La tasa de ahorro de las familias cae a la mitad del nivel que alcanz¨® en 2009
Los bajos salarios explican en parte esta tendencia que podr¨ªa frenar el consumo y la reducci¨®n de la deuda de las familias
La tasa de ahorro de los hogares espa?oles ha ca¨ªdo en marzo de este a?o a la mitad desde el pico de la crisis y se acerca al m¨ªnimo hist¨®rico. La cota m¨¢s baja se registr¨® en 2008, cuando lleg¨® al 5,8% de la renta disponible anual. Ahora est¨¢ en el 7%, muy lejos del 14% que roz¨® en 2009. De continuar esta tendencia, se frenar¨¢ el consumo y se ralentizar¨¢ el proceso de reducci¨®n de deuda de las familias, todav¨ªa necesario a la vista de las pobres perspectivas demogr¨¢ficas y, por tanto, de crecimiento. Los reducidos tipos de inter¨¦s, el fin de la incertidumbre econ¨®mica, la compra de vivienda y los sueldos bajos explican esta tendencia.
El porcentaje de la renta anual que los hogares destinan al ahorro se ha desplomado en el primer trimestre de 2017. El ahorro toc¨® su punto m¨¢s bajo en 2008, justo en la irrupci¨®n de la crisis, cuando las familias intentaron mantener el consumo pese a la ca¨ªda de la actividad. Desde entonces, se ha disparado por la incertidumbre, el miedo a perder el trabajo y la necesidad de reducir las deudas. Ocurri¨® lo que se denomina ahorro por precauci¨®n. Y ahora que las perspectivas mejoran, el ahorro cae, pero por razones muy distintas de las de 2008.
En Espa?a casi todo lo que se ahorra se destina a amortizar la hipoteca. De ah¨ª que con el ahorro disparado, las familias recortasen su deuda hipotecaria en 140.000 millones desde 2010, seg¨²n el Banco de Espa?a. ¡°La rebaja ha sido muy superior a la de cualquier otro pa¨ªs de la UE¡±, explica Josep Oliver, catedr¨¢tico de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona y miembro de EuropeG.
Esta circunstancia hace que los hogares ya no necesiten amortizar tanta deuda. Gracias al BCE, los intereses son adem¨¢s tan bajos que representan una carga menor que nunca: seg¨²n el Banco de Espa?a, la factura de intereses que afrontan las familias se ha desplomado hasta el 1,5% del PIB anual, unos 16.000 millones, un m¨ªnimo hist¨®rico lejos del 4,9% que llegaron a abonar a principios de la crisis, unos 50.000 millones. De ah¨ª que el pago de la hipoteca preocupe menos. ¡°De hecho, el ahorro en parte cae por el repunte en la compra de vivienda durante el primer trimestre¡±, comenta el economista Jos¨¦ Domingo Rosell¨®.
Incluso m¨¢s importante que lo anterior: el ahorro tambi¨¦n desciende porque la incertidumbre se ha desvanecido. Los trabajadores han perdido el miedo a quedarse sin empleo. Ya no hace falta acumular un colch¨®n financiero. Este hecho hizo que se dejara de comprar en medio de la recesi¨®n. Pero tan pronto como se atisb¨® la recuperaci¨®n, esta demanda embalsada se liber¨® y provoc¨® un crecimiento del consumo por encima de lo que sub¨ªan las rentas: el dinero se destin¨® a productos duraderos cuya renovaci¨®n se hab¨ªa pospuesto con la crisis. La encuesta de presupuestos familiares del INE muestra que los hogares han elevado el gasto en bienes no esenciales, como comunicaciones, muebles y restaurantes. Y esto supone un empuje para la econom¨ªa porque contribuye al c¨ªrculo virtuoso de m¨¢s empleo, m¨¢s consumo y, en consecuencia, m¨¢s crecimiento.
Los bajos salarios tambi¨¦n influyen en la ca¨ªda del ahorro. ¡°Por un lado, las expectativas de mayores ingresos en el futuro han elevado el consumo y deprimido el ahorro. Pero tambi¨¦n, en sentido contrario, los menores salarios impiden que las rentas bajas ahorren. El 60% de los hogares pr¨¢cticamente no ahorra¡±, explica Oliver. Por otra parte, los bancos apenas remuneran los dep¨®sitos. Y eso tampoco incentiva el ahorro.
La teor¨ªa econ¨®mica dice que el ahorro es importante para poder financiar la inversi¨®n que necesita la econom¨ªa sin tener que recurrir a la deuda de otros pa¨ªses. Sin embargo, por el momento la econom¨ªa arroja un saldo positivo con el exterior. ¡°Estos datos de ahorro no son tan preocupantes en la medida en que tenemos super¨¢vit exterior y se est¨¢n pagando las deudas en manos de extranjeros¡±, explica un alto cargo del Gobierno.
Adem¨¢s, existen otras explicaciones: ¡°Parte de esa ca¨ªda del ahorro podr¨ªa achacarse a que en Espa?a muchas familias tienen un negocio familiar. Y ahora que las cosas van bien, trasladan el ahorro familiar hacia la expansi¨®n de sus negocios¡±, razona el economista de BBVA Rafael Dom¨¦nech.
Menos consumo
No obstante, un informe de BBVA se?ala: ¡°Una tasa de ahorro baja apunta que el avance de la demanda interna podr¨ªa ser algo menos din¨¢mico durante los siguientes meses¡±. Es decir, antes el consumo crec¨ªa m¨¢s que las rentas porque se recurr¨ªa al ahorro. Pero en los pr¨®ximos meses ya no se podr¨¢ consumir a ese ritmo con un ahorro tan d¨¦bil.
Y los problemas van m¨¢s all¨¢. Oliver explica que hace falta m¨¢s ahorro para poder invertir m¨¢s y proseguir con el desendeudamiento, ya que la deuda p¨²blica es muy elevada y la privada sigue por encima de pa¨ªses como Alemania, Francia o Italia.
Cuando se tiene en cuenta el todav¨ªa alto nivel de deuda de las familias, el tama?o de la deuda p¨²blica, las pobres perspectivas de crecimiento de la productividad y el impacto del envejecimiento demogr¨¢fico, hay que preocuparse por si las familias espa?olas han acumulado suficiente ahorro para hacer frente a sus necesidades de consumo en el medio y largo plazo. Esta es la preocupaci¨®n de muchos de los economistas consultados.
Un incentivo a endeudarse
La econom¨ªa crece m¨¢s que los tipos de inter¨¦s. Y la inflaci¨®n tambi¨¦n sube. Por eso, la econom¨ªa espa?ola tiene tipos reales negativos: el coste de endeudarse es peque?o porque el crecimiento del PIB y de la inflaci¨®n bastan para pagar los intereses. As¨ª, aunque la deuda siga bajando, su ca¨ªda se ralentiza. La urgencia de ahorrar para pagar deuda desaparece y crece el incentivo para endeudarse. Esto explica el repunte de la compra de viviendas, se?ala el economista Jos¨¦ Domingo Rosell¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.