Divergencias territoriales

Las desigualdades econ¨®micas entre territorios se han intensificado en los ¨²ltimos a?os. Todas han crecido, pero las m¨¢s pr¨®speras han liderado la recuperaci¨®n, mejorando su situaci¨®n relativa. Baleares, Catalu?a y Madrid crecen por encima del conjunto de la econom¨ªa espa?ola, mientras que Navarra y Pa¨ªs Vasco lo hacen en torno a la media. Andaluc¨ªa, Asturias, Cantabria, Castilla y Le¨®n y Extremadura, desde un peor punto de partida, tambi¨¦n se han recuperado, pero con menos intensidad. Existen excepciones a esta pauta. As¨ª pues, Galicia y la Comunidad Valenciana, que part¨ªan con desventaja, han ido escalando posiciones.

Estas divergencias no solo representan un importante desaf¨ªo para la cohesi¨®n territorial. Tambi¨¦n pueden lastrar el crecimiento para todo el pa¨ªs. En algunas comunidades, la tasa de paro se va acercando al nivel previos a la crisis. Para 2018, se prev¨¦ que Baleares, Navarra, Pa¨ªs Vasco y La Rioja consigan bajar su tasa de paro por debajo del 10%. No hay que descartar que algunas de ellas experimenten situaciones de escasez de mano de obra en los pr¨®ximos a?os. Mientras tanto, la tasa de paro todav¨ªa superar¨ªa el 20% en otras.

Por otra parte, el reciente informe sobre el empleo de la Comisi¨®n Europea insiste en que la distribuci¨®n de la renta es una de las m¨¢s desigualdades de Europa, algo que amenaza la sostenibilidad del crecimiento. Sin duda, la dimensi¨®n territorial contribuye a esas desigualdades.

?C¨®mo se pueden explicar esas divergencias de crecimiento? La clave est¨¢ en la capacidad exportadora de los distintos territorios. Las exportaciones de mercanc¨ªas y de servicios han sido el principal motor de la recuperaci¨®n, y es l¨®gico que aquellas comunidades con un tejido productivo m¨¢s competitivo aprovecharan ese contexto. La demograf¨ªa tambi¨¦n influye. El interior peninsular, salvo las grandes urbes, se despuebla, lo que deprime la demanda y erosiona el potencial productivo. Por el contrario, el arco mediterr¨¢neo y los archipi¨¦lagos ganan poblaci¨®n.

Todo hace prever que las divergencias se mantendr¨¢n el pr¨®ximo a?o, con una excepci¨®n notable, la de Catalu?a. El conflicto ha frenado la inversi¨®n, el consumo y el turismo, y restar¨¢ m¨¢s de un punto de crecimiento a la econom¨ªa catalana en 2018. Adem¨¢s, de no disiparse, el desaf¨ªo soberanista podr¨ªa producir un cambio notable en la geograf¨ªa econ¨®mica del pa¨ªs, como lo demuestra la experiencia del Qu¨¦bec en Canad¨¢. La repetici¨®n de consultas secesionistas en esa provincia ha provocado un desv¨ªo paulatino de las inversiones hacia otros destinos. El resultado es un retroceso de la renta per c¨¢pita y del empleo en el Qu¨¦bec con respecto al resto del pa¨ªs.

Para corregir los desequilibrios, hay que gastar mejor los recursos existentes. En las comunidades con m¨¢s paro, m¨¢s del 40% de las personas activas no han completado la educaci¨®n secundaria. Esto es casi el doble que en las comunidades con mejores resultados en el mercado laboral. Es evidente que el objetivo del fondo de garant¨ªa ¡ªigualar la calidad de los servicios p¨²blicos esenciales en todas las comunidades¡ª no se ha cumplido en el caso de la educaci¨®n. La descentralizaci¨®n de la sanidad, sin embargo, ha logrado mejores resultados. Por tanto, lo que est¨¢ en cuesti¨®n no es el fondo de garant¨ªa, pilar esencial del sistema y que debe mantenerse, sino su utilizaci¨®n.

La inversi¨®n que realiza el Estado en materia de infraestructuras, o en potenciaci¨®n del I+D del sector privado, podr¨ªa ayudar a fortalecer el tejido empresarial. Iniciativas como en la costa malague?a o en zonas interiores de Catalu?a, las dos Castillas y Galicia, muestran la utilidad de conectar con las aglomeraciones m¨¢s din¨¢micas. Algunos de los principales ejes de comunicaci¨®n, como el corredor mediterr¨¢neo, requieren de nuevas inversiones que eviten cuellos de botella que estrangulen la expansi¨®n.

En el debate que se ha abierto sobre la financiaci¨®n auton¨®mica no deber¨ªa tratarse s¨®lo de c¨®mo repartir la factura. Tambi¨¦n hay que mejorar la articulaci¨®n entre las diferentes administraciones y corregir las graves deficiencias en el gasto.