El ritual inici¨¢tico de la reforma laboral
Si le pregunta a alg¨²n experto o asesor empresarial sobre lo imprescindible para consolidar la recuperaci¨®n de la econom¨ªa espa?ola es probable que la respuesta sea que hay que hacer otra reforma laboral. Es un estribillo. Esta respuesta forma parte tambi¨¦n de las recomendaciones de los organismos europeos e internacionales (Comisi¨®n Europea, FMI, OCDE). Aunque venga acompa?ada del lamento por el aumento de la temporalidad laboral. Como si una cosa no llevase a la otra.
Ven en el mercado de trabajo la mayor restricci¨®n a la competitividad y al crecimiento. Pero no es as¨ª. En primer lugar, el mercado laboral espa?ol es tanto o m¨¢s flexible que el de la mayor¨ªa de pa¨ªses de la OCDE. En segundo lugar, la mayor restricci¨®n a la competitividad y al crecimiento viene de otros rasgos de nuestra econom¨ªa: 1) la pobre calidad media de la gesti¨®n empresarial; 2) la escasa dimensi¨®n media de nuestras empresas; y 3) los efectos que estos dos rasgos tienen sobre la productividad. Est¨¢n bien documentados. Sin embargo, no aparecen en el debate p¨²blico ni en la agenda pol¨ªtico-econ¨®mica.
En todo caso, antes de una nueva reforma laboral habr¨ªa que comprobar los efectos que tuvo la reforma de 2012 sobre la competitividad y el crecimiento. Y la verdad es que han sido irrelevantes. Uno de los rasgos m¨¢s sobresalientes de la econom¨ªa espa?ola es el excelente comportamiento de las exportaciones. Viene de inicios de este siglo, cuando los salarios espa?oles crec¨ªan a un ritmo superior al de otros pa¨ªses. Y ha continuado despu¨¦s de la crisis, cuando los salarios se han estancado o reducido.
Pero lo realmente extraordinario es lo que est¨¢ ocurriendo con la exportaci¨®n de servicios no tur¨ªsticos de alto valor a?adido: servicios t¨¦cnicos, ingenier¨ªa, finanzas, consultor¨ªa profesional, management, retail, I+D, etc. De ser casi insignificantes en 2008, los ingresos netos por esta partida eran en 2016 m¨¢s de 14.000 millones de euros. Representan ya m¨¢s de un tercio de los ingresos por turismo. Es una verdadera transformaci¨®n estructural.
La empresa en Espa?a se basa en el ¡°ordeno y mando¡± y no en la profesionalizaci¨®n y el buen clima laboral
?En qu¨¦ medida esta mejora de la competitividad se debe a la reforma laboral de 2012? Su influencia ha sido nimia. Primero, como he dicho, esa mejora era anterior a la reforma. Segundo, an¨¢lisis recientes se?alan que la devaluaci¨®n salarial ha tenido, en su caso, un efecto muy limitado. Son los factores relacionados con la capitalizaci¨®n y la mejora de la calidad de la gesti¨®n empresarial los relevantes.
Por otro lado, la vuelta al crecimiento a partir de finales de 2013 tampoco tiene mucho que ver con la reforma laboral. La mejor explicaci¨®n est¨¢ en el hecho de que, a partir de ese a?o, tanto el BCE como la Comisi¨®n Europea comenzaron a asumir su responsabilidad en el mantenimiento de la estabilidad macroecon¨®mica de la zona euro. El BCE empez¨® a comportarse como un verdadero banco central, al estilo de la Reserva Federal. Y la Comisi¨®n comenz¨® a aflojar su exigencia de austeridad fiscal.
Pero, entonces, si no fue la reforma laboral, ?por qu¨¦ se sigue insistiendo en ella? Hay que ir por partes. Desde el mundo empresarial la demanda de mayor flexibilidad laboral y salarial viene, especialmente, de dos ¨¢mbitos. Primero, de las pymes: cuanto m¨¢s peque?as, m¨¢s intensas son las demandas de flexibilidad laboral y salarial. Segundo, de los sectores de actividad estacional (turismo). La soluci¨®n est¨¢ en la correcci¨®n de esos dos rasgos, no en la precarizaci¨®n laboral continuada.
Por parte de los organismos europeos e internacionales la reforma laboral responde a un ritual pol¨ªtico inici¨¢tico. Es una forma de comprobar la voluntad reformadora de todo nuevo gobierno. Ocurre como cuando un nuevo miembro quiere ingresar en ciertos clubes o bandas. Ha de demostrar que tiene capacidad para practicar cierto sadismo, de infligir dolor a otros, aunque sea un dolor in¨²til. Parece extra?o, pero no desprecien el papel que tiene esta liturgia.
F¨ªjense en lo que est¨¢ ocurriendo con Emmanuel Macron. Quiere abanderar una reforma de la UE. Pero, se le dice: ¡°Usted primero demuestre que es capaz de hacer una reforma laboral dura y dolorosa en Francia y despu¨¦s le permitiremos co-liderar Europa¡±. Si queremos mejorar la competitividad, el crecimiento, el empleo, los salarios y el bienestar social hay que cambiar el foco desde el mercado laboral a la calidad de la gesti¨®n empresarial. La empresa predominante en Espa?a sigue siendo tradicional, jer¨¢rquica, hereditaria. Basada en el viejo principio del ¡°ordeno y mando¡±. No en los intangibles, la descentralizaci¨®n, la profesionalizaci¨®n, la cooperaci¨®n y el buen clima laboral. Pero esta carencia no aparece en las recomendaciones de los organismos europeos e internacionales.?
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