En las entra?as de Zorita: as¨ª se desmantela una central nuclear
La planta de Guadalajara, que comenz¨® su desmantelamiento en 2010, muestra el proceso para acabar con una nuclear, un camino que deber¨¢ seguir Garo?a
Este art¨ªculo incluye un v¨ªdeo en 360?. Si no se carga correctamente en tu navegador, puedes verlo directamente en la aplicaci¨®n de YouTube siguiendo este enlace. Mientras se reproduce, mueve el m¨®vil o pincha sobre la imagen y arrastra la manita que aparece para ver lo que ocurre en cualquier direcci¨®n de la imagen. Tambi¨¦n puedes verlo con unas gafas de realidad virtual.
En la pr¨®xima d¨¦cada, la energ¨ªa nuclear se enfrenta a un nuevo desaf¨ªo: el desmantelamiento en todo el mundo de cientos de centrales que superar¨¢n los 40 a?os de vida. Hasta la fecha, en Espa?a solo se han realizado dos desmantelamientos: Vandell¨®s I (Tarragona) y Jos¨¦ Cabrera (Guadalajara), la conocida como central de Zorita, un proceso que comenz¨® en 2010. A estos dos casos se unir¨¢ pr¨®ximamente el de Garo?a (Burgos), cuyo desmantelamiento fue anunciado por el Gobierno el pasado 1 de agosto.
Con estos antecedentes, la planta nuclear de Garo?a ya se mira en el espejo de la central de Zorita. Al ser del mismo tipo (de agua ligera), tendr¨¢ un desmantelamiento total e inmediato, similar al de Jos¨¦ Cabrera, seg¨²n responsables de Enresa, empresa p¨²blica que gestiona los residuos radiactivos. En Vandell¨°s I, en cambio, al ser de grafito, se realiz¨® un desmantelamiento en diferido, ya que todav¨ªa est¨¢ el caj¨®n del reactor sellado a la espera de cumplir el periodo de latencia para su desmantelamiento total. ¡°Las tareas de desmantelamiento son un traje a medida para cada central¡±, explican desde Enresa.
Adem¨¢s, los tipos de desmantelamientos se dividen asimismo en varias fases. La primera de ellas es la retirada del combustible nuclear gastado. Esto se ve en Zorita, donde hay junto al edificio del reactor un almac¨¦n temporal individualizado (ATI) en el que est¨¢ el combustible ¡ªuranio en su mayor¨ªa¡ª depositado en unos bidones de grandes dimensiones (unos cuatro metros de alto por 2,5 metros de di¨¢metro). Una zona que para quien pasa cerca, transmite una sensaci¨®n de un contenido de alta peligrosidad. No tanto por su aspecto, pero s¨ª por las medidas de seguridad que lo rodean: cuenta con varias vallas que impiden el paso a unos 300 metros y est¨¢ protegido por operarios de una empresa de seguridad. En la central de Garo?a ya se construye uno similar.
Estos procesos tienen tres niveles posibles. El primero de ellos, consiste en sacar el combustible nuclear gastado y dejar la central en vigilancia. En el segundo ¡ªel que se aplic¨® en Vandell¨°s I¡ª, se retiran los edificios, sistemas y equipos externos al caj¨®n del reactor, que se mantiene sin el combustible y se sella durante un periodo de 25 a?os. Por ¨²ltimo, el nivel 3 de desmantelamiento contempla la retirada de los elementos convencionales y radiol¨®gicos, la descontaminaci¨®n de los edificios y su demolici¨®n, para que el terreno quede de la forma m¨¢s parecida posible a c¨®mo eran antes.
Desmantelar una central, paso a paso
Si se entra en el terreno de la central de Zorita, la primera nuclear que se construy¨® en Espa?a a la que ha tenido acceso EL PA?S, se ven zonas en las que se han realizado otros trabajos correspondientes a la primera fase de desmantelamiento: edificios y espacios adaptados y acondicionados para los trabajos de retirada de la planta. Un ejemplo de esto es el espacio contiguo a la antigua sala de control, donde se guarda material de baja y media actividad, antes de enviarse al almac¨¦n de residuos de El Cabril, en C¨®rdoba. Asimismo, dicha sala de control de la central de Zorita, centro de operaciones durante d¨¦cadas, ahora no es m¨¢s que un espacio vac¨ªo, sin vida, tras desmontarse por completo durante la segunda fase del desmantelamiento.
