Vientos en contra
La escasa formaci¨®n de empresarios y trabajadores debilita a la econom¨ªa espa?ola
La escasa calidad de las instituciones econ¨®micas (que lastra la eficacia y la existencia de empleos de alto valor a?adido), y la insuficiencia de formaci¨®n de los empresarios y de los trabajadores (que debilita a la poblaci¨®n activa) son dos de los vientos estructurales en contra que tiene la econom¨ªa espa?ola. As¨ª lo analiza el profesor de Historia Econ¨®mica de la Universidad de Valencia Jordi Palafox en su libro en su libro Cuatro vientos en contra (Pasado y Presente).
A esos vientos de largo aliento se une otro ahora, de car¨¢cter m¨¢s coyuntural, que hasta anteayer no era viento en contra sino viento de cola: el precio del petr¨®leo. Espa?a es un pa¨ªs tremendamente dependiente de la energ¨ªa exterior. Compra todos los a?os alrededor de 450 millones de barriles de petr¨®leo. Si como hace apenas dos a?os, el precio del barril cuesta 30 d¨®lares, la factura asciende a 13.500 millones de d¨®lares; si en apenas seis meses ha subido un 40% y se ha puesto por encima de los 60 d¨®lares, el precio es de al menos 27.000 millones. Lo que se gasta en petr¨®leo no se dedica a otros menesteres.
Hay una conjunci¨®n de elementos que han hecho incrementar el precio del crudo. Por el lado de la demanda, que la econom¨ªa mundial va mejor que antes y crece con m¨¢s fuerza, sobre todo algunos pa¨ªses emergentes de mucha poblaci¨®n. En cuanto a la oferta, se ha hecho un poco m¨¢s escasa debido a un acuerdo para restringir el n¨²mero de barriles que ponen en circulaci¨®n los 14 productores reunidos en la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP), al que se han unido otros 10 pa¨ªses de fuera del c¨¢rtel, encabezados por Rusia. Ese acuerdo, que parece haber funcionado en los ¨²ltimos tiempos, acaba de ser prorrogado al menos hasta finales de 2018. Una cierta escasez aumenta el precio. A ello hay que unir los factores geopol¨ªticos que cuentan mucho en los an¨¢lisis de los principales organismos multilaterales. En el caso del petr¨®leo, las luchas internas entre distintas facciones gobernantes en el seno de Arabia Saud¨ª, principal productor, y la posibilidad de alg¨²n tipo de enfrentamiento (no necesariamente armado) con Ir¨¢n, en busca del liderazgo de la regi¨®n; la situaci¨®n de Venezuela, los conflictos internos en Irak, Kurdist¨¢n, Nigeria,¡
En este contexto, un pa¨ªs como Espa?a, que est¨¢ creciendo a un ritmo del 3,1% del PIB, por encima de la media de los pa¨ªses de la UE y de la OCDE, habr¨¢ de reflexionar sobre la posible retirada de los factores transitorios que la est¨¢n ayudando a ese crecimiento. No s¨®lo el precio del petr¨®leo, sino la pol¨ªtica monetaria del Banco Central Europeo (con tipos de inter¨¦s pr¨®ximos a cero y compras masivas de deuda p¨²blica), el tipo de cambio del euro frente al d¨®lar (la moneda europea puede apreciarse y debilitar las exportaciones) o el hecho de que la industria del turismo haya tenido en los ¨²ltimos tiempos pocos competidores alrededor.
Entonces, la econom¨ªa espa?ola se quedar¨¢ sola con sus vientos en contra. Ser¨¢ el momento de comprobar su fortaleza estructural. Y c¨®mo se reparte.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.