As¨ª es Dara Khosrowshahi, el financiero llamado a dar solidez a Uber

La salida a Bolsa de Uber se rumorea desde hace tres a?os, pero nunca se hace realidad. La interminable lista de problemas que ha ido encadenando la aplicaci¨®n (desde enfrentamientos legales con el sector tradicional del taxi a esc¨¢ndalos por discriminaci¨®n sexual) ha frenado su estreno en el parqu¨¦. La elecci¨®n como nuevo consejero delegado de Dara Khosrowshahi (Teher¨¢n, 1969) puede darle un vuelco a esto, dada su gran experiencia en el sector financiero, donde trabaj¨® en banca de inversi¨®n en los 90, pero tambi¨¦n por su habilidad para integrar a diferentes culturas e impulsar el trabajo en equipo, uno de los puntos negros de la aplicaci¨®n. Tambi¨¦n se ha tomado en cuenta la capacidad de Khosrowshahi para hacer crecer las firmas en las que trabaja. En los primeros siete a?os en Expedia, de donde todav¨ªa no se ha despedido, de 2005 a 2012, la acci¨®n aument¨® su valor un 50%.

Aunque Khosrowshahi ya ha pedido formalmente permiso en Expedia para abandonar su cargo y tomar las riendas de Uber, no lo har¨¢ hasta que lo apruebe el consejo y nombre un sucesor, presumiblemente, Mark Okerstrom, el actual director financiero. En Uber sustituir¨¢ a Travis Kalanick, el fundador, apartado de los mandos desde junio.

La historia de Khosrowshahi se remonta a 1978, cuando su familia huy¨® de la revoluci¨®n iran¨ª a Canad¨¢. Pasaron de ser los grandes industriales y manufactureros de su pa¨ªs, a reinventarse vendiendo electr¨®nica. En el a?o 91 entr¨® en la Universidad de Brown, precisamente para estudiar ingenier¨ªa electr¨®nica. De ah¨ª pas¨® a los fondos de Wall Street con Allen&Co hasta que firm¨® por IAC, uno de los grandes conglomerados de Internet. Bajo cuyo paraguas se encuentran servicios tan populares como Match.com, Vimeo o Ticketmaster. Asumi¨® la responsabilidad de Expedia, entonces un competidor m¨¢s en el mundo de los viajes online y lo convirti¨® en l¨ªder del sector con una estrategia de adquisiciones brillante.

Primero adquiri¨® Orbitz, despu¨¦s Travelocity y, por ¨²ltimo, su jugada maestra: HomeAway. Esta ¨²ltima, centrada en alquiler vacacional, ha servido para que Expedia pueda plantar cara a Airbnb y su nueva ola de viajeros alternativos. Al ofrecer este tipo de alojamiento adem¨¢s del vuelo y transporte con coches de alquiler cierra un c¨ªrculo que Airbnb todav¨ªa no ofrece. Llega al viajero de negocios y al de ocio sin tener el desgaste y los costes de Silicon Valley. Expedia est¨¢ en Seattle y HomeAway en Austin, dos polos de talento con sueldos no tan inflados.

Su nombre ha ido cobrando m¨¢s y m¨¢s protagonismo en el sector tecnol¨®gico en los tres ¨²ltimos a?os, al ver c¨®mo evolucionaba Expedia. Entre 2012 y 2017 el valor de la acci¨®n se ha triplicado. Este reconocimiento le ha convertido en uno de los reci¨¦n llegados a los consejos de administraci¨®n. Forma parte del de Fanatics, una web de ropa deportiva, y de The New York Times.

En el sector financiero se le considera un negociador sin piedad y lleno de paciencia, capaz de estirar un trato hasta llegar a un acuerdo favorable para sus intereses. La compra de HomeAway, por 3.900 millones menos de lo estimado inicialmente se considera una jugada maestra.

Poco amigo de pronunciarse p¨²blicamente, hizo una excepci¨®n en los primeros compases de Trump y su pol¨ªtica migratoria. Expedia, con un documento firmado por ¨¦l, fue la primera empresa en formalizar una demanda contra su prohibici¨®n de entrada a los ciudadanos de ciertos pa¨ªses de tradici¨®n musulmana. Despu¨¦s le siguieron Microsoft, el propio estados de Washington, Amazon y los gigantes de Silicon Valley. No entraba en sus planes que Trump fuese el inquilino de la Casa Blanca, sino todo lo contrario. Durante la campa?a hizo frecuentes y cuantiosas donaciones a favor de Hillary Clinton.

Su vida personal se reparte entre sus cuatro hijos de dos matrimonios. De su primera relaci¨®n tiene dos hijos adolescentes y de la segunda, dos ni?os todav¨ªa de primaria. Su segunda boda fue en Las Vegas, vestido en el uniforme de techie habitual: vaqueros y zapatillas de deporte. Los fines de semana practica y sigue con pasi¨®n las ligas de f¨²tbol, no el americano, sino el de estilo europeo, como dicen por aqu¨ª, soccer.