Entender el dinero para salvar el euro

En la uni¨®n monetaria europea tenemos un problema. Compartimos una moneda pero la mayor¨ªa de los ciudadanos, incluso muchos responsables pol¨ªticos y expertos, no entienden qu¨¦ es el dinero. El error viene de ra¨ªz. En las facultades de econom¨ªa se explica que el dinero surge para superar las incomodidades del trueque y tiene tres funciones: medio de cambio, unidad de cuenta, y dep¨®sito de valor, y que la m¨¢s importante y originaria es la primera.

?El dinero, seg¨²n esta concepci¨®n, es una mercanc¨ªa m¨¢s, cuyo valor se rige por la ley de la oferta y la demanda. Es por lo tanto neutral. Tan neutral que se considera como un velo que envuelve las transacciones econ¨®micas, pero que hay que apartar para poder analizar los factores de la econom¨ªa ¡°real¡±. Esto explica por qu¨¦ los departamentos de macroeconom¨ªa tienen poca relaci¨®n con los de finanzas internacionales. ?Para qu¨¦? Si al final las finanzas, el cr¨¦dito, es neutral.

Craso error. El dinero no es un elemento neutral que engrasa el intercambio econ¨®mico. Ning¨²n historiador ha podido corroborar esa teor¨ªa. La funci¨®n originaria del dinero no es medio de cambio, sino unidad de cuenta. Es decir, la escala de valor que desde la antigua Mesopotamia ha servido para calcular los impuestos que los s¨²bditos han tenido que pagar a sus soberanos. El dinero es siempre deuda. Y, por lo tanto, es una relaci¨®n social entre acreedor y deudor que inherentemente conlleva una relaci¨®n de poder, que a su vez suele estar mediada por la autoridad pol¨ªtica que avala el dinero en cuesti¨®n.

En la modernidad ese poder lo ejercen los Estados y su funci¨®n es clave. El Estado es el mayor deudor (se endeuda para ofrecer servicios p¨²blicos) y el mayor acreedor (recauda impuestos). Es el centro del sistema monetario. El poder judicial dirime los pleitos entre acreedores y deudores. Y el Parlamento, el leg¨ªtimo representante del soberano, decide c¨®mo se reparten los costes y se distribuyen los ingresos. Un ¨¢rea monetaria no puede existir sin un poder que la estabilice, sobre todo en tiempos de crisis, cuando la tensi¨®n entre acreedores y deudores est¨¢ en su cenit.

?Qu¨¦ tiene que ver esto con el euro? Pues que muchos, al no entender el dinero, piensan que se puede avanzar en la uni¨®n econ¨®mica y monetaria sin la uni¨®n pol¨ªtica, y los que piden la uni¨®n pol¨ªtica no saben explicar bien por qu¨¦ es necesaria. Comprender la ontolog¨ªa del dinero ayudar¨ªa. Mostrar¨ªa que cuando la Comisi¨®n Europea plantea crear un bono soberano sint¨¦tico europeo y seguro para estabilizar la uni¨®n bancaria y poder competir con el bono soberano estadounidense ¨C¡ªtal y como han propuesto Luis Garicano y sus colaboradores¡ª est¨¢ realmente proponiendo un ox¨ªmoron.

Se vuelve a incidir en la idea de que el dinero es neutro en relaci¨®n al poder. El bono estadounidense es el m¨¢s seguro del mundo porque hay un soberano capaz de recaudar impuestos y rescatar a Wall Street si hace falta ¡ªcomo pas¨® en 2008 y 2009¡ª. La zona euro no tiene ni soberano, ni capacidad de recaudar impuestos, por lo tanto ese bono sint¨¦tico sin mutualizaci¨®n de deudas no va a funcionar. ?Qu¨¦ pasar¨ªa si Italia se va del euro e incurre en impago? Nadie lo sabe.

No nos enga?emos. Es dif¨ªcil conseguir un seguro de dep¨®sitos ¨²nico en la uni¨®n bancaria si no hay avances en la uni¨®n pol¨ªtica. Macron parece entenderlo al proponer un parlamento para la Eurozona, aunque no se sabe si se lo cree de verdad. Toda ¨¢rea monetaria necesita un poder leg¨ªtimo para resolver las tensiones entre acreedores y deudores, y si esas tensiones son transnacionales, se necesita una autoridad, es decir, un soberano supranacional. Hasta que no haya avances en ese sentido tendremos una uni¨®n bancaria en nombre, pero el cr¨¦dito se renacionalizar¨¢ (como se ha visto en la reciente retirada de Deutsche Bank de Espa?a). La raz¨®n es obvia: mientras el soberano est¨¦ a nivel nacional, el cr¨¦dito tambi¨¦n ser¨¢ eminentemente nacional.

Miguel Otero Iglesias es investigador principal del Real Instituto Elcano