalizaci¨®n de la gesti¨®n empresarial.

Selecci¨®n de profesores

Sin embargo, advierte S¨¢nchez del Campo, aunque algunas de estas escuelas est¨¢n haciendo un buen trabajo, en otras muchas se reproduce lo que estudian durante el grado, problema que achaca en parte a ¡°la obsesi¨®n de la Agencia Nacional de Evaluaci¨®n de la Calidad y Acreditaci¨®n (Aneca) de incorporar cada vez m¨¢s doctores a los posgrados en detrimento de profesionales que podr¨ªan explicar mejor a los estudiantes c¨®mo funcionan las cosas en la pr¨¢ctica¡±.

Salvador del Rey, por su parte, considera que es en el m¨¢ster de acceso a la profesi¨®n donde se proporciona a los futuros abogados la formaci¨®n en la pr¨¢ctica y el negocio de la abogac¨ªa: ¡°La ventaja de las escuelas de negocios es que, al estar muy pegadas al mundo empresarial, ofrecen una formaci¨®n muy pr¨®xima a sus necesidades y con mucho enfoque en el negocio¡±.

Y Eugenia Navarro destaca que estas escuelas cumplen un papel fundamental, pues ayudan a los abogados ¡°a ser m¨¢s competitivos, a pensar en el futuro y en el dise?o de una estrategia para poder competir, ayudarlos a emprender y sobre todo a estar abiertos al cambio¡±. Por ¨²ltimo, Navarro considera igualmente importante que se propicie el contacto entre estudiantes de Derecho y otras disciplinas como management o ingenier¨ªa, pues cada vez se buscan m¨¢s profesionales con conocimientos transversales de otras disciplinas (o T-shaped, en la terminolog¨ªa anglosajona), pr¨¢ctica que ya est¨¢n aplicando algunos m¨¢steres, pero que probablemente funcione mejor a nivel de grado, ¡°y de ah¨ª el ¨¦xito de los dobles grados¡±, apunta.