Repartidores: un pol¨¦mico modelo laboral

Naijing, al Este de China, no est¨¢ entre las diez ciudades m¨¢s pobladas del pa¨ªs, pero s¨®lo en la primera mitad de este a?o han fallecido 2.473 repartidores de comida en 3.242 accidentes de tr¨¢fico. En el gigante asi¨¢tico los problemas son de la dimensi¨®n del territorio: cuando Baidu vendi¨® su negocio de reparto de comida a Ele.me (de Alibaba) este verano, se desencaden¨® una ola de protestas porque los repartidores dejaron de recibir parte de sus salarios. El pasado septiembre tambi¨¦n fueron a la huelga los conductores de otras grandes plataformas del pa¨ªs, Waimai y Meituan, en defensa de unas condiciones laborales dignas.

En Europa, a otra escala, el negocio est¨¢ generando pol¨¦mica. El debate se centra en si los trabajadores de las plataformas deber¨ªan ser asalariados o, como defienden las empresas, son profesionales que deciden c¨®mo y cu¨¢ndo colaborar (y por lo tanto, aut¨®nomos).

Esta semana se cerraba con acuerdo el que iba a ser el primer juicio en Madrid sobre el particular. Pero, tras las protestas de este verano, se esperan m¨¢s reclamaciones en los juzgados. ¡°Por el momento no hay sentencias que inclinen la balanza a uno u otro lado y me sorprende¡±, reflexiona Jorge Salinas, abogado de Toda & Nel-lo Abogados.

En sus anuncios, Deliveroo ofrece a los interesados 4,5 euros por cada pedido que entreguen en moto o bicicleta el¨¦ctrica y 4,25 en bicicleta normal. Les proporcionan, a cambio de un dep¨®sito de 70 euros que descuentan en el segundo mes de facturaci¨®n, una bater¨ªa de m¨®vil, bolsas t¨¦rmicas y la famosa caja-mochila con el logotipo de la empresa. Las plataformas se cuidan de no llamarlos ¡°trabajadores¡± y utilizan t¨¦rminos como ¡°colaboradores¡±, o crean su propia jerga (los de Glovo son Glovers, los de Deliveroo, Riders). ¡°En Espa?a el problema que tenemos es que, cuando se oye la palabra ¡°aut¨®nomo¡± se piensa en abusos. Hay serie de prejuicios que no responden a la realidad¡±, defiende Diana Morato, directora de Deliveroo. ¡°Trabajamos de la forma en que nos piden. No exigimos exclusividad, ellos eligen los horarios, no tienen que darnos explicaciones si dejan de repartir, as¨ª que yo no s¨¦ con cu¨¢ntos repartidores cuento ma?ana, o esta tarde. Adem¨¢s, pueden estar apuntados a varias plataformas a la vez¡±. La mayor¨ªa de sus riders son Trabajadores Aut¨®nomos Econ¨®micamente Dependientes (Trade), lo que significa que sus ingresos provienen, en un 75% o m¨¢s, de una sola empresa.

Las sombras

Desde CCOO, su responsable de Hosteler¨ªa, Gonzalo Fuentes, habla de que estamos ante los nuevos modelos de explotaci¨®n laboral del siglo XXI. ¡°Hasta la llegada de estas empresas, la actividad de repartidor se recog¨ªa en el convenio de empresa o en el de hosteler¨ªa. Eran asalariados. ?Qu¨¦ pasa? Desde que llegan estas plataformas se produce la tormenta perfecta, porque con las pocas alternativas que hay la gente trabaja por lo que trabaja. Hay un miedo que ni te cuento¡±.

Los repartidores no est¨¢n sindicalizados, su ¨²nico contacto con la empresa es a trav¨¦s del m¨®vil, lo que dificulta la comunicaci¨®n entre ellos. ¡°Las horas muertas no te las pagan. Hemos pasado de tener trabajo por cuenta ajena a trabajadores que cobran entre nueve y diez euros en el mejor de los casos y tienen que hacerse cargo del seguro, la gasolina y la cuota de aut¨®nomos, ?qu¨¦ les queda? Si tienen una mala tarde no ganan nada¡±. Fuentes advierte que es pan para hoy y hambre para ma?ana. ¡°Que no se enga?en las empresas, si explotan a la gente se va a notar en la calidad del servicio¡±.

El cofundador de Glovo contraataca con sus propias estad¨ªsticas. ¡°Siete de cada diez glover han contestado que recomendar¨ªan a sus amigos nuestra empresa. La persona que trabaja en la plataforma est¨¢ buscando flexibilidad, bajo un contrato laboral no funcionar¨ªa¡±. En su caso el repartidor no cobra un fijo, sino que depende de la ciudad donde se encuentre, la distancia que recorra o la nocturnidad. ¡°Incluso de si hace mal tiempo. Intentamos que sea un modelo parecido al del taxi. Creemos que es la mejor manera de que funcione bien¡±. Otras voces repiten que es imposible que el sistema de reparto sea sostenible si los menores costes descansan en los trabajadores, y hay quien reflexiona sobre la mala educaci¨®n del propio usuario, acostumbrado a que el reparto no conlleve costes a?adidos.