Para llegar hasta aqu¨ª, las medidas de seguridad son muy restrictivas, aunque se aumentan todav¨ªa m¨¢s cuanto m¨¢s cerca se est¨¢ del coraz¨®n de la central. Este es, sin duda, donde estaba el reactor. Un espacio de 48 metros de alto, circular, coronado por una c¨²pula roja. Todo el personal que accede a este lugar necesita ir con ropa especial, guantes, zapatos de seguridad y casco. ¡°Venga quien venga, solo puede entrar en los espacios permitidos. En los que hay alg¨²n posible riesgo, no permito el acceso. Lo m¨¢s importante es la seguridad de las personas¡±, explica Jos¨¦ Acisclo Hern¨¢ndez, encargado de seguridad de la planta, al que se le conoce como el polic¨ªa de Jos¨¦ Cabrera.
Una vez en la zona del reactor, la escena es de pel¨ªcula. Un lugar desconocido e inimaginable. El ecosistema lo forman diferentes luces, marcas en las paredes, avisos por megafon¨ªa y ruido de los trabajadores picando la pared. Todo para luchar contra la radiactividad todav¨ªa presente en el lugar. No se ve, pero est¨¢ ah¨ª. Aqu¨ª es donde en estos momentos se est¨¢ realizando la mayor¨ªa de los trabajos pendientes: descontaminaci¨®n y desclasificaci¨®n de materiales para dejarlos listo para su demolici¨®n. Unas labores que no son sencillas. "Hay lugares donde es f¨¢cil de eliminar la radiactividad, pero en otros es necesario picar el suelo y la pared varios cent¨ªmetros para poder retirarla por completo", explica Manuel Ondaro del Pino, director de la instalaci¨®n de Enresa.
El agujero del reactor
Un lugar enorme con el rastro del reactor en la base, a trav¨¦s de una cavidad con forma de estrella. All¨ª se produc¨ªa la energ¨ªa nuclear y, por ello, es la zona de m¨¢s riesgo y m¨¢s contaminada del recinto. Asimismo, es por esta raz¨®n que cada persona que accede al lugar tiene que portar un aparato que mide la radiactividad, como una alarma. Desde arriba, si se sube por unas escaleras muy empinadas, en la zona m¨¢s alta del edificio se puede contemplar con v¨¦rtigo, miedo y fascinaci¨®n todos los trabajos que se realizan. Adem¨¢s de imaginar todo lo que fue este lugar.
El resultado que se pretende con estos trabajos ya se ve tambi¨¦n en algunas zonas de la central de Zorita. Por ejemplo, en una de las plantas superiores del edificio de contenci¨®n (donde estaba el reactor). All¨ª hay un espacio que se denomina como el cuarto limpio. Una habitaci¨®n aislada y vac¨ªa. Sin nada, solo la historia que lleva consigo. "Es una zona que ya est¨¢ descontaminada. Cuando se concluya con el resto, todo quedar¨¢ as¨ª, listo para demoler y poder restaurar la zona". Esta ser¨¢, precisamente, la cuarta y ¨²ltima fase. La restauraci¨®n del terreno que pretende dejarlo lo m¨¢s parecido posible al origen.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Central Garo?a
- CA El Cabril
- Almonacid de Zorita
- Centrales nucleares
- Enresa
- Provincia Guadalajara
- Provincia Burgos
- Instalaciones energ¨¦ticas
- Cementerios nucleares
- Residuos nucleares
- Castilla-La Mancha
- Energ¨ªa nuclear
- Producci¨®n energ¨ªa
- Instalaciones residuos
- Castilla y Le¨®n
- Provincia C¨®rdoba
- Residuos
- Empresas p¨²blicas
- Saneamiento
- Andaluc¨ªa
- Problemas ambientales
- Equipamiento urbano
- Sector p¨²blico
- Salud p¨²blica
- Empresas