Uni¨®n Monetaria Europea: sorpresa positiva
Los est¨ªmulos del BCE han dado mejor resultado de lo esperado. Hay que ver si siguen siendo necesarios
A lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada la econom¨ªa de la Uni¨®n Monetaria Europea (UME) y de Estados Unidos han mostrado un momento de gran divergencia: entre mediados de 2011 y de 2013. Entonces, el ¨¢rea euro sufri¨® una nueva recesi¨®n, mientras que EE?UU?marcaba trimestre tras trimestre m¨¢ximos hist¨®ricos en su PIB. A partir del oto?o de 2013, el final de la contracci¨®n en Espa?a y la aceleraci¨®n del crecimiento en Alemania sirvieron para que la UME dejara atr¨¢s las ca¨ªdas del PIB y comenzara, esta vez s¨ª, la recuperaci¨®n de los efectos negativos acumulados durante la Gran Recesi¨®n.
Se cumplen ahora 17 trimestres consecutivos de crecimiento del PIB, con varias notas positivas. La primera, que el crecimiento (de 2,0% a 2,5%) se sit¨²a en cotas cercanas al potencial, lo que s¨®lo es posible si, como est¨¢ sucediendo, todos los pa¨ªses que compartimos el euro (o al menos los m¨¢s grandes) conseguimos de forma simult¨¢nea registros positivos. Parece que ya no hay lastre. Lejos quedan las advertencias de una tercera recesi¨®n que tuvimos que lanzar a finales de 2014 y que, en caso de materializarse, habr¨ªa venido acompa?ada de una perversa deflaci¨®n ("japonizaci¨®n").
A estas alarmas reaccion¨® de forma acertada, esta vez s¨ª, el BCE, anunciando la adopci¨®n de su particular programa de compras de activos de renta fija (APP). Si la sola menci¨®n de una actuaci¨®n contundente en julio de 2012 sirvi¨® para reducir de forma notable las probabilidades de ruptura de la zona euro, las compras de bonos de los dos ¨²ltimos a?os han permitido evitar la recesi¨®n y conseguir un crecimiento de la UME que, entonces, parec¨ªa casi imposible. La heterodoxia del BCE ha venido acompa?ada de una depreciaci¨®n de la moneda ¨²nica que ha supuesto un impulso adicional a la relajaci¨®n de las condiciones monetarias, favoreciendo con ello el crecimiento. Y para completar el "tridente expansivo", la ca¨ªda del precio del petr¨®leo ha aportado alguna d¨¦cima del avance del PIB.
En definitiva, si bien es obvio que no s¨®lo la acci¨®n del banco central ha servido para reactivar el crecimiento, parece claro que ha contribuido a evitar grandes males. Se debe reconocer la contribuci¨®n positiva del BCE no s¨®lo a la supervivencia de la UME sino a la expansi¨®n econ¨®mica. Todo ello sin que la laxitud monetaria haya provocado efectos colaterales negativo. Ni la inflaci¨®n se ha descontrolado, ni se ha incentivado el endeudamiento privado. Al contrario: la deuda de las familias y empresas ha ca¨ªdo. ?Que ha aumentado la deuda p¨²blica? Es verdad, pero no como consecuencia del BCE sino que ha sido el, hasta ahora, d¨¦bil crecimiento del PIB lo que ha impedido la necesaria vuelta al equilibrio presupuestario.
La compra de deuda p¨²blica por parte del BCE no ha incentivado a los Estados a gastar m¨¢s, pero s¨ª ha servido para minorar la carga por intereses y, de esta forma, avanzar en la reducci¨®n del d¨¦ficit. Ahora bien, y este s¨ª es un mensaje para los gobiernos, si el crecimiento se acerca al potencial, ya no hay excusa para alcanzar un d¨¦ficit cercano a 0%.
David Cano es director de Afi Inversiones Financieras Globales.
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