La paradoja de las relaciones econ¨®micas entre Espa?a y EE UU

Las relaciones econ¨®micas entre Espa?a y Estados Unidos siguen representando una paradoja curiosa. En comparaci¨®n a otros pa¨ªses europeos, la intensidad de las relaciones comerciales es modesta. Para Espa?a, EE UU es el quinto socio comercial. Pero para EE UU somos el n¨²mero 28. Ese desfase se debe en parte al mayor tama?o de la econom¨ªa estadounidense. A¨²n as¨ª, econom¨ªas de menor tama?o que Espa?a como Taiw¨¢n, Suiza, Holanda, Irlanda, B¨¦lgica, Malasia, Tailandia, Israel, Colombia e Indonesia suman exportaciones e importaciones mayores que Espa?a. Incluso Chile exporta m¨¢s a EE UU que Espa?a. Adem¨¢s, tenemos un d¨¦ficit comercial con EE UU. Pero por otro lado, la inversi¨®n directa por parte de empresas es muy importante, hasta el punto de que EE UU es el principal origen de la inversi¨®n acumulada en Espa?a a lo largo de las ¨²ltimas d¨¦cadas, y el segundo destino m¨¢s importante de la inversi¨®n de empresas espa?olas.

La raz¨®n por la que nuestras relaciones comerciales con EE UU son relativamente peque?as se debe a que son pocas las empresas espa?olas que se enfocan en las grandes categor¨ªas del comercio de EE UU con el resto del mundo. Los grandes pa¨ªses exportadores a EE UU son de tres tipos. En primer lugar, pa¨ªses como China o M¨¦xico exportan fundamentalmente bienes de consumo finales. El segundo grupo exporta adem¨¢s productos intermedios, es decir componentes y subproductos. En esta categor¨ªa se encuentran Canad¨¢, Alemania, Jap¨®n, Corea del Sur, Francia y el Reino Unido. La tercera categor¨ªa se refiere a los exportadores de materias primas y combustibles, fundamentalmente Am¨¦rica del Sur, ?frica y Oriente Pr¨®ximo.

Adem¨¢s, el fen¨®meno de la inversi¨®n directa de empresas espa?olas en EE UU no contribuye a intensificar la relaci¨®n comercial. Por un lado, el grueso de la inversi¨®n se ha verificado en el sector financiero, seguros e infraestructuras, sectores que no suelen inducir grandes exportaciones desde el pa¨ªs de origen. Por otro lado, muchas empresas espa?olas fabricantes de bienes intermedios han establecido plantas de fabricaci¨®n en EE UU, sin contribuir ello a la exportaci¨®n desde Espa?a. Por ejemplo, las empresas espa?olas del sector de componentes de automoci¨®n cuentan con una presencia productiva en EE UU importante.

La evoluci¨®n de la econom¨ªa espa?ola en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas ha intensificado las relaciones comerciales con el resto de Europa y las relaciones de inversi¨®n con las Am¨¦ricas. Es en este contexto en el que la relaci¨®n comercial con EE UU ha languidecido. Resulta obvio apuntar que queda mucho por hacer para aumentar la cuota de mercado de las exportaciones espa?olas de bienes y servicios finales en EE UU, dado que pa¨ªses de nuestro entorno como Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido son grandes exportadores al que todav¨ªa es el mayor mercado de consumo del mundo. Esta situaci¨®n solo cambiar¨¢ de manera significativa si las grandes empresas espa?olas exportan m¨¢s o si un n¨²mero mucho m¨¢s elevado de empresas de tama?o intermedio redoblan sus esfuerzos. Entre tanto, EE UU seguir¨¢ siendo un gran socio de inversi¨®n pero un socio comercial secundario.

Mauro F. Guill¨¦n es catedr¨¢tico de Direcci¨®n Internacional de la Empresa y director del Lauder Institute en Wharton School.