El di¨¦sel pone al l¨ªmite a la industria m¨¢s grande de Alemania
El 'dieselgate', las acusaciones de c¨¢rtel y sentencias contra los motores contaminantes socavan la imagen de los poderosos fabricantes de coches
El presidente de la organizaci¨®n Deutsche Umwelthilfe (Ayuda para el Medioambiente Alem¨¢n), J¨¹rgen Resch es due?o de una fama que le incomoda. Critica sin piedad en los medios de comunicaci¨®n la peligrosa contaminaci¨®n del aire que producen los coches con motores di¨¦sel que se fabrican en Alemania. Y as¨ª, Resch se ha convertido en el enemigo m¨¢s peligroso de la poderosa industria automotriz alemana. Su fama se acrecent¨® a finales de julio, gracias a una iniciativa que ha hecho temblar a los ejecutivos de Volkswagen, Daimler y BMW y que oblig¨® al gobierno federal a buscar una soluci¨®n de ¨²ltimo minuto para aplacar el descontento y el miedo de unos 15 millones de propietarios de coches di¨¦sel en Alemania.
Resch, que dirige desde 1998 la organizaci¨®n de defensa del medio ambiente, obtuvo el mayor triunfo de su vida el 28 de julio, cuando un juez del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Stuttgart fall¨® a favor de una demanda presentada por su organizaci¨®n, que ped¨ªa prohibir la circulaci¨®n de los coches di¨¦sel contaminantes en la ciudad, con un argumento demoledor: ¡°La salud de los habitantes tiene prioridad sobre los derechos de los propietarios de veh¨ªculos di¨¦sel¡±, dijo el juez.
La sentencia, que no tiene fecha de cumplimiento, es el ¨²ltimo golpe a la imagen de la poderosa industria del autom¨®vil, que da empleo directo a m¨¢s de 800.000 personas en Alemania y factura cada a?o unos 450.000 millones de euros. Los fabricantes arrastran una dura crisis que arranc¨® con el famoso Dieselgate, el esc¨¢ndalo que sali¨® a la luz en 2015 y que implica la manipulaci¨®n por parte de Volkswagen de motores di¨¦sel a trav¨¦s de un software que le permit¨ªa camuflar parte de sus emisiones de gases contaminantes. La trampa estaba oculta en cerca de 11 millones de veh¨ªculos vendidos en todo el mundo.
Cuando todav¨ªa no se hab¨ªa recuperado y rodeada de voces cr¨ªticas por su papel en la contaminaci¨®n, el pasado mes de julio la industria volvi¨® a sufrir otro varapalo cuando la revista Der Spiegel asegur¨® que las tres marcas emblem¨¢ticas del pa¨ªs, Volkswagen, Daimler y BMW, hab¨ªan pactado un cartel para eludir las rigurosas leyes que rigen la competencia en el pa¨ªs. Las marcas lo niegan rotundamente y Bruselas est¨¢ todav¨ªa investigando las acusaciones. ¡°Lo que est¨¢ en juego es, ni m¨¢s ni menos, que la credibilidad de toda la industria automotriz alemana¡±, declar¨® la ministra de Econom¨ªa, Brigitte Zypries.
En un intento de tranquilizar a los alemanes que deber¨¢n pagar por los fraudes cometidos, la canciller Angela Merkel, en plena campa?a electoral, acus¨® a la industria de socavar la confianza de los consumidores y conden¨® con una frase categ¨®rica los enga?os realizados por los patrones. ¡°Siento rabia¡±, exclam¨®. Martin Schulz, l¨ªder de los socialdem¨®cratas alemanes, calific¨® a los directivos como ¡°irresponsables¡± y afirm¨® que los due?os de coches di¨¦sel no deber¨ªan tener que pagar la factura por la irresponsabilidad de la industria.
Punto de inflexi¨®n en el debate
¡°Yo no soy el peor enemigo de la industria automotriz, m¨¢s bien soy su mejor amigo porque no deseo hacerle da?o, sino ayudar a que esta industria siga siendo capaz para adaptarse a los desaf¨ªos del futuro¡±, asegura el activista J¨¹rgen Resch. ¡°Nadie necesita una industria que fabrique coches contaminantes. Necesitamos una industria que fabrique coches limpios y honestos. Hay que poner fin al enga?o¡±, defiende.
Resh est¨¢ convencido de que 2018 ser¨¢ el a?o clave para la industria automotriz gracias a la sentencia que ha obtenido en Stuttgart, pero tambi¨¦n a sendas sentencias similares que fueron dictadas por Tribunales en M¨²nich y D¨¹sseldorf. En los pr¨®ximos d¨ªas, su organizaci¨®n presentar¨¢ demandas en otras 45 ciudades alemanas y, gracias al precedente sentado en Stuttgart, conf¨ªan en tener ¨¦xito, una realidad que podr¨ªa incluso convertir a Alemania en el primer pa¨ªs que proh¨ªba la circulaci¨®n de coches di¨¦sel.
