Soluci¨®n salom¨®nica para el cava
El Ministerio de Agricultura decide expandir moderadamente la producci¨®n del vino espumoso, alentado por el auge de los nuevos bodegueros fuera de Catalu?a y contra la voluntad del Consejo Regulador
El Ministerio de Agricultura va a adoptar, antes del d¨ªa 15, la decisi¨®n de ampliar la superficie cultivable de vino para cava dentro de la denominaci¨®n de origen en unas 170 hect¨¢reas al a?o. Es un aumento de alrededor del 0,5% de la extensi¨®n total (estimada en 34.000 hect¨¢reas) y crece a un nivel similar al del resto de la superficie vin¨ªcola. Pero, como confirman fuentes del sector tanto p¨²blicas como privadas, es una soluci¨®n que no va a satisfacer a nadie, m¨¢xime cuando la crisis catalana la convierte en un tema pol¨ªticamente explosivo.
El cava es una de las pocas denominaciones de origen que no est¨¢n ligadas a un territorio en concreto. Aunque hist¨®ricamente la producci¨®n del vino espumoso se ha centrado en las comarcas catalanas alrededor de Sant Sadurn¨ª d'Anoia (Barcelona), desde los a?os ochenta 24 municipios fuera de la regi¨®n tradicional ¡ªde los que 18 est¨¢n en La Rioja¡ª pueden embotellar ¨¦sta bebida que, en las ¨²ltimas d¨¦cadas, ha edificado un mercado exterior a pesar de la dura competencia de productos rivales como el champ¨¢n o el prosecco italiano. Aun as¨ª, el 95% de la producci¨®n espa?ola de cava procede de Catalu?a.
Este auge ha llevado a que la producci¨®n haya superado un r¨¦cord hist¨®rico de 300 millones de kilos de uva la pasada campa?a. De las cavas han salido 245 millones de botellas, de las que se han exportado 160 millones (algo menos de un tercio de esa cifra fuera de la Uni¨®n Europea). Las asociaciones agrarias de regiones emergentes como Almendralejo (Badajoz) o Requena (Valencia) est¨¢n viendo c¨®mo sus zonas de producci¨®n de cava con Denominaci¨®n se disparan al calor del cambio en las tendencias del consumo; solo de la localidad pacense ¡ªdonde hay una media docena de cavas¡ª salen siete millones de botellas cada a?o, por lo que buscan extender a¨²n m¨¢s sus cultivos, ahora mismo de 1.400 hect¨¢reas.
Sin embargo, los productores m¨¢s tradicionales¡ªen su mayor parte catalanes¡ª, que controlan el Consejo Regulador del Cava (CRC), temen una burbuja del espumoso que tire abajo los precios. Presionadas por la competencia extranjera y el cambio de los h¨¢bitos de consumo, las ventas de cava han ca¨ªdo en Espa?a en la ¨²ltima d¨¦cada de 98 a 86 millones de botellas al a?o, y las cifras de env¨ªos a la Uni¨®n Europea se han mantenido planas
¡ªalrededor de los 110 millones de envases¡ª durante las ¨²ltimas ocho campa?as, con peque?as fluctuaciones temporada a temporada. Adem¨¢s, como apuntan muchos expertos del sector, los excedentes de Almendralejo y Requena suelen acabar en manos de bodegas catalanas.
El extender la superficie de vi?edo o no depende antes que nada de la Comisi¨®n Europea, que con el objetivo de contener la producci¨®n vitivin¨ªcola ha establecido un l¨ªmite m¨¢ximo para nuevos cultivos del 1% anual (sobre la superficie cultivada a 1 de julio de cada a?o) para cada uno de los estados miembros. Estos pueden limitar a¨²n m¨¢s esta cifra.
Espa?a, a trav¨¦s del Ministerio de Agricultura, la ha contenido en los ¨²ltimos dos a?os: 0,43% en 2016 y 0,52% en 2017. A su vez, los consejos reguladores de las denominaciones de origen pueden pedir al Ministerio que no autorice m¨¢s cultivos en sus regiones si consideran que el aumento de la cosecha puede perjudicar sus productos.
Lo que se enfrentan aqu¨ª son dos formas de ver la industria. Por un lado, los productores tradicionales ¡ªcatalanes en su inmensa mayor¨ªa¡ª con el Consejo presidido por Pedro Bonet a la cabeza, tienen como objetivo declarado proteger la marca cava y defender el futuro del sector. Estos bodegueros apuestan hoy por limitar la marca blanca y hacer crecer los precios orientando el mercado hacia el sector premium para la exportaci¨®n.
En esta estrategia se enmarca la denominaci¨®n de ¡°cava de paraje¡±, introducida en 2016 y que califica a los espumosos elaborados en regiones se?aladas como especiales desde un punto de vista del clima o los suelos. Otras iniciativas son la participaci¨®n en concursos gastron¨®micos y en ferias internacionales.
Pese a un 2016 desfavorable, en lo que llevamos de 2017 las cifras hablan en favor de esta estrategia: en el primer semestre del a?o, mientras que la producci¨®n de cava en general creci¨® un 5,6%, la del producto premium aument¨® un 19%. Y lo que es m¨¢s importante: mientras que las ventas de cava dentro de Espa?a ganaron un parco 2% (frente a un 7,5% fuera del pa¨ªs) el principal motor del auge de los cavas reserva y gran reserva es la propia Espa?a, con un aumento de un 25% hasta rondar los ocho millones de botellas. El Consejo Regulador ha pedido reducir las nuevas superficies al m¨ªnimo legal: 0,1 hect¨¢reas, mil metros cuadrados al a?o durante los pr¨®ximos tres a?os. La cifra es, en la pr¨¢ctica, una congelaci¨®n, dado que la UE impide prohibir el cultivo de nuevos vi?edos.
Los nuevos m¨¦todos
Del otro lado est¨¢n los nuevos operadores, tanto las bodegas catalanas ¡ªque han aplicado m¨¦todos nuevos de tecnificaci¨®n y reducci¨®n de costes¡ª como los cosecheros de las nuevas zonas productoras. Estos productores han puesto fin al oligopolio de las bodegas hist¨®ricas gracias a sus precios competitivos y ven en el conservadurismo del Consejo un intento de frenar su expansi¨®n, m¨¢xime cuando el mercado premium solo representa un 12% de la producci¨®n espa?ola de cava.
Especialmente activos se muestran los bodegueros de Requena o Almendralejo, que son los m¨¢s interesados en seguir ganando cuota de mercado. Con 4.000 hect¨¢reas, la localidad valenciana es ya la mayor regi¨®n en superficie dedicada al cava fuera de Catalu?a, con una veintena de bodegas. Por otra parte, los cultivadores de La Rioja y Arag¨®n prefieren mantener un ritmo de crecimiento moderado; estos ¨²ltimos no deber¨¢n protestar la decisi¨®n del Ministerio.
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