?C¨®mo ven a Espa?a desde afuera?

Los informes publicados estas ¨²ltimas semanas por diferentes instituciones internacionales destacan la mejor¨ªa de la econom¨ªa espa?ola. Tanto la Comisi¨®n Europea como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE insisten en la intensa recuperaci¨®n, lo que les ha obligado a revisar significativamente al alza sus previsiones de crecimiento.

Tambi¨¦n coinciden en la solidez de la recuperaci¨®n impulsada por las exportaciones. As¨ª pues, todas las previsiones apuntan al mantenimiento de un abultado super¨¢vit externo durante los pr¨®ximos dos a?os. Se ha revisado el diagn¨®stico. Anteriormente, las instituciones internacionales consideraban que las importaciones se disparar¨ªan, a medida que se asentaba la recuperaci¨®n. En realidad, las empresas espa?olas (y no las extranjeras, como ocurr¨ªa en otras fases de expansi¨®n) son las que m¨¢s aprovechan el repunte del consumo y de la inversi¨®n. Es decir, Espa?a gana posiciones tanto en el mercado interno como en el extranjero.

Por otra parte, los expertos son conscientes de que la crisis ha dejado un legado de paro y de deuda p¨²blica. Adem¨¢s, la productividad sigue siendo muy d¨¦bil, lo que dificulta la convergencia hacia los pa¨ªses europeos m¨¢s pr¨®speros. Por todo ello, los organismos proponen una serie de reformas, muchas de las cuales no parecen encontrar eco en el debate pol¨ªtico.

En primer lugar, los expertos abogan por una amplia reforma del sistema impositivo. Se trata de suprimir toda una serie de desgravaciones y exenciones que erosionan la recaudaci¨®n, aliviar la carga fiscal que soporta el trabajo, asentar la financiaci¨®n de las pensiones y facilitar el crecimiento de las empresas. Ning¨²n organismo recomienda recortes en el IRPF, lo que contrasta con las recientes declaraciones de Hacienda.

Todos hacen hincapi¨¦ en una mejora de la eficiencia del gasto p¨²blico, de forma que se liberen recursos para financiar investigaci¨®n y desarrollo, y sobre todo la educaci¨®n, cuyas deficiencias no dejan de preocupar en los foros internacionales. La OCDE ofrece las mejores pr¨¢cticas en materia de evaluaci¨®n, algo casi inexistente en nuestro pa¨ªs. La Comisi¨®n aboga por avances en la transparencia y contundencia en la lucha anticorrupci¨®n.

Los expertos consideran que la reforma laboral ha estimulado la creaci¨®n de empleo. Sin embargo, constatan que la mejora en el mercado de trabajo se ha realizado de forma desigual, lo que ha llevado a una agravaci¨®n de la brecha social. Para resolver esa tensi¨®n entre objetivos econ¨®micos y sociales, las instituciones siguen recetando medidas para reducir la alta tasa de temporalidad y fortalecer las pol¨ªticas activas. Lo novedoso es que, en sus ¨²ltimas evaluaciones, critican las insuficiencias en la renta m¨ªnima de inserci¨®n y proponen una ampliaci¨®n de las prestaciones, junto con mejoras en el acceso al mercado de trabajo.

Los informes urgen mayor apertura en el sector terciario. En Espa?a, los gremios y colegios profesionales regulan el acceso a numerosas ¨¢reas, lo que encarece el precio de los servicios, inhibe la iniciativa y limita la creaci¨®n de empleo altamente cualificado. Algunos de estos sectores son esenciales para el aprovechamiento de la revoluci¨®n digital. Sin embargo, no se ha emprendido ninguna reforma de envergadura.

Los organismos no siempre aciertan. Por ejemplo, sorprende que, en sus recientes evaluaciones, ninguno destacara deficiencias en los sistemas europeos de supervisi¨®n del sistema financiero. Cabe mencionar que los respectivos informes se publicaron poco antes de la ca¨ªda del Banco Popular, cuya situaci¨®n de insolvencia no fue adecuadamente advertida por los supervisores. Tanto el FMI como la OCDE muestran su preocupaci¨®n por la persistencia de un volumen importante de cr¨¦ditos irrecuperables en el balance de los bancos. ?nicamente el Fondo formula recomendaciones para profundizar en el saneamiento del sector financiero.

Con todo, el an¨¢lisis de las instituciones internacionales parece coincidir con el de la calle, que siente que la econom¨ªa ha mejorado aunque persisten importantes desaf¨ªos. El diagn¨®stico en materia fiscal, educativa, laboral o de transparencia del gasto p¨²blico, tambi¨¦n parece responder al sentido com¨²n. Las recomendaciones de los organismos, a veces controvertidas, tienen el m¨¦rito de existir. S¨®lo falta que el debate pol¨ªtico se centre en los temas prioritarios.