La polilla de la patata muerde la econom¨ªa dom¨¦stica en Galicia y Asturias
El veto durante dos a?os al cultivo de tub¨¦rculos por una plaga pone en aprietos a muchas familias y pymes en 45 municipios
Galicia es tierra de comedores de patatas. As¨ª lo reflejaba Manuel Rivas en el t¨ªtulo de su primera novela, inspirado en un cuadro de Van Gogh, y as¨ª lo atestigua la econom¨ªa dom¨¦stica de buena parte de sus habitantes, autoabastecidos durante siglos del tub¨¦rculo plantado en la huerta de casa. La prohibici¨®n a lo largo de dos a?os del cultivo de este producto b¨¢sico en 45 ayuntamientos del noroeste de Espa?a (13 de ellos asturianos) para intentar erradicar la plaga de polilla guatemalteca ha ca¨ªdo por ello en miles de hogares como una dura condena.
Aunque los controles han logrado evitar de momento que en Galicia el insecto que devora la patata llegue a las zonas distinguidas con la Indicaci¨®n Geogr¨¢fica Protegida (Berganti?os en A Coru?a y A Limia en Ourense), donde esta producci¨®n es un importante pilar econ¨®mico, el veto al tub¨¦rculo ha dejado v¨ªctimas. Francisco L¨®pez, que gestiona la granja de agricultura ecol¨®gica Casa ?nxel de Crecente, en A Pastoriza (Lugo), ha tenido que cerrar una l¨ªnea de producci¨®n en la que hab¨ªa realizado fuertes inversiones sin que tenga derecho a un solo euro de indemnizaci¨®n. ¡°Cuando pase la prohibici¨®n no retomar¨¦ la producci¨®n de patata ecol¨®gica que ten¨ªa porque ya he perdido los clientes y tendr¨ªa que empezar de cero¡±, lamenta este empresario, que en tres a?os hab¨ªa logrado colocar su producto en los estantes de Carrefour y en los grandes mercados de Madrid y Barcelona.
L¨®pez vend¨ªa al a?o 60.000 kilos de patata ecol¨®gica, sembrada en seis hect¨¢reas de terreno y cepillada y envasada en una planta en la que invirti¨® 80.000 euros hace solo dos a?os. Cuando la Administraci¨®n anunci¨® que el ayuntamiento de A Pastoriza en el que tiene sede su empresa era uno de los afectados por el veto a este producto, el empresario intent¨® buscar un remedio. Ante la imposibilidad de trasladar el cultivo a otras fincas ubicadas en zona libre de plaga porque los terrenos precisar¨ªan una calificaci¨®n ecol¨®gica, se plante¨® sacarle rendimiento a su maquinaria envasando patata de explotaciones ubicadas en otros ayuntamientos. Sin embargo, los controles contra la polilla guatemalteca tampoco le permitieron ese movimiento de mercanc¨ªa.
M¨¢s de 1.300 afectados por la plaga han solicitado compensaciones econ¨®micas a la Xunta, que tiene previsto destinar unos 200.000 euros a tal fin. Solo tienen derecho a percibir estas ayudas los productores que, en el momento de activarse la prohibici¨®n, tuvieron que arrancar patatas ya cultivadas o desechar semillas ya compradas. Francisco L¨®pez a¨²n no hab¨ªa hecho ninguna de estas dos cosas y no ha recibido ni un solo euro de indemnizaci¨®n pese a que la medida le ha obligado a cerrar una l¨ªnea de producci¨®n de la empresa.
En total, se han destruido 365 toneladas de patatas en los ayuntamientos gallegos invadidos por la polilla, de las cuales alrededor de 315 corresponden a particulares. ¡°La gente ha asumido con resignaci¨®n las instrucciones de la Xunta¡±, explica Secundino Garc¨ªa, alcalde de San Sadurni?o (A Coru?a), un municipio de 3.000 habitantes y econom¨ªa agroganadera que ha entrado en la lista del veto a la patata. ¡°Los vecinos conf¨ªan en lo que dicen las autoridades, en que la plaga se erradicar¨¢ en dos a?os gracias a la prohibici¨®n, as¨ª que un fracaso de estas medidas ser¨ªa un fraude para ellos¡±.
En la comunidad aut¨®noma con las pensiones m¨¢s bajas de Espa?a, para la poblaci¨®n envejecida de localidades como San Sadurni?o el autoconsumo de patatas es una ayuda importante para llegar a fin de mes. Para los hogares afectados por la prohibici¨®n, el nuevo gasto que supone tener que comprar fuera las patatas, un producto b¨¢sico de la gastronom¨ªa gallega, ¡°es m¨¢s dinero que lo que supone la subida de las pensiones¡±, subraya Garc¨ªa.
El Gobierno gallego, que recibi¨® cr¨ªticas de los sindicatos agrarios por la tardanza en tomar medidas contundentes, asegura que el avance de la plaga se ha frenado. Seg¨²n sus datos, hasta octubre se hab¨ªan reducido un 65% las capturas de polillas guatemaltecas con respecto a 2016. ¡°Se ha acabado la alarma, las medidas de vigilancia est¨¢n funcionando¡±, afirma Guillermo Budi?o, portavoz de los empresarios de la Indicaci¨®n Xeogr¨¢fica Protexida Pataca de Galicia, zonas a las que no ha llegado la polilla, quien destaca que si se mantiene el ritmo de envasado y etiquetado el 2017 ¡°ser¨¢ un a?o de r¨¦cord¡± para los productores gallegos.
La prohibici¨®n de plantar patata, pese a todo, se acaba de extender a un municipio gallego (Cari?o), que se suma a la lista de 31 ayuntamientos publicada en marzo, y a nueve concejos asturianos (en marzo eran cuatro), despu¨¦s de que las autoridades detectaran insectos de esta especie en las trampas instaladas por prevenci¨®n. Los responsables auton¨®micos de Galicia y Asturias atribuyen esta extensi¨®n al ¡°movimiento de patatas entre municipios¡± y han decidido ¡°intensificar¡± la vigilancia que tienen encomendada la Guardia Civil y la Polic¨ªa Auton¨®mica.
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