Banco Popular: la ampliaci¨®n de capital que no lleg¨® a tiempo por cinco d¨ªas
La entidad ten¨ªa previsto anunciar su preacuerdo con inversores el 12 de junio, pero quebr¨® el d¨ªa 6
El Popular vivi¨® sus ¨²ltimos d¨ªas al ritmo de una pel¨ªcula de acci¨®n. Al comenzar junio, la cotizaci¨®n se desplomaba y los clientes, sobre todo las empresas, sacaban miles de millones del banco. Al mismo tiempo, el BBVA y el Santander, que analizaron la compra, no presentaron ofertas superiores a cero euros. Tampoco Bankia ni Sabadell, aunque se sab¨ªa que sus opciones eran escasas.
La ¨²nica salvaci¨®n era el plan B, en el que se llevaban meses trabajando: ampliar capital por unos 4.000 millones. Estaba previsto hacer p¨²blico el dise?o de la operaci¨®n el lunes 12 de junio, seg¨²n fuentes de la anterior direcci¨®n. Pero cinco d¨ªas antes, el Popular se qued¨® sin liquidez, quebr¨® y se vendi¨®, en una operaci¨®n que ha pedido investigar la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n. Adi¨®s a 2.000 millones de patrimonio de los accionistas y de parte de los bonistas, con los que se enterr¨® una entidad se?era con 90 a?os de historia. Esa misma noche, el Santander se qued¨® con el Popular, a cambio de esos 2.000 millones de euros de recursos propios y el pago de 1 euro.
Desde que lleg¨® al banco el nuevo presidente, Emilio Saracho, en 20 de febrero de 2016, no ocult¨® que ten¨ªa una doble estrategia: la venta a un competidor o una ampliaci¨®n de capital, con derechos de suscripci¨®n preferente para los accionistas, encargo que recay¨® sobre Miguel Escrig, director financiero procedente de Telef¨®nica. Escrig, experto en riesgos, se dedic¨® a valorar los activos t¨®xicos para determinar el capital que necesita para ser viable.
Una inyecci¨®n de casi 5.000 millones
Su conclusi¨®n fue que el Popular precisaba casi 5.000 millones, aunque aquellos d¨ªas de mayo su valor en Bolsa era de unos 2.000 millones. La estructura se inspir¨® en la ampliaci¨®n que UniCredit cerr¨® con ¨¦xito: se har¨ªa una peque?a venta de activos inmobiliarios (para marcar el precio del resto de la cartera, que se enajenar¨ªa posteriormente), se comunicar¨ªan los acuerdos de venta de las filiales de tarjetas, WeZink, y el Total Bank de Estados Unidos, se pedir¨ªan unos 4.000 millones y, con todo esto, el Popular deber¨ªa volver al nivel de capital de sus competidores, un 11,5% Tier 1.
Escrig logr¨® que Barclays y Deutsche Bank enviaran sendas cartas, alrededor del 5 de junio, en plena crisis (el banco perdi¨® 5.000 millones de pasivo entre el 1 y el 6 de junio), en las que dec¨ªan: ¡°en la actualidad, contamos con elementos que podr¨ªan hacer funcionar una ampliaci¨®n de capital¡±, como public¨® ABC. Cada uno de ellos expresaba su inter¨¦s por asegurar el 50% de la ampliaci¨®n, es decir, 2.000 millones.
Dos bancos de inversi¨®n y grandes accionistas apoyaban la operaci¨®n
Adem¨¢s, Saracho ten¨ªa el compromiso del grupo mexicano capitaneado por la familia Del Valle, de poner 1.000 millones en una ampliaci¨®n de capital, seg¨²n fuentes cercanas al este grupo. Adem¨¢s, el grupo chileno Luksic, con el 3,45% del capital, tambi¨¦n se comprometi¨® verbalmente con Saracho a acudir a una ampliaci¨®n de capital en proporci¨®n al paquete de acciones que representaban. En el consejo, tambi¨¦n se contaba con el apoyo de Allianz, la negativa de Cr¨¦dit Mutuel, y las dudas de la Sindicatura de Accionistas, compuesta por muchas familias.
Los gestores quisieron tener todo atado pero se quedaron sin tiempo
Incluso Pimco, uno de los mayores gestores de activos de inversi¨®n del mundo, que ha perdido 450 millones por los bonos que ten¨ªa del Popular, tambi¨¦n le comunic¨® su intenci¨®n de acudir a la ampliaci¨®n, seg¨²n fuentes de la anterior direcci¨®n.
El reto era conseguir accionistas institucionales de prestigio, gestores de patrimonio como Fidelity Investment, Scottish Widows o Capital Investments, con los que se habl¨®, pero sin cerrar compromisos. La antigua direcci¨®n tambi¨¦n recuerda que las cartas de Barclays y Deutsche no eran un aseguramiento de la ampliaci¨®n, aunque s¨ª un compromiso.
Los directivos trabajaron bajo presi¨®n por la mala situaci¨®n del banco, ya que la cuant¨ªa de la ampliaci¨®n era el doble de la capitalizaci¨®n burs¨¢til y porque quer¨ªan estar seguros de que iba a ser cre¨ªble ante el mercado. La ampliaci¨®n de 2016, de 2.500 millones, result¨® un fiasco porque las enormes p¨¦rdidas de ese a?o se comieron el nuevo capital. No quer¨ªan que se repitiera esa historia, pero se quedaron sin tiempo. La ampliaci¨®n deb¨ªa ser aprobada en junta extraordinaria y contar con una auditor¨ªa. No dio tiempo.
Los detalles que se van conociendo sobre el final del Popular sorprenden en el mundo financiero. Fuentes del mercado se preguntan si el BCE, que tom¨® la decisi¨®n de liquidar el banco el 6 de junio, conoc¨ªa estos planes, algo que pod¨ªa haber cambiado su comportamiento. Tambi¨¦n apuntan que, aunque la ampliaci¨®n ¡°estaba llena de escollos¡±, se pod¨ªa haber anunciado al mercado, ¡°que se estaba preparando y que contaba con apoyos importantes; quiz¨¢ eso hubiera frenado el cicl¨®n que barri¨® al banco¡±, lamentan.
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