Ant¨®n Costas: ¡°Hay m¨¢rgenes empresariales elevados para subir salarios e invertir en tecnolog¨ªa¡±
El catedr¨¢tico de Econom¨ªa se?ala que el mayor riesgo de la econom¨ªa est¨¢ en la baja retribuci¨®n de los trabajadores
En mitad de la oscuridad que provoca la tormenta de Catalu?a y la larga crisis econ¨®mica, Ant¨®n Costas (Vigo, 1949) aporta luz sobre por d¨®nde est¨¢ la salida. Desde su posici¨®n de catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de Barcelona, consejero de varias empresas y expresidente del C¨ªrculo de Econom¨ªa de Barcelona, sus duras cr¨ªticas al sistema cobran m¨¢s valor. Uno de los ejes de su discurso es que los bajos salarios est¨¢n en la base de los problemas econ¨®micos, como refleja en el nuevo libro El final del desconcierto?(Pen¨ªnsula).
¡°Lo dice el BCE y el FMI; el mayor riesgo de la econom¨ªa est¨¢ en la baja retribuci¨®n de los trabajadores, que no se est¨¢ recuperando ni con la mejora de la econom¨ªa. Lo que m¨¢s beneficiar¨ªa a las empresas y a la econom¨ªa es subir los sueldos¡±, dice Costas.
Entonces, ?por qu¨¦ no llega la subida retributiva? ¡°Los empresarios y las patronales no tienen una visi¨®n clara de futuro en esta cuesti¨®n, no tienen capacidad prof¨¦tica y son gregarios. Sin embargo, hay m¨¢rgenes empresariales elevados en Espa?a con capacidad para subir los sueldos e invertir en tecnolog¨ªa¡±, afirma el profesor. Incluso sostiene que la baja productividad est¨¢ relacionada con la escasa remuneraci¨®n y la alta temporalidad del trabajo, y no al rev¨¦s, como se sostiene con frecuencia. ¡°No se puede elevar la productividad cuando no hay salarios decentes. Los empleados que ganan poco no invierten en su formaci¨®n y la empresa donde trabajan tampoco porque, en muchas ocasiones, son temporales o a tiempo parcial. Adem¨¢s, tenemos demasiadas empresas muy peque?as que afrontan la crisis con despidos. No s¨¦ de d¨®nde sale que la econom¨ªa puede ser eficiente con esta estructura¡creo que la empresa tiene margen para reducir la deuda y financiar la renovaci¨®n tecnol¨®gica¡±.
Costas cree que, hasta ahora, ¡°gran parte de la reducci¨®n de la deuda empresarial se ha hecho con cargo a la bajada de salarios¡±, apunta, al tiempo que concluye que ¡°a largo plazo, la riqueza y el bienestar dependen de la productividad¡±.
Este tema clave lo aborda en el libro porque explica que Espa?a es el pa¨ªs donde m¨¢s ha crecido la desigualdad de entre los miembros de la OCDE, solo por detr¨¢s de Bulgaria. Esta es una de las herencias ¡°de la m¨¢s grave crisis econ¨®mica y pol¨ªtica que vive Espa?a desde la Transici¨®n democr¨¢tica¡±.
Para paliar la situaci¨®n, Costas reclama ¡°reconstruir el contrato social y pol¨ªtico que dio extraordinarios frutos y que ha sufrido un gran deterioro por la crisis¡±. Ese contrato social ¡°funcion¨® como un pegamento que proporcion¨® un compromiso de todos los miembros y grupos de la sociedad para compartir un proyecto com¨²n de futuro. Desde la izquierda a la derecha aceptaron este compromiso basado en la confianza en la econom¨ªa de mercado como sistema capaz de impulsar el crecimiento y repartir equitativamente sus frutos entre salarios y beneficios. El Estado deb¨ªa redistribuir equitativamente la renta y la riqueza... eso es lo que hay que recomponer¡±.
Innovaci¨®n tecnol¨®gica
El autor propone que el nuevo contrato social se actualice en una econom¨ªa con innovaci¨®n tecnol¨®gica, abierta y competitiva. ¡°Debe haber un v¨ªnculo entre el capitalismo de mercado y el progreso social. Defiendo el contrato liberal-socialdem¨®crata que venza el recelo de la izquierda contra el mercado. En el contrato del siglo XXI los ingresos de los individuos y hogares vendr¨¢n menos que en el pasado del empleo y salarios y m¨¢s de prestaciones sociales y rentas m¨ªnimas¡±.
El error de los grandes partidos socialdem¨®cratas ha sido, apunta Costas, creer que pod¨ªan desregular los mercados. ¡°Creyeron que la disciplina del mercado vencer¨ªa las resistencias de las sociedades a la modernizaci¨®n. Fue un craso error porque no lideraron la modernizaci¨®n y los socialdem¨®cratas est¨¢n pagando la factura¡±.
El expresidente del C¨ªrculo de Econom¨ªa cree que los ciudadanos deber¨ªan pedir responsabilidades ¡°a los pol¨ªticos que aplican sistemas econ¨®micos que saben que van a fracasar¡±. Recuerda los fracasos de la pol¨ªtica de austeridad de Merkel ¡°que provoc¨® que la zona euro fuera la ¨²nica econom¨ªa del mundo con dos crisis econ¨®micas entre 2008 y 2012¡±. Niega que ¡°Espa?a viviera por encima de sus posibilidades por altos salarios. El problema fue el abuso del cr¨¦dito, que beneficiaba a bancos franceses y alemanes¡±.
?Conf¨ªa en que llegue un nuevo contrato social? ¡°S¨ª porque la alternativa es la barbarie. Si somos ego¨ªstamente inteligentes lo defenderemos porque es mejor para todos. Soy optimista, aunque ahora los optimistas parecen bobos¡±, afirma.
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