Ante el terremoto que se avecina, el Gobierno alem¨¢n organiz¨® la primera semana de agosto llamada ¡°cumbre del di¨¦sel¡±, en la que participaron los principales ejecutivos de la industria automotriz, dos ministros federales (Transportes y Medio Ambiente) y representantes de los gobiernos regionales y del sindicato IG Metall. La reuni¨®n culmin¨® con un acuerdo que fue criticado sin piedad por activistas como J¨¹rgen Resch y tambi¨¦n por el profesor Ferdinand Duddenh?fer, uno de los expertos alemanes en automoci¨®n m¨¢s reputados.
La cumbre acab¨® con el compromiso de Volkswagen, Daimler AG, BMW y Ford de instalar un nuevo software en 5,3 millones de veh¨ªculos di¨¦sel de la clase euro 4 y euro 5 para poder rebajar las emisiones de di¨®xido de nitr¨®geno en m¨¢s de un 25% hasta fines de 2018 y el compromiso de las firmas de promover la compra de coches no contaminantes o el¨¦ctricos, con premios en efectivo para la compra de autom¨®viles modernos.
La contaminaci¨®n entra en campa?a
El profesor Duddenh?fer est¨¢ convencido de que la cumbre fue convocada para buscar un acuerdo destinado a calmar la rabia que acumulan los due?os de coches di¨¦sel y lavar la imagen de la industria. ¡°El coche di¨¦sel est¨¢ al final de su vida ¨²til y habr¨¢ una prohibici¨®n en varias grandes ciudades alemanas¡±, dice el profesor. ¡°El gobierno alem¨¢n es corresponsable de esta tragedia al tolerar que la industria instalara mecanismos para trucar las emisiones de gases t¨®xicos. Ahora, en lugar de exigir medidas dr¨¢sticas, acuerdan dar 10.000 euros para que la gente compre coches nuevos¡±. El dieselgate y el cartel, apunta, "arruinaron la imagen y la credibilidad de la industria¡±.?
Sobre la posici¨®n ahora cr¨ªtica de Merkel, asegura que ¡°los dos esc¨¢ndalos y el fantasma de la prohibici¨®n de circulaci¨®n para los coches di¨¦sel obligaron al gobierno a reaccionar¡±. Y a?ade: ¡°Estamos en campa?a electoral y por eso Merkel es tan cr¨ªtica. Ella quiere ganar las elecciones y busca la complicidad de los due?os de coches di¨¦sel, pero no ha hecho nada para corregir los problemas, que ya estaban en su escritorio en 2010¡±, zanja.
Los fabricantes ven todav¨ªa futuro al di¨¦sel
Las criticas de gobernantes, pol¨ªticos y acad¨¦micos no parecen preocupar a las grandes marcas, como Daimler y BMW, que creen que el di¨¦sel tiene todav¨ªa futuro y que consideran que est¨¢ siendo atacado por otro tipo de intereses. ¡°No queremos comentar las criticas formuladas, pero los coches di¨¦sel tienen futuro en Alemania¡±, dice por correo electr¨®nico a este peri¨®dico Chistoph Sedlmayr, un ejecutivo de relaciones p¨²blicas de Mercedes Benz.
¡°Daimler AG ha invertido cerca de 3.000 millones de euros en el desarrollo y producci¨®n de un nuevo motor di¨¦sel. Asimismo la empresa ha puesto en marcha un extenso paquete de medidas para mejorar la tracci¨®n di¨¦sel y con ello, mejorar la calidad del aire¡±, a?ade el portavoz de Mercedes.
El grupo BMW sigue sosteniendo que sus coches di¨¦sel no han sido manipulados y que cumplen a rajatabla con los requisitos legales. ¡°Ha quedado demostrado con los resultados de investigaciones alemanes e internacionales¡±, se?ala el grupo tambi¨¦n por correo electr¨®nico. Sostiene que aboga por un debate basado en conocimientos f¨¢cticos y cient¨ªficos.
¡°El (motor) di¨¦sel moderno y eficiente asegura menos emisiones de CO2 y contribuye as¨ª a la protecci¨®n del medio ambiente¡±, se?ala. ¡°Desde hace casi dos a?os, la tecnolog¨ªa di¨¦sel de vanguardia, eficiente y popular, ha sido deliberadamente desacreditada p¨²blicamente y, por lo tanto, millones de conductores est¨¢n inseguros. Pero esto no es efectivo. Como industria automovil¨ªstica alemana, seguimos siendo una garant¨ªa para nuestra fuerza en la innovaci¨®n y proporcionaremos las soluciones para la movilidad del futuro", afirma por escrito a EL PAIS el consejero delegado de BMW, Harald Kr¨¹ger. El grupo Volkswagen, por su parte, no ofreci¨® respuestas a este peri¨®dico.